El resto de la semana no quise ir al colegio ni salir de mi habitación. Me las arreglaba inventándole excusas a mi mamá para no ir.
Pase las noches en vela llorando por el, y los días recordándolo y preguntándome el porque no podíamos estar juntos, secreto tan oscuro guardaba que nos impedía ser felices.
No podía verlo, verlo seria clavarme un puñal al corazón ya que no podía fingir que nada había sucedido entre el y yo, no podía contener estas inmensas ganas de besarlo y mucho menos podía de pensar en el día que me hiciera suyo.
Llego el sábado mucho antes de lo que esperaba, estos últimos 4 días fueron eternos para mi, llegaron mis amigos a prestarme las tareas y los apuntes de las clases para estar al día el lunes.
Luego en la tarde el cielo se oscureció creí que llovería pero no, mientras veía el cielo oscurecerse a travez de mi ventana aprecio él, al verlo salí corriendo a abrir la puerta para abrazarlo y besarlo.
Cuando salí hay estaba justo detrás de la puerta, lo único que se ocurrió fue abrazarlo pero el me rechazo.
Como era eso posible que viniera a mi casa solo a hacerme mas daño de lo que me había causado ya.
