8º Ser egoista

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Casi todos los viernes por la tarde solemos ir con mis amigos a beber en las gradas que están a dos cuadras del colegio

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Casi todos los viernes por la tarde solemos ir con mis amigos a beber en las gradas que están a dos cuadras del colegio. Conectan un callejón con la calle de atrás y es el lugar ideal donde los chicos de mi colegio se reúnen para chupar. Rara vez alguien pasa por ahí, y si algún vecino llama a la policía es fácil escapar cuando vemos las patrullas desde esa altura.

Empecé a ir cuando me arreglé con Arturo. Estamos con Miguel, Laura e Isabel, también Marcos, Alex y Gonzalo. Los últimos tres no son el tipo de amigos con quienes comparto los recreos, o con quienes iría una tarde al cine; son el tipo de amigos que están siempre disponibles para este tipo de cosas: fiestas y chupas.

Yo no bebo mucho, de hecho vengo más por pasar el rato con mi novio y simplemente estar acompañada. Cuando estaba en mi anterior colegio solíamos criticar mucho con mi mamá a los chicos que perdían el tiempo de esta manera, y ahora soy una de ellos. Mamá estaría decepcionada.

Ya voy por mi segundo vaso, no es suficiente para estar ebria, pero sí para que las tonterías que dice Miguel sean un poco más graciosas. Básicamente hablamos de trivialidades, criticamos a los maestros y sale algún comentario sobre algún compañero de clases que no está aquí con nosotros.

— ¿Se dieron cuenta que la profesora de matemáticas tiene siempre la bragueta abierta? —pregunta Laura. Yo no lo he notado, es ella quien se fija más en estas cosas.

—Es que es tan gorda que todos sus pantalones le quedan chicos, parece un embutido— añade Isabel.

—A Emma que se sienta siempre en primera fila le va a saltar el botón algún día al ojo —dice Miguel entre risas, él ya está en la etapa de no saber con precisión lo que dice y de pronunciar con dificultad.

—Vida, mejor te vienes atrás con nosotros, no quiero quedarme sin novia —Arturo ríe exageradamente. Es divertido, pero no tanto como lo hacen parecer.

Me sirvo el tercer vaso de vodka mezclado con 7up. Es una combinación asquerosa y no creo que a nadie le guste en realidad, pero es barato y se te sube rápido. Tal vez ahora sí pueda compartir mejor la gracia del asunto.

—Voy a mear. —Isabel sube a tropezones las gradas hacia la calle de atrás. Estando sobria jamás diría algo como eso, sin embargo, en estado de ebriedad suele ser bastante vulgar.

—A mear, sí claro —Laura vuelca los ojos y se mete los dedos en la garganta, simulando vomitar.

Los otros chicos se ríen a carcajadas. De nuevo no le encuentro la gracia. La mayoría piensa que Isabel es bulímica. Dicen que hace unos años estaba muy subida de peso y después de la vacación de verano apareció con diez kilos menos y desde entonces no ha parado de bajar, pese a que la ven comer la misma cantidad de antes. Ella dice que su bajada de peso se debe a unas hierbas chinas que su madre le compra por internet, aunque nadie la ha visto tomar nada y si le preguntan sobre las hierbas cuando están en su casa, pone la excusa de que se le han acabado y que una nueva orden le va a llegar pronto.

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