CAPÍTULO 14

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-Kate, despierta que ya hemos llegado - me dijo mi prima dándome suaves golpecitos en el hombro.

Gruñí y me acomodé mejor en el coche, pero fue mala idea, porque la paciencia de mi prima es escasa y me pegó un empujón que por poco no me caigo del coche. Me levanté de un salto, ya que estaba tumbada con medio cuerpo fuera y corrí hacia mi prima que auntomáticamente salió corriendo estaleras arriba hacia su cuarto, subiendo las escaleras casi me caigo pero finalmente llegué a su cuarto segundos después que ella, pero fue lo suficiente rápida como para cerrarme la puerta en la cara, menos mal que me eché hacia atrás justo antes de que me diese la puerta en la nariz.

- ¡Abre la puerta ahora mismo si no quieres que te tire por la ventana! - le grité haciéndome la enfadada y luchando por contener la risa.

- Se que no me tirarías por la ventana ni aunque estuvieras ahí una semana sin que yo abriese la puerta - dijo medio riéndose.

Yo no aguanté más y empecé a reírme tirada en el suelo, menos mal que el cuarto de mi prima estaba lejos del cuarto de mis tios, porque estábamos formando mucho jaleo. Amaba su casa, era gigante y por dentro estaba decorada super bien.

Por fín, después de un buen rato abrió la puerta, y cuando la ví no pude evitarlo y me tiré otra vez al suelo sin poder parar de reírme. Tenía varios cojines alrededor del cuerpo cogidos con cinta aislante y apenas podía moverse.

- ¿Por... por... por qué te has puesto eso - dije cogiendo aire y señalándole - alrededor del cuerpo?

- Porque si pensabas tirarte encima de mí y, seguramente caeríamos al suelo, no quiero hacerme daño - dijo levantando la barbilla, orgullosa de su magnífico invento.

Me levanté del suelo corriendo y sin que le diese tiempo a apartarse me tiré encima de ella y caímos al suelo dando un ligero bote por los cojines.

Las dos empezamos a reirnos hasta que vino mi tia a decirnos que nos arreglásemos para salir a cenar fuera.

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- Ese vestido es divino - le dije a Elena observando su vestido rosa.

- ¿Enserio? No estaba muy segura de si ponérmelo, porque creo que es demasiado corto.

- Que va nena, es perfecto, no se te ve nada de nada, te lo prometo - seguidamente la abracé y bajamos las escaleras hacia el salón, allí estaban mis tios vestidos elegantemente y mi primo pequeño con una camisa, unos pantalones de vestir, una americana y una pajarita, estaba sencillamente adorable.

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Estábamos comiendo en la terraza de un restaurante muy elegante y que, por cierto, estaba lleno de gente, menos mal que conocíamos a los dueños y teníamos una mesa reservada.

- Bueno tia, como te estaba contando, que estaba Davis justo en frente de mí en el recreo, y no paraba de mirarme, como si... como... como te mira a ti ese niño - señaló justo detrás mía, cuando me dí la vuelta para ver quien era el corazón me dio un vuelco.

- Tia, que ese es Dallas - le dije sin querer mirar hacia atrás.

- Tu no mires, pero está viniendo hacia aquí - abrí los ojos poniendo cara de miedo.

- No, no, no, no, no - susurré mirando a mi prima - ¿está cer...?

- Hola, Kate. Te estaba buscando - me dijo muy cerca, me giré empujándolo un poco hacia atrás para tener más espacio.

- Me importa una mierda lo que estuvieras haciendo, si no te importa estoy comiendo con mi familia - dije dándome la vuelta y mirando a mi familia que a su vez me miraba raro, ya que no entendían nada de lo que estábamos hablando.

- Por favor Kate, solo quiero disculparme. Solo quiero una oportunidad para que puedas perdonarme - dijo mirándome a los ojos.

- Perdonadme, ahora vuelvo - dije esperando la aprobación de mi tía, me asintió y me levante evitando la mirada de mi prima que seguramente me miraría con cara de "me lo tienes que contar todo". - Venga, vamos. Tienes que tener una escusa muy buena para que te perdone.

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Las palabras en cursiva significa que están hablando en ingles.


Las casualidades, ¿existen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora