Mas Que Física(terminada).

31-princesa

31-Princesa

"Loren"

Me muevo impacientemente por la habitación, Alex ha salido hacía casi una hora y mi estómago reclamaba comida.

Aprovechó y llamó a mi madre, está me da un gran discurso acerca de cuidarme y no desvelarme, justo antes de colgar Alex entra en la habitación muy sonriente.

-si, hablamos luego, yo también te quiero.

Alex ríe y se acerca a mi, tomándome por la cintura y besándome en los labios.

-debemos irnos.

Asiento y tomo mis cosas. Ambos caminamos por el pasillo de la posada, un silencio invade esta, el sonido de las olas agolpar con la arena, es lo único que se escucha, un sonido muy relajante, la luna puede verse reflejada en el agua.

De la bolsa del pantalón de Alex tomó mi móvil, nunca me ha gustado cargar con bolsas, por lo que mi móvil, labial y las llaves de la habitación las cuida Alex. Con mi móvil tomo una foto al paisaje, aunque esta sale muy apenas visible, pues la luna es la única que ilumina tenuemente.

Camino de la mano con Alex, mientras hablamos cosas sin sentido, tras un largo caminar llegamos a un restaurante, este parece acogedor, ambos entramos.

-¿a dónde vas?-pregunta con diversión, cuando camino hacia una mesa vacía.

-creo que es obvio.

-ven-toma mi mano y la besa.

Miro a mi alrededor y solo una pareja está sentada, aunque esta por lo que alcanzó a ver está por irse.

Camino tras de Alex y llegamos a un área del restaurante, donde está se divide en dos, una parte que da a una azotea, por lo que se alcanza a ver y otra hacia la cocina.

Ambos subimos y Alex no pierde el tiempo en mirar mis piernas, pues el short que llevo se lo permite, y siento su mirada recorrerlas.

-¡Alex!-gritó sonrojada cuando esté muerde mi pierna.

-no grites.-murmura arrinconándome contra la pared.

Sus manos apartan el cabello de mi cuello y sus dientes se clavan en este sin mucho rodeo, una de sus manos viaja buscándose paso por la tela de mi short, encontrando así la tela de mis bragas, las cuales aparta y toca directo mi clitoris. Su otra mano me toma por la nuca profundizando nuestro beso, donde nuestras lenguas ya se encuentran.

El sonido de unas llaves me hace apartarle bruscamente de mi, este hace algo que llama mi atención, lleva sus dedos a su boca, saboreando mi sabor en ellos, de una manera que me gusta.

Entonces miro a mi alrededor una mesa es lo único que está en la parte alta de la azotea, rodeada por rosas rojas y velas.

-es hermoso-Alex se acerca por detrás mío y me toma acercándose más.

-no más que tú.-pasa uno de sus dedos por mis labios, invitándome a jugar con el.

-bienvenidos-una masculina voz nos llama.-la comida está lista señor.

Ambos agradecemos cuando esté nos deja una mesita al lado de la mesa grande, la mesita lleva sobre si un gran plato con una tapadera y a su lado un recipiente con hielo y lo que parece una champagne.

-Alex.-llamo su atención, este me sonríe.-yo no puedo beber.

Alex ríe y toma la botella en sus manos.-nada te pasará princesa.

Vierte el contenido de esta sobre una copa vacía y me la pasa.

Doy un pequeño sorbo y río, esta es solo soda de manzana.

Me siento cuando Alex me retira la silla, este camina hacia la mesita y aparta la tapadera.

Una mediana langosta aparece ante mi.

-una vez me dijiste que querías comerla y aquí está.

-gracias amor.

La cara de Alex me mira con duda y cubro mi boca, las palabras han salido sin pensarlo. Alex se acerca a mi y me besa.

-descuida princesa, lo único que me molestaría de que me dijeras amor, sería que no puedo escucharlo de tus labios todo el tiempo.

Doy un sorbo a mi copa, tratando de aclarar mi garganta, con Alex es tan fácil quedarme sin palabras.

Ambos comemos con una que otra pregunta, hasta chistes me ha contado Alex.

Alrededor de dos horas después, ambos nos vamos.

Caminamos tranquilamente por las orillas de la playa,  la arena se entremete en nuestros pies, vamos descalzos.

-¿alguna vez lo has hecho bajo la luz de la luna?-preguntó.

-¿estás proponiéndome algo acaso?

Asiento y apartó los botones de mi blusa, Alex se acerca a mi apartando los tirantes de mi sostén y desabrochandolo.

-podré acostumbrarme a tu cuerpo-habla dejando un camino de besos por mi cuello, mi sostén cae al suelo.-a tus gemidos que son como una melodía. -sus manos apartan mi short.- al sentir tu cuerpo tan sumiso a mis caricias.-mi braga cae al suelo.

Instintivamente miro a mi alrededor,  sería penoso que nos encontrasen en esta situación.

Apartó la ropa de Alex, este admira mi cuerpo, como si fuese algo especial.

-tantas noches soñé con tenerte así, el no poder besar tus labios por miedo a tu rechazo.

Sus dedos se abren paso entre mis piernas, adentrándose en mi interior, gimo.

-pero no estabas.

Me recuesta sobre la arena, la molesta arena que terminara en los lugares más privados de mi cuerpo.

Besa todo mi cuerpo, y aleatoriamente muerde algunas partes. Como mis pezones tan erectos ante el, que duelen.

Su lengua se mueve sin parar sobre mi clitoris, yo solo empuñó mis manos sobre la arena.

Mi cuerpo se arquea pero Alex me gira, poniéndome a cuatro. Sonrie acercándose a mí y besando mis labios, pero luego se vuelve hacia atrás.

Escucho como este rompe un preservativo y momentos después entra lentamente en mi.

Besos deposita sobre mi espalda, tomando mis caderas en sus manos y ayudando a ese fuerte vaivén que comienza.

Gimo, gimo con todas mis fuerzas, temiendo ser escuchados, Alex también lo hace.

Los espasmos comienzan a sentirse, mi cuerpo contraerse y mi liberación llegar, Alex momentos después también lo hace.

-será mejor que vayamos a la habitación, no quiero que alguien nos arruine nuestro momento.

Sin más sale de mi, dejándome una sensación de vacío.

***Gracias por leer.