About wristbands and beanies.

About magazines and nights.

WonWoo estaba sentado frente a su computador, estaba bien que Willson (Sí, así llamó a su computador) era una vieja carcacha y que daría cualquier cosa por algo más moderno; pero luego recordaba lo mucho que quería a su vieja máquina y jamás compraba una nueva. El punto era que estaba escuchando Up de Epik High cuando pensó en la revista para la que MinGyu modeló. Como muchas de las cosas de hoy en día, tenía una plataforma virtual. Así que allí fue, tipeo las palabras "Young Age" (El nombre de la revista) e inmediatamente Google le ofreció una serie de artículos de dicho manojo de hojas. La página cambiaba de portada virtual cada mes, junto con la tapa.

WonWoo dudó un instante antes de entrar al portal web.

Y casi murió.

Había una muy enorme fotografía cubriendo todo de izquierda a derecha, de arriba a abajo; toda su pantalla de pronto estaba inundada con MinGyu. Estaba el muchacho, vestido de blanco sobre un fondo blanco. La imagen a pesar de ser muy grande y en un notorio HD, sólo llegaba a mostrar el pecho del chico. Estaba sonriendo y se veía demasiado bien. WonWoo tomó rápidamente un abrigo y salió corriendo de su casa hacia la tienda de revistas más próxima, su hermana y su madre le miraron raro en el proceso, pero el sólo tomó su billetera e ignoró a ambas. Casi se olvida de su gorrito de lana.

Cuidadosamente observó que ningún conocido estuviera cerca cuando ingresó a la tienda de revistas. No quería pasar una terrible vergüenza comprando la revista donde salía su mejor amigo y tener que dar explicaciones. Así que se deslizó silenciosamente, imitando a un ninja, hasta la zona de revistas de moda. Nuevamente miró a su alrededor, para asegurarse y tomó una edición de Young Age. Cuando la tomó y vio que nadie lo estaba mirando, sonrió triunfante.

— ¿Qué haces, WonWoo? —

La piel se le erizó porque sabía exactamente a quién le pertenecía esa voz. Era el increíble Kim MinGyu, quien tenía el talento para aparecer como si fuera una bilocación en el momento menos apropiado. WonWoo chilló como un gato por el miedo, pero no se dio vuelta, cómo si ignorándolo MinGyu pensaría que era otra persona. Se quedó completamente tieso por unos instantes. Esos instantes no duraron mucho, porque de pronto sintió que MinGyu le rodeaba el cuerpo, abrazándolo por detrás.

— ¡Yah! ¡Kim MinGyu! ¿Qué haces? ¡Estamos en público! — Chilló el mayor y cuando escuchó la suave risa de su dongsaeng supo que eso era lo que buscaba, que le hablara.

— Sólo te estoy abrazando, no te haré nada, bobo. — Respondió el menor, apoyando su cabeza sobre el hombro ajeno, hablando casi sobre su oído.

WonWoo estaba seguro de que sus latidos podían ser escuchados hasta en Tokyo, MinGyu lo estaba sujetando tan fuertemente que parecía que no se caería por más que sus piernas estaban temblando. Podía sentir no sólo el perfume del chico, sino su voz y su respiración resonando en sus oídos. Él sólo podía abrazar contra su pecho la revista que planeaba comprar.

— No te abracé en toda esta semana, casi creí que mañana no vendrías a casa. — Siguió hablando, con un dejo de tristeza en su voz.

— Hablas como si fuera tan normal abrazarnos. — Masculló el mayor.

— Antes me mimabas más, pero ahora eres un adulto y ya no hacemos cosas de niños. — MinGyu ladeo su cabeza mientras hablaba. — Sin embargo te veo comprando mi revista como si fuese un crimen. Me la hubieras pedido. —

— Quería tenerla por mi mismo, así te apoyo. —

MinGyu asintió y tiró del abrazo de su amigo hasta la caja; la mujer que atendía los miró sorprendida de hito en hito, además, se puso colorada mientras cobraba a WonWoo, aunque en ningún momento despegó su vista del muchacho más alto.