Capítulo 11

2.3K 219 78
                                    


P.O.V Rose

La última imagen que tenía de Melanie era ella dándome la última dosis que tomé de aquella maldita poción. Ahora la tenía a unos cuantos pasos de mí, con sus ojos violetas brillando y una sonrisa sarcástica danzando en sus labios.

- Yo no soy tu hermana.-dije lo más fríamente posible.

Darwin pasó la mirada de una a otra y sus ojos se agrandaron al observar a Melanie.

- Eres tú... -susurró con odio.

Melanie soltó una risita, como si fuera una colegiala tonteando con el chico popular.

- Vaya, veo que aquí soy conocida. -aclamó con sarcasmo.

- Tienes tres segundos para decirnos a qué has venido o te fulminamos aquí mismo como le ha pasado a este pobre árbol. No tendré tanta clemencia contigo como he tenido con él.

-No lo creo, Nadia -replicó y fruncí el ceño ante el nombre-. Yo en realidad no estoy delante tuyo, simplemente es una proyección.

Para demostrarlo se acercó rápidamente a nosotros. Darwin se puso delante mío , protegiéndome, pero el brazo de Melanie solo nos atravesó como si fuera aire.

- Solo venía a avisaros antes de la masacre -continuó con una sonrisa y Darwin y yo nos pusimos pálidos-. A medianoche las tropas oscuras invadirán Harliam. Es un aviso, por si preferís defenderos. Espero veros esta noche.

Nos guiñó un ojo y desapareció tan súbitamente como había aparecido. Al parecer, íbamos a tener guerra.

***

La cara con la que nos miró mi padre al darse cuenta de que nos habíamos escapado otra vez no fue nada comparada cuando me vio llorando como una magdalena.

- ¿Qué ha pasado?- preguntó mi padre, severo.

Darwin fue directo al punto y contó lo de Melanie. Me sequé las lágrimas que continuaban cayendo por mi rostro. Yo no quería una guerra. En las guerras siempre pasaba lo mismo. Muerte y dolor.

- Sabía que esto iba a pasar -murmuró mi madre, mientras se ponía a mi lado y me pasaba un brazo por los hombros-, pero no sabía que sería tan pronto. Matt, ve a avisar a los reyes de Harliam -le dijo a mi padre y luego se giró hacia mí- ve a ponerte un vestido, vamos a hacer un anuncio en directo a televisión.

Me despedí de Darwin sin tocarle, porque empezaría otra vez ese brillo y montaríamos una escena, y subí las escaleras buscando a Naomi y a mi hermana.

Ellas me ayudaron a elegir un vestido y a maquillarme, ya que seguía un poco temblorosa.

- Estás preciosa -comentó Naomi con una sonrisa un poco fingida, ya que nadie estaba de humor para sonreír. Dentro de unas horas abría una guerra, y familiares nuestros participaban. Miré al espejo y vi a una Rose pálida, con un vestido de manga larga blanco que dejaba los hombros al descubierto, guapa, pero insegura por el futuro de su pueblo.

- Tengo miedo -susurró Gema, mientras se abrazaba a mi cintura, temblando.

- No tienes que tener miedo -le respondí, aunque yo misma estaba aterrada-, nosotros no vamos a luchar.

- Pero los papás sí, y los mayores también. Tengo miedo por ellos.

Naomi se unió a nuestro abrazo.

- Solamente promete que tú, de ninguna manera, lucharás. -dijo Gema.

- No lo voy a hacer,pero, ¿por?

- Porque hay una profecía Rose, y tú eres nuestra flor dorada.

***

- El Señor Oscuro ha hablado -anunció la reina Gabrielle a los ciudadanos de Harliam, que se encontraban escuchando el anuncio en directo a través de el balcón-, y habrá guerra. Nadie está obligado a participar, pero agradeceríamos mucho vuestra colaboración para acabar con la miseria y destrucción que han estado causando desde siempre los oscuros. No se está permitido la lucha a menores de edad. Esta medianoche, los valientes que luchen por su pueblo deberán estar aquí, en este mismo lugar. Gracias.

Frozen fireOù les histoires vivent. Découvrez maintenant