―Okay, pero yo conduzco – dije.

―Va, cariño.

Nos subimos a su flamante convertible negro y lo encendí, puse algo de calefacción porque estaba algo fresco, no como otros días que eran calurosos.

Puse en marcha el auto saliendo del estacionamiento y dirigiéndome al McDonald's más cerca que se encontraba en el centro de la ciudad, en un centro comercial pequeño, a unas calles del instituto de Jacob.

Tarareaba la melodía de la canción que tocaba la radio. Era una canción tranquila y armoniosa, con buena letra que hablaba sobre un amor imposible, de una chica como se enamora de un chico, entregando todo por él, a pesar de que fueran polos opuestos, pelearan siempre. Como si todo fuera un espectáculo o película de cine.

Él no se daba cuenta de que le amaba ella con todo su ser, pero la tenía alguien a cuál pertenecía su corazón, alguien más digámoslo así, eso destrozo a la chica por que el nunca seria suyo, más que en sus sueños salvajes (Wildest Dreams).

Esa canción me puso a pensar en las cosas que habían ocurrido en mi vida, como si fuera una película de romance con una tragedia de intermedio y con un final no muy feliz. Toda mi vida era como sacada de un guion de una novela hecha por un malvado escritor al pie de la letra en la cual nunca podría ser feliz.

Al llegar a McDonald's, estacione el auto, nos bajamos de él y caminamos hasta la entrada, de la manera caballerosa abrí la puerta deteniéndola para que entrara Patrick.

―gracias ― él dijo.

Solo sonreí, caminamos hasta el mostrador, los dos tomados de la mano y muy contentos, siempre solía pedir lo típico cuando venía con J...

Bueno, solamente pediré algo diferente ya que no quiero ser tan rutinario con las cosas

―Yo quiero solo los Hotcake con el jugo de Naranja- voltee para ver que pediría mi novio, ya que estaba algo indeciso sobre el menú.

―Puedes pedir el deluxe, esta rico.

Sonrió un poco apenado y acepto ― y el deluxe por favor.

La señorita hacia la orden en la pantalla de menús para hacer el pedido.

―Seis dólares con 50¢.

Entregue los billetes y tome el ticket de recibo, ahora solo era cuestión de buscar donde sentarse y esperar que la orden estuviera lista.

―Vamos al fondo Marcus, se ve cómodo ahí.

Seguí a mi pareja aun de la mano con él y nos sentamos frente a una gran ventana cristalina donde se podían ver los autos que iban rumbo al trabajo muy apresurados.

―Que haremos hoy Marcus. –pregunto con duda en saber cuál sería el plan del día.

―Estar en casa, ver películas y comer mucho – solté una risa muy seguro y confiado.

―Bien, me gusta estar contigo sabes, eres el chico más dulce de todos. Me ha tratado súper estas 3 semanas, casi 4 semanas. Ya casi el primer mes.

―Yay – no pude demostrar toda la emoción que tenía por casi el primer mes nuestro.

―Patrick, quiero hablarte sobre Nueva York... –me talle los ojos e incline la mirada viendo hacia la mesa.

―Okay, ya sé que quieres decirme y no hay problema. Podemos estar juntos y créeme yo te apoyare en todo. Ya es hora que re hagamos todo en nuestra vida juntos nueva.

―Lo sé, sabes que los últimos meses, casi los 6 meses que llevan del año estuve ahorrando para pagar mi colegiatura en Nueva york para ser aceptado en una escuela de arte y sabes cuán importante es para mí esto, realmente siento que mi vida empieza a tener sentido, en realmente ser feliz porque hare lo que me gusta. Amo el arte, amo la pintura y ser pintor profesional, hacer arte, demostrarla con mis lienzos y trazos me hace feliz cuando otras personas ven mis creaciones y les gusta.

«Me enamore de un prostituto 3»Where stories live. Discover now