Capítulo 24

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Rees:

Tomé el vaso lleno de Whisky y me lo empine hasta dejarlo solo con unos cubitos de hielo que tintinearon al momento de bajarlo. Ahogarme en alcohol no era la mejor opción de superar un corazón roto pero vaya si no ayudaba a sacar todo mi enojo que no sacaba estando sobrio.

Hace unas horas, cuando me tomé el primer trago, Kyle me preguntó si estaba bien. Le respondí que estaba perfecto, mejor que nunca. Sí me preguntara ahora que tenemos una botella en nuestro organismo, de seguro le digo que mi corazón está llorando sangre.

—Esta mierda duele —le dije a Kyle pegándome en el corazón.

Aun no estaba al nivel de estupidez, pero si al nivel de preguntar todo lo que este imbécil junto a mi podía decirme. Sabía que conocía a Renny de tiempo atrás, nunca pregunte de donde, pero era hora que hablara.

— ¿Qué quieres saber? —preguntó sirviendo dos tragos más.

—Todo, quiero saber todo.

Kyle suspiro antes de empezar a hablar, todo parecía un sueño como si me mostraran las imágenes en mi cabeza. Kyle conoció a Renny a los nueve años, estudiaban juntos. Deje que me contara como se hicieron mejores amigos, de como él estuvo para ella cuando todo se vino abajo. No menciono a la élite en toda la narración, no me menciono a mí, ni a mis padres. Contó historias graciosas de ellos.

De cómo Renny le gustaba imitar a su profesora de matemática y como le gustaba la literatura inglesa desde muy pequeña.

No fue hasta que terminamos el cuarto vaso que dijo...

—Le gustabas desde pequeños, siempre llegaba a contar tus historias de súper héroes. Recuerdo tan bien como contaba que se sentaban en un columpio en el patio mientras tú imitabas a Capitán América o a Thor. También supe el momento en que las motocicletas cambiaron tu vida, fue el mismo momento en el que yo me involucre en ese mundo también, todo porque la acompañaba a verte correr. Nunca imagine que mi uno de mis mejor amigos tiempo después fueras a ser tú, lo sabía todo de ti. Estúpidamente marica como suena, tú me metiste a este mundo.

Mi corazón se contrajo de pensarlo, no la recordaba a ellas en las carreras, no sabía que iba a verme, no sabía que sentía cosas por mí en ese entonces. Yo era un niño intentando llamar la atención de cualquiera. Me encantaba al igual que Holly ser el centro, nunca fijándonos de lo que pasaba a nuestro alrededor. La abuela realmente se había cagado en nosotros.

—Después que sus padres murieran todo se vino abajo para ella, estaba muy deprimida, obsesionada con ver fotografías el accidente, vídeos, noticias... era estúpido ya que la mandaba a un sufrimiento monumental cada vez que abría algún link. La casa de acogida no ayudo mucho, ella se revelo, probo muchas drogas, se hizo sus tatuajes, se aclaró el cabello...

Kyle negó con la cabeza como si yo pudiera comprender todo. Renny era tan diferente a como era antes, tatuada, delgada, con el cabello diferente, una actitud más alocada. Toda ella era un ser distinto. Cerré los ojos intentando recordar a la niña que se vestía como Holly, hablaba como la élite y llamaba mi atención manteniéndose al margen de todo. Me encantaba que no llamara la atención en ningún sentido, me encantaba que fuera pura y tranquila. Diferente a mi hermana, más sumisa.

—Nunca fue a Estados Unidos como todo mundo supuso en Londres, sus abuelos no la quisieron porque les recordaba a su madre, además no podían mantenerla. Lucy, una de las practicantes —en ese entonces— la llevo con sus padres y los convenció de la adopción. Renny encontró un hogar y volvió a ser ella por unos años hasta que volvió a los problemas. No sé qué la hizo regresar a la locura de estar en la fraternidad y de trabajar en bares. Le iba muy bien en la Biblioteca de Londres ¿Sabías que ella ama leer? Como sea...

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