Capítulo 28 | Espacios

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Canción: Spaces - One Direction

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CAPÍTULO VEINTIOCHO

Espacios


Los días comienzan a pasar, uno tras otro, no se detienen.

No he visto mucho a James desde ese día, trabaja hasta tarde y se va muy temprano en la mañana. Por las noches me mantengo en la sala, escucho sus pasos en el pasillo y su puerta abrirse y cerrarse. Nos hemos topado un par de veces, él se acerca sonriendo y me da un beso en la mejilla; pero no dice mucho y tampoco se queda. Es como si estuviera huyendo de mí, y no lo culpo, yo también lo haría.

Que entienda sus actitudes no quiere decir que no me duela, la verdad es que me destroza. Era doloroso estar lejos, pero estar cerca sin poder estarlo, es peor.

Mamá está yendo a terapia a un centro, todo el tiempo intenta convencerme para que la acompañe, pero hay algo que me lo impide. No es que no quiera sanarme, solo... no lo sé. Ella está feliz, dice que hablar de sus problemas con especialistas le está sirviendo demasiado. Su psicólogo es un joven que le ayuda a ver las cosas desde diferentes ángulos. Antes de irse me da un beso en la frente, cuando regresa hace lo mismo y prepara la cena, platicamos. Me ha pedido que le cuente sobre James, sobre Andrew, Tess y muchas otras cosas que se perdió cuando era adolescente y universitaria. A veces veo sus ojos tristes, supongo que recuerda a Erik, ¿cómo no hacerlo? No obstante, está luchando por no ser una muerta en vida.

Los trámites del divorcio están llevándose a cabo, papá no ha hecho nada para evitarlo. El otro día le dijeron en la iglesia, unas chismosas malintencionadas, que lo vieron salir de la licorería. Suponemos que todo sigue igual.

Está quedándose conmigo porque yo se lo pedí, quería irse a un hotel; pero si queremos conocernos de nuevo, es bueno compartir tiempo. No quiero tener a mi madre lejos.

Tess, Romina y Robert vienen hoy a Hartford. Después de que le contara a mi mejor amiga sobre esa niña que me encontré en el cementerio, lo primero que hizo fue contarle a su madre. Romina está desesperada por ayudar a la pequeña, quieren ir a conocerla hoy. Ellos aseguran que si todo sale bien, el doctor Coss podrá hablar con ciertos contactos para adoptarla.

No tengo idea de cómo lo va a hacer, pero si pueden socorrer a esa criatura, haré lo posible por ayudarlos. Supongo que salvar vidas en un hospital da buenos contactos.

El clima de Octubre es suave, puedo ver el cielo medio nublado por la ventana mientras llevo una copa de vino a mis labios y pruebo la dulzura del líquido. No planeo emborracharme, pero necesito relajarme, últimamente es lo único que hago.

Sasha siempre me mira con reproche, sé que no le agrada ver que bebo, pero no es fácil aguantar.

Ayer fui al hospital a darle la noticia a Andrew de que voy a casarme con él, sonrió hasta que sus escasas mejillas aparecieron, me tomó la mano y me dio las gracias con los ojos hechos agua. Aseguró que era mejor que lo hiciéramos pronto para evitar cualquier percance, a pesar de que mi lengua pesaba, y quería salir corriendo, le dije que estaba de acuerdo.

Por lo que sigo comprometida, y no solo eso, me casaré en unos días.

Nunca pensé que casarme me traería tanta tristeza.

Alguien toca la puerta, así que dejo mi copa en la primera estructura que encuentro. Mis zapatos deportivos emiten rechinidos con cada paso que doy, giro la perilla y abro. La sonrisa de Tess me relaja, me abraza con tanta animosidad que me contagia su euforia. Lleva su cabello amarrado en una coleta alta y un suéter delgado, ella ama usar suéteres. Creo que como en Nashville no es frecuente usarlos por el calor, es aceptable para ella vestirlos con este ambiente.

Begonia © ✔️ (TG #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora