Cap. 3

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Llego a mi casa y papá no está, no ha llegado aún, supongo. No es tan extraño como se podría pensar.

Entro a mi habitación y rebusco entre los papeles que me pidieron. ¡Dios mío! Ese hombre sí que es un idiota, ni modo que me vaya a crear un historial falso solo para entrar a su jodida empresa. Já. Ya quisiera.

Luego de unos momentos comienzo a encontrar todos los que ha pedido y rápidamente los guardo en un cajón, para mañana tenerlos listos desde que me levante.

A las 3 horas algo así llega papá y le cuento todo. Desde la manera en la que él me "saludó", me habló, hasta la manera en la que se despidió.

- Entonces él es tu jefe. Me han dicho que el hombre practicamente no tenía sentimientos -pregunta mi hermano desde la cocina. Se notaba que se había tomado su tiempo en averiguar todo del hombre aquel. Seguro y sabe más de su vida que el mismo hombre.

- Exacto -le respondo con falsa cortesía. Odio cuando se la pasa escuchando conversaciones ajenas -ahora, si me disculpas era con mi padre con quien hablaba.

- Como quieras, yo solo aclaraba mi mente -responde con falsa indiferencia.

- Claro, bueno. -ruedo los ojos -. Papá, ya tengo los papeles y mañana los entregaré a primera hora.

- Claro, hija, sé muy respetuosa -me recomienda.

- Claro, a menos que quiera molestarlo un poco - le guiño el ojo y me levanto del sofá.

- Hija... -advierte.

- Sí, ya papá voy a tratar de ser paciente con el hombre. sólo pensaré en cosas graciosas, no lo sacaré afuera.

- Bien -suspira resignado

Aunque es la realidad. Yo nunca en mi vida he causado un problema de este tipo. Eso lo hacía mi hermano ya. Pero no puedo negar que yo sí pienso en ello, aún cuando no lo dejo salir.

Subo a mi habitación y rápidamente me dirijo al cuarto de baño. Hago necesidades propias del humano y luego me ducho. Cuando termino, me dirijo al clóset y elijo la ropa con la cual dormir. Al llegar a la cama, caigo profunda.

•.•.•.•.•.•.•.•.•.•.•.

Hoy sí, ya es mi primer día de trabajo.

Entro al edificio y me dirijo hacia el ascensor. Sé y estoy consciente de que habían personas que me miraban extraño, no sé. Quizá por ser nueva.

El ascensor se detiene y voy hacia la oficina del Sr. Smith. Toco la puerta con mis nudillos y me responden con un adelante. Me dedico a entrar. Él está con el teléfono en mano.

- Muy bien... no, no me interesa eso.... está bien... hablamos después -y colgó -. ¿Dónde está el historial?

- Aquí está -se lo entrego y el comienza hojear.

- Bien, veo que hoy si trajo lo que pedí. -siguió mirando -bien, puede empezar desde ya el trabajo.

- Gracias -dije, obvio le saque copia al certificado, bueno los certificados.

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Aquí estoy trabajando, la mujer o asistente anterior me dejó todo más fácil. Durante la próxima semana sólo tengo que decirle al Sr.Smith cuando tiene reuniones...

- Venga enseguida -me pide por el intercomunicador.

- Bien -digo y me levanto del asiento y me dirijo a su oficina.

- ¿Sí, señor?

- Necesito que cancele todas las reuniones para hoy, tengo asuntos personales que resolver.

- Muy bien señor. ¿Alguna otra cosa?

- Sí, mañana no vendré a trabajar. Pero no cancele, al final mañana no tengo reuniones.

- Como desee - perdónenle Já, no podía ser más engreído. Ni Christian Grey.

Salgo de ahí y me dedico a hacer mi trabajo. Bueno... la verdad, ya no más trabajo. pero...

•.•.•.•.•.•.•.•.•.•

Ya es mi hora de almorzar. Bajo a la cafetería y...

- Señorita Sullivan -la inconfundible voz de mi estúpido jefe me llama.

- Dígame....

Odio esto. ¿No se supone que debo almorzar en paz, en tranquilidad? Ahora sólo faltaba que venga a decirme que tengo que trabajar más. Sería el colmo de los colmos.


¿Qué opinan de el padre de Alexia?

¿Y de su hermano?

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