¡Zorra no te lo lleves!

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-Bella, te estas dejando llevar por ese idiota- dijo Sarah. Le había contado lo del beso.

-No, solo fue un beso de apuesta, se que es un idiota- miré a mi amiga quien me miraba confundida.

-¿Que?- pregunté al sentir la mirada de Sarah.

-A ti te pasa algo con ese chico, no me digas que no- dijo sonriendo.

-Bueno, si...no...bueno...si- Sarah me miró esperando una respuesta.-Si y no a la vez. Mira, el a veces es muy tierno conmigo y otras veces es...idiota, muy. Estoy confundida, ya no se si confiar en otro chico, después de lo que pasó en España no confio mucho en ellos- dije triste. Mi amiga me miraba mas que confundida.

-¿Qué pasó allá en España? Puedes contarme tu pasado, no hay problema- dijo Sarah sonriendo.

-Bueno...si te contaré... Conocí a un chico, se llamaba Tomas. Él era encantador, tierno, romántico y lo amaba. Bueno, un día me pidió ser su novia y acepté contenta. A los tres o cuatro dias...- dije triste.

-¿Qué pasó?- mi amiga estaba atenta.

-Un día sentí que estaba lista, para...bueno eso... Para perder mi virginidad, quería que con el fuese mi primera vez. Todo salió bien, me trató con amor y ternura, pero después descubrí que estaba con otra chica.- dije triste, no iba a llorar, pero tenía ganas de hacerlo. Mi amiga me miró y sonrió.

-No estes triste, decidiste demasiado rápido, se que perdiste tu virginidad con un chico que no valía la pena pero ya está, deja el pasado atrás y sonríe a la vida- dijo sonriendo y la abracé.

-Sigo pensando que los chicos son idiotas, todos. Creeme que no es facil, aquel día pase llorando y desde ese momento, no me volví a enamorar. Ese chico rompió mi corazón- dije dándole un largo sorbo a mi batido.

-Te entiendo, tranquila. Y creeme que se que los chicos son idiotas, dimelo a mi, tengo tres hermanos varones- dijo rodando los ojos.

-¿De verdad?- nunca me lo había dicho.

-Si y no es nada lindo ver tres chicos de boxers todas las mañanas- dijo riendo.

Reí y terminé la última gota de mi batido.

-Si yo me canso con uno me imagino tu con tres hermanos- dije riendo.

-Si, ni hablemos- Sarah rió y miró por detrás de mi. Miré hacia atrás y vi a Aaron (el novio de mi amiga) acercarse hacia nosotras.

-Hola, linda- dijo Aaron, era guapo, muy guapo.

-Hola, bebé- dijo mi amiga y se besaron.-Ella es Bella, mi amiga, Bella él es Aaron, mi novio- nos presentó.

-Mucho gusto, Aaron- dije sonriendo.

-Un placer conocerte, Bella- dijo Aaron guiñándome un ojo tratando de seducirme. ¿¡TRATÓ DE SEDUCIRME!? ¡IDIOTA!

-Debo irme- dije saludando a mi amiga y luego a Aaron. Me levanté de la silla y ellos comenzaron a decirse cursilerías, cosas de novios.

[...]

Estaba en clase de canto. Miré a Matthew y me sonrió pero no le devolví el gesto. Yo siempre estaba alegre, pero recordar mi pasado me dejaba triste.

-Bella y Matthew, pasen al escenario porfavor- dijo la anciana y nos pusimos de pie dirigiendonos al escenario.-¿Qué canción eligieron?- preguntó.

-"A thousand years"- dijimos al unísono.

-Bueno, pueden empezar- la profesora sonrió. ¡Es la primera vez que sonrie!

Me senté en el banco del piano y Matthew se colocó su guitarra. Él me miró para que esté mas tranquila y comencé a tocar. Matthew se acercó a mi y no dejó de mirarme durante toda la canción, pero yo no quería mirarlo. Nuestras voces sonaban genial con los micrófonos.
Terminamos de tocar y cantar y todos nos aplaudieron, menos Emily y April, obviamente. La canción salió mejor que en los ensayos.

La Música puede unir CorazonesWhere stories live. Discover now