CAPÍTULO 12

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Me despertaron unos susurros a mi izquierda, me moví un poco y cesaron, no tenía ganas de abrir los ojos, así que solo me estiré y me cambié de postura, estaba de espaldas a la pared, cuando oí que otra vez alguien comenzaba a susurrar, pero al cambiarme de postura los susurros provenían de mi derecha.

Abrí los ojos lentamente y sonreí al encontrarme a mi abuela sentada cerca de mi cama y acariciándome el pelo.

- Abuela, ¿Qué haces aquí? - le pregunté - es decir, me alegro que estes aquí, no quiero que te vayas otra vez. Te echo mucho de menos. - le dije con lágrimas en los ojos.

- No llores pequeña, yo siempre estoy aquí, y gracias a ti hasta he visitado California - me dijo con una sonrisa en sus labios.

Me levanté para abrazarla, pero cuando la iba a tocar se desvanecía.

- No me puedes tocar, pero yo a tí si - acto seguido me acarició la mejilla - Kate, esto es un sueño, pero es tan real como tú y como yo, vengo para decirte que un gran amor te espera y que tienes que tener mucha paciencia, se que ahora lo estas pasando mal por Dallas, pero no te preocupes, porque al final vas a ser feliz. Y cuando creas que estas sola piensa que yo siempre voy a estar aquí - dijo señalándome mi corazón.

- Pero eso no es suficiente abuela, necesito tus abrazos y tus besos, hasta tus regañinas - dije conteniendo las lágrimas.

Levantó su brazo y me las secó con cuidado, yo me acerqué más para sentir su tacto contra mi piel, quería guardar este recuerdo en mi mente para siempre, aunque solo fuese un sueño.

- Y ahora me tengo que ir pequeña, pero no olvides que siempre estaré contigo, apoyándote en todo lo que hagas, te quiero - y con esas últimas palabras me besó en la mejilla y se desvaneció, así sin más.

Abrí los ojos y me senté en la cama asimilando y recordando parte a parte el sueño que había tenido, me sequé unas lagrimillas que se me escaparon y me levanté dispuesta a pasar un gran día con mi familia

Me puse unos leggins negros, una camiseta blanca con el logo de starbucks y encima de ella una sudadera rosa con el nombre de Escocia en inglés y su bandera.

Cogí mi mp3 rosa, mis cascos lg blancos y el libro que me estaba leyendo. No me daría mucho tiempo, pero al menos llevaba algo.

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"Someday I'll be living in big old city, and all you every gonna ve is mean
Someday I'll be big enough so you can't hurt me and all you every gonna be is mean" cantaba de camino a la casa de campo, mis abuelos querían que le dijesemos "casita de campo" pero a quién queríamos engañar, era una casa muy grande, a mi me encantaba quedarme allí en verano porque no había preocupaciones y estaba tan aislada de la gente que no te tenías que preocupar por nada, solo te relajabas y ya está.

Entramos por un camino de piedrecitas y guardé mis cascos y mi teléfono en mi mochila. Nada más que el coche se paró salí corriendo a saludar a mi prima Elena, aunque era tres años más pequeña que yo, cuando estábamos juntas parecíamos de la misma edad y me lo pasaba realmente bien con ella. Nada más que la ví me sonrió y vino a abrazarme también.

- ¿Que tal estás prima? Que guapa estas - me dijo mientras nos separabamos del abrazo.

La miré de arriba a abajo y le sonreí, estaba mas delgada y más guapa que cuando la vi por última vez. Con su pelo rubio y esos ojazos azules. Era casi de mi estatura y eso que yo era alta...

- Anda que tú, estas más alta y más guapa - dije abrazándole de nuevo. - Bueno, ¿dónde está tu hermano?

En ese momento escuché pasos detrás mia y creyendo que era mi primo me giré rápidamente a abrazarlo. Pero me paré en seco al ver que no era mi primo.

Las casualidades, ¿existen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora