Capítulo XVI

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POV SIWON.

Mientras veía a Yoo Jin revisar a su hija decidí que ya era momento de disculparme, extrañaba la manera en que vivía antes de decir aquella tontería. Cuando la pequeña se durmió ambos salimos de la habitación, antes de que Yoo Jin se fuera a la suya me disculpé por todo lo que había hecho.

Me sorprendió que ella también se disculpara, no tenía por qué hacerlo, ella era mi esposa, tal vez no fuera real pero nos habíamos hecho amigos.

-¿Estás seguro de que no vas a arrepentirte de decir eso? -preguntó.

-No, realmente te considero mi amiga Yoo Jin. Ahora más que nunca -dije con sinceridad.

-Bien, supongo que podemos volver a la normalidad -dijo con una sonrisa.

Me ofreció su mano pero yo la abracé con fuerza.

-Gracias por disculparme.

-No... No hay por qué -dijo nerviosa-. Me voy a dormir, hasta mañana.

-Duerme bien -dije sonriendo.

Al fin pude dormir con tranquilidad después de aquella horrible semana. A la mañana siguiente Yoo Jin ya estaba esperándome en el comedor con una sonrisa.

-¿Estarás muy ocupada hoy por la tarde? -pregunté.

-No, solo tengo que hacer un par de cosas en la fundación. ¿Por qué?

-Me gustaría que comiéramos juntos -dije sonriendo.

-Está bien.

Me fui a la oficina, a media mañana mi celular sonó, era HeeJoo.

-Hola Wonie -dijo feliz.

-Hola, HeeJoo.

-¿Tienes planes esta tarde?

-No, ¿por qué? -respondí estúpidamente.

Estaba emocionado por el hecho de que me hubiera llamado, era un idiota pero creía estar enamorado.

-Vayamos a comer, tengo algo que decirte.

-Claro, te veo a las dos -dije emocionado.

Después de terminar la llamada, le marqué a Yoo Jin y cancelé nuestra cita.

-Esa junta me surgió de imprevisto -mentí.

-No hay problema, ya será en otra ocasión -respondió.

A las dos de la tarde estaba esperando a HeeJoo en su restaurante favorito, llegó diez minutos después.

-Hola, Wonie -me dio un abrazo-, lamento la tardanza, el tráfico está terrible.

-No te preocupes.

Comimos y charlamos alegremente, cuando llegó el postre ella se puso seria de repente.

-Además de verte te cité para despedirme de ti.

-¿Despedirte? -pregunté asustado.

-Sí, François no planea volver a Seúl en tres meses y debo irme a París mañana mismo.

-Oh, entiendo -me dolía el pecho.

-No pongas esa cara -dijo sonriendo-, te llamaré.

-Claro -dije intentando sonreír.

Volví a la oficina, intenté trabajar por un rato y al no lograrlo me quedé mirando la ventana, desde mi oficina podía ver toda la zona empresarial de Seúl hasta el río Han. Me di cuenta de que el hecho de que HeeJoo estuviera lejos quizá fuera lo mejor, necesitaba olvidarla.

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