Epílogo

1.7K 120 17
                                    

Los rayos del sol me dieron directamente en el rostro provocando que me despertara, volteé mi cuerpo y me encontré de frente con el rostro de SiWon, estaba profundamente dormido y gloriosamente desnudo.

Lo miré con una sonrisa, a veces me costaba un poco de trabajo creer que lo que estaba viviendo era real. Aquel maravilloso hombre era mío.

Hacía una semana que nos habíamos casado de nuevo en aquella ceremonia improvisada que me pareció la más hermosa de todas las bodas. Ese fue uno de los días más felices de mi vida.

Después de que SiWon dijera sus votos y antes de irnos a la fiesta que había organizado tomó mi mano y puso un anillo de oro sencillo y hermoso.

-Este anillo es el símbolo de nuestro amor y será el recordatorio de este día -dijo sonriendo.

La fiesta fue realmente divertida, jamás me había sentido tan amada en mi vida.

Un par de horas después del inicio de la fiesta apareció la abuela Choi con una sonrisa.

-Al fin puedo llamarte nieta -dijo abrazándome.

-Y yo abuela, señora Choi -dije emocionada-. Gracias por apoyarme todo este tiempo.

-Gracias a ti por hacer feliz a mi nieto.

La fiesta siguió su curso, a la mitad SiWon tomó mi mano y me sacó del salón.

-¿A dónde vamos? -pregunté-. La fiesta aún no termina.

-Se las pueden arreglar solos.

Nos subimos a un elevador, una vez cerradas las puertas comenzó a besarme, lo hizo de manera apasionada, respondí de inmediato.

Nos bajamos del elevador, caminamos tomados de la mano por el pasillo, él se detuvo frente a una de las habitaciones, abrió la puerta.

-Espera -dijo antes de que entrara.

Me tomó en sus brazos y así entramos en la habitación.

-Es la tradición -dijo sonriendo.

Me dejó en el suelo pero mantuvo pegada a su cuerpo, amaba la dureza de sus músculos. Me besó despacio, introdujo su lengua en mi boca, comencé a excitarme, ese hombre lo lograba con tan solo un beso.

Bajó el cierre del vestido, se apartó de mí, hizo que sacara los brazos y lo sentí resbalar por mi cuerpo. Me quité las zapatillas, me acerqué a él, le quité el saco y la camisa con lentitud, los músculos de su abdomen eran impresionantes, los acaricié con cuidado, me acercó a su cuerpo rodeando mi cintura, volvió a besarme mientras sus manos desabrochaban mi sostén, se deshizo de él, me miró con deseo y una de sus manos cubrió uno de mis senos haciéndome gemir.

Me tomó en sus brazos, me dejó en la cama, él terminó de desnudarse, no era la primera vez que lo veía pero seguía impresionándome. Se recostó a mi lado, me atrajo a su cuerpo, sentí su erección cerca de la parte más sensible de mi ser. Volvió a besarme, hizo que me recostara boca arriba, su boca se fue a mi cuello y continuó bajando, acarició mis senos con su lengua haciéndome gritar. Llegó a mi ropa interior y la bajó lentamente, abrió mis piernas con dulzura, se colocó entre ellas.

-Te amo -dijo antes de introducirse en mí.

Comenzó a moverse lentamente, no dejaba de mirarme a los ojos y de besarme con dulzura. Sus movimientos se hicieron cada vez más rápidos, unos dulces espasmos comenzaron a recorrer mi cuerpo y tras un grito ambos alcanzamos el clímax. Se derrumbó sobre mí cubierto de sudor, se recostó a mi lado y me abrazó.

-¿Ya te dije que te amo? -preguntó minutos después.

-Sí pero me encanta escucharlo -respondí sonriendo.

-Te amo.

Nos quedamos dormidos después de eso. Al día siguiente volvimos a casa, empacamos nuestras maletas y nos fuimos a la casa de SiWon en Jeju.

Y es aquí donde estamos, hemos pasado unos días maravillosos, continuaba mirándolo cuando despertó.

-Buenos días, señora Choi -dijo con voz somnolienta.

-Buenos días -dije sonriendo.

Me acercó a su cuerpo y me dio un beso.

-Anoche estaba pensando y me di cuenta de algo -dijo.

-¿De qué?

-De que quiero tener una familia enorme, cinco niños al menos.

-¿Cinco? -dije sorprendida-. ¿No crees que son demasiados?

-¿Tres entonces? No aceptaré menos que eso -dijo sonriendo.

-Me parece bien.

-Bueno ya solo nos faltan dos. Adoptaré a HyeWon.

Cuando dijo esas palabras mi amor por él creció.

-Te amo Choi SiWon, con todo mi ser -dije abrazándolo.

-Y yo a ti, para toda la vida.

Money Can't BuyWhere stories live. Discover now