Capítulo 38.

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Desperté por los rayos del sol que entraban por unas pequeñas rendijas de unas tablas de madera que cubrían la ventana.

Mis muñecas y mis tobillos ardían, ya se habían irritado por las cuerdas que me ataban.
Mis ojos estaban hinchados, mi cabeza dolía horrible, al igual que mi cuerpo, en especial mi pierna.
Me arqueé un poco para verla, joder, me llevé el susto de mi vida, la parte de la bala, estaba morada y fuera de ahí, toda mi pierna estaba pálida.

Escuché el cerrojo de la puerta, después se abrió dejando ver a Will detrás de ella.
Él me miró, pero inmediatamente bajó la mirada al verme desnuda.

-Te traje tu comida... Debes tener hambre, no has comido en todo el día.

Caminó cabizbajo hasta una silla, donde dejó la charola.
Salió de la habitación y entró de nuevo pero con un cobertor rojo.
Me cubrió con él y después desató mis amarres. Acto que agradecí infinitamente.

Llevé mi rodilla izquierda a mi pecho y la abracé, ya que no podía subir las dos, pues la derecha me dolía. Me cubrí todo el cuerpo con aquel cobertor.

Will se acercó con aquella charola y se sentó frente a mí.
Meneó la sopa con la cuchara y llevó un sorbo a mi boca.

Yo negué con la cabeza, no tenía ganas de comer nada.

-Vamos, tienes que comer... -Rogó Will.

-N... No... No quiero.

-¿Y...

Lo miré confundida.

-... Si te consigo una llamada con tu novio? -Negoció.

-¿Enserio? -Pregunté esperanzada.

-Bueno, Matt se fue, tengo mi celular... ¿Quieres?

-¡Sí!

-Pero primero come, Matt me matará si no lo haces.

Asentí con la cabeza y dejé que Will me alimentara.
Después de unos 15 minutos comiendo, Matt entró por la puerta.

-Will... -Dijo.

-Matt... -Me volteó a ver. -Llegaste...

-Sí, pero me tengo que volver a ir. Al parecer ya tenemos todo listo para irnos mañana mismo a Australia, sólo tengo que ir a arreglar unos papeles. ¿No es fantástico, _______? -Me tomó del mentón.

Yo sólo asentí con la cabeza.

-Esa es mi chica. -Me besó mis rotos labios. -Te amo. -Salió de nuevo.

Las lágrimas se apoderaron de mi rostro, Will sólo me veía con lástima.

-Hey, ya, no llores. -Limpió mi mejilla.

-¿Cómo no llorar? ¡Matt me llevará en contra de mi voluntad!

-Tranquila... Yo te voy a ayudar.

-¿Cómo?

-Lo sabrás cuando lo veas... Pero por ahora, toma. -Me extendió su mano con su celular en ella. -Llámalo.

Lo miré con agradecimiento y lo tomé. Marqué el número de Andy. Con mi mano temblando, lo llevé a mi oído.

-¿Hola? -Dijo él en la otra línea.

Extrañaba escuchar su voz, su dulce y ronca voz.
Se escuchaba un poco exaltado.

-¿A... Andy? -Pregunté.

-¿Quién... ¿¡_______!? -Gritó.

-Sí, amor... Soy yo. -Sonreí.

-¿Dónde estás? -Comenzó a llorar. -Amor, estoy desesperado, llevo todo el día buscando por las calles.

Road To Nowhere (Andy Biersack y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora