About love and pain.

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Ah, JiHoon tenía maneras tan sutiles de rechazarlo. ¡Le volvía loco! En ese momento, se dio cuenta que estaba sólo en la habitación del menor por al menos diez minutos. Una sonrisa grande surgió en el rostro de SeungCheol, quien se puso a observar y a revisar todo lo que podía intentando disimular.

La habitación de JiHoon era sencilla y ordenada, no tenía ningún póster colgado, sólo estantes con libros sobre la historia de la música, composición y demás cosas que él no entendía. Había otros estantes llenos de discos viejos y otros con discos nuevos. JiHoon era bastante variado con el tipo de música que escuchaba. Tenía un escritorio dónde había una computadora portátil que estaba cargando, luego de husmear los cajones y no encontrar más que partituras, lápices mordidos y cuadernos gastados, toqueteó el aparato para que se prendiera. El chico si que tenía un buen sistema de audio allí, además, esa computadora parecía bastante potente y... Su mirada se distrajo al ver el celular del muchacho bajo dejado inocentemente sobre el escritorio. Lo tomó silenciosamente y lo desbloqueó, no tenía patrón. Tratándose de JiHoon, era obvio que tendría de fondo de pantalla una guitarra acústica, pero SeungCheol estaba por cambiar eso. Se tomó una selfie y la puso como fondo de pantalla, asegurándose de poner el celular en el mismo lugar.

Era como un tigre en su territorio, así que como buen felino saltó sobre el armario del más bajo. Dispuesto a fanboylear con la ropita seguramente muy tierna que JiHoon tendría guardada ahí. Ahora que lo pensaba, no había visto jamás a JiHoon con algo que no sea un uniforme. O era el de la escuela, o era el seudouniforme de cuando entrenaba que era con lo que usualmente se lo veía fuera del colegio, que era un buzo negro con el logo de la empresa y unos pantalones deportivos negros. Descubrió que tenía ropa de lo más adorable, todo su guardarropas era en colores pasteles, la mayor parte eran camisas y suéters. SeungCheol hizo eso que jamás creyó que haría en su vida, hundió su nariz en uno de los cardigan del pequeño y aspiró. Guardó rápidamente todo y se sentó en el borde de la cama, como si no hubiera roto un plato.

JiHoon entró, vistiendo su pijama. Que era una camisa y unos pantalones a rayas. SeungCheol le sonrió y JiHoon enarcó una ceja, como intuyendo que el mayor le estaba ocultando algo. Miró a su alrededor y no vio nada, así que miró raro al otro y se dejó caer en la cama.

- ¿Quieres que te seque el cabello? -

El menor asintió y el más alto tomó la toalla que el otro había traído y comenzó a frotar su cabeza, aunque la posición era un poco incómoda. SeungCheol se acomodó con su espalda sobre el cabezal de la cama y JiHoon le miró intrigado, el mayor lo arrastró para sentarlo entre sus piernas. SeungCheol sonrió antes de seguir secando el cabello del menor. Él sólo podía observar como la camisa mostraba parte de la piel de la nuca del chico, además estaba emanando aquel olor a jabón tan delicioso. SeungCheol dejó la toalla del lado y abrazó al menor por detrás, apretándolo por los hombros.

- JiHoon. -

- Ya te dije que no. -

SeungCheol apoyó su mentón sobre la cabeza del más bajo.

- ¿Y si te digo que no me importa que sea temporal? - Murmuró.

JiHoon se destensó, sabía que no podía engañar al menor. JiHoon había notado que tragaba saliva pesadamente, como cuando uno tiene ganas de llorar. SeungCheol sabía que diciendo eso sólo lo lastimaría a ambos, pero el tenía la esperanza de que podría convencer a JiHoon de que si podían estar juntos a pesar de todo, él sólo debía enamorarlo y que lo amara tanto como él lo hacía.

- Vayamos lento. - Pidió JiHoon.

- ¿Estás aceptando ser mi novio? -

- Sí. -

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