Capítulo 14

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Suspiré mientras movía la pierna nerviosamente. Mis padres llevaban metidos en una habitación con los reyes de Harliam por lo menos media hora y no nos habían dejado entrar ni siquiera a los príncipes herederos.

Hablando de príncipes herederos, Adam no había dejado de mirarme en esa maldita media hora. Yo estaba deseando que salieran ya nuestros padres, porque quería enterarme de lo que estaban hablando. Además, Adam me estaba poniendo nerviosa.

Nosotros estábamos sentados una mesa rectangular que había en uno de los salones del palacio. Naomi estaba a un lado mío, parloteando con Josh que estaba a su otro lado. Dave estaba discutiendo con Rick y con la hermana de Adam, que se llamaba Grace. Eso es a lo que yo llamo hacer amigos nuevos.

Enfrente mío estaba Darwin, que cada pocos minutos me ponía una cara rara que me hacía reir. Adam estaba a su lado, mirándome fijamente ( y ya estaba empezando a asustarme de verdad). Mi hermana Gema estaba completamente feliz en el regazo de Darwin comiendo las golosinas que él le acababa de dar.

- ¿Me das una chuche? -pedí a mi hermana, en parte para romper el silencio.

Ella negó con la cabeza, con sus mofletes repletos de chuches. Parecía un pequeño hámster.

- Por favor...-volví a decir poniendo ojitos.

- ¡Que no!

- Sólo una...-imploré haciendo un puchero- Aunque sea pequeñita...

-¡Son MIS chuches! -dijo ella poniéndose otra en la boca mientras me sonreía.

Darwin nos miraba sonriendo de una manera extraña, pero Adam frunció el ceño en dirección a mi hermana.

- Es una orden de la princesa -le dijo quitándole la bolsa de chuches de sus manos-, y tú tienes que obedecerla.

Tiró la bolsa de chuches por encima de la mesa y cayeron delante de mi sitio, pero estaba tan sorprendida que no reaccioné. Todos se habían quedado con la boca abierta mirando a Adam excepto su hermana, que estaba mirando sus manos.

A Gema se le llenaron los ojos de lágrimas.

- ¿Por qué me quitas mis chuches? ¡Yo quiero mis chuches!

La camiseta de Adam se comenzó a quemar, pero a él no le afectaba. Aunque parecía bastante molesto. Mi hermana, que había empezado a llorar, le pegó un puñetazo en el brazo y salió corriendo hacia la habitación donde estaban mis padres.

Adam se levantó de la silla con la mandíbula apretada.

- ¿Quién se ha creído que es es niñata?

Darwin, Grace y yo nos pusimos en pie.

- ¡Adam! -gritó su hermana.

-¡Por Dios, Adam! ¡Es solo una niña! -exclamó Darwin entrecerrando sus ojos.

- ¿Quién te crees para quitarle sus chuches y llamarle niñata? -le grité con la cara como un tomate por el enfado.

- ¡Vosotros dos, sentaros ahora mismo! -les ordenó a Darwin y a su hermana- ¡Y no os atreváis nunca más a levantarme la voz!

Miré con los ojos abiertos como obedecían y Darwin enterraba su cara en sus manos.

- En cuanto a ti -Adam suavizó su voz al dirigirse a mí-, tienes que aprender a imponerte ante los demás. Pronto te convertirás en la reina de una dimensión, o en la de dos, y tendrás mandar sobre los demás. -me guiñó un ojo.

Me entraron ganas de vomitar, pero ignoré la indirecta y todo lo que había dicho.

- Me das asco. -susurré mientras me daba la vuelta y salía y también de ese salón.

Frozen fireWhere stories live. Discover now