9-emociones

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9-emociones

"Loren"

-al fin ha llegado.-Garrett me hala del brazo llevándome de nuevo al comedor.-vamos-dice cuando ha terminado de colocar las compras en la mesa.

-vaya misterio el del famoso hombre.-ambos reímos y caminamos en dirección a la sala. Un grito proveniente de Carlos me hace correr, junto a Garrett.

-mierda.-murmuro al ver como Carlos mira a Lorenza.

-¿Qué no debías estar en casa? –la toma del brazo y decido intervenir.

-Carlos, déjala. – separo a Carlos de Lorenza, quien mira hacia el piso con vergüenza.-tranquila.-la acurruco entre mis brazos y Carlos sale de la casa furioso.-ya se le pasara.-Lorenza mira tras mis hombros y limpia una lagrima que baja por su mejilla.

-lo siento.- murmura tímidamente.

-no te preocupes.-acomodo su cabello y dirijo mi vista hacia Garrett.-En verdad discúlpenme, esto ha sido mi culpa, Garrett perdón.-Garrett niega y sonríe.

-en realidad la culpa ha sido mía.-una voz masculina habla tras mis espaldas, la conozco perfectamente.

-profesor.-murmuro, Jorge asiente y toma a Lorenza por los hombros, dando un beso en su frente.-yo te he obligado.

-¿y bien, quien es la famosa amiga de Garrett?-su voz, esa voz, mis piernas flaquean, mi corazón comienza a latir con toda su fuerza posible y me giro, teniendo frente a mí a Alex.

Ese hombre que me hizo sentir, que me hizo ver las cosas de miles de maneras, y que cuando por primera vez bese sus labios, todo fue tan distinto, tan maravilloso, y esas caricias por mi cuerpo, su piel en mi piel, siendo una sola, dos cuerpos que se dejaron entregar con toda la pasión y amor posible. Los mejores momentos de mi vida los había pasado a su lado, en poco tiempo, un tiempo que fue intervenido por culpa del destino, un cruel destino. Pero tal vez así debía ser.

-Alex.-hablo en un leve susurro, mirando como el también parece salir de un trance, Jorge llega a su lado y murmura algo, no le entiendo, en estos momentos fijo más mi vista en Alex.

-Loren.-habla.

Y es como si en mi mente se repitiese esa película, donde ambos tras pronunciar el nombre del otro nos fundimos en aquel beso, ese roce de nuestros labios, donde no importo nada, ni nadie. Ese día cuando me entregue a él sin importarme nada, solo lo que yo sentía y no podía callar por más tiempo.

Entonces también agolpean en mi mente esos momentos donde lisa siempre nos dividió, donde nuestra corta relación fue obstaculizada por ella. Aunque tampoco es como que supiese, yo también engañaba a Bill sin impórtame.

-¿a qué es genial?-Garrett cuestiona y yo asiento.

Siento como los segundos parecen horas, y no puedo salir de esa película vivida, teniendo frente a mí a ese protagonista que trate de borrar de mí memoria por mucho tiempo.

-vaya sorpresa.-habla dando pasos hacia mí, se siente como si hubiese kilómetros de distancia entre ambos.

Cuando por fin llega hasta mi besa mi mejilla, tan cerca de mis labios, que por poco se rozan, dejándome con una sensación de vacío, me envuelve entre sus brazos y le correspondo en un rápido abrazo, donde trato de absorber todo el perfume de su piel posible, llenándome lo más posible de él. Tocando su piel, sintiendo que esto no es un sueño, como tantas veces los tuve, sintiendo que es una realidad. El frio me invade al sentir como se desprende de mí, sorbo mi nariz y limpio una lagrima que baja por mi mejilla.

-¿pasa algo?-cuestiona lisa posicionándose a su lado, y siento esa rabia, esos celos que siempre sentí al verle de esa forma.

-nada, es solo que, me ha traído tantos recuerdos, me alegro por ustedes, que bueno que al fin han formado una familia. En verdad lucen bien.-sonrió y Lorenza me abraza.

-debo irme.-murmura y yo asiento.

-discúlpenme en verdad, debo irme y llevar a Lorenza a su casa.

-te entiendo.-lisa me abraza y siento un remordimiento, por saber que gracias a mi Alex le fue infiel.

-yo las llevo.-Jorge sonríe y toma las llaves de la mesita.

-no es necesario, podemos tomar un taxi.

-Jorge las llevara.-el tono de Alex suena autoritario, me mira y con sus ojos me hace un asentimiento. Esos ojos que no han dejado de tener esa sintonía con los míos, tan café, tan perfecta.

-gracias-murmuro despidiéndome de los presentes, recibiendo nuevamente un beso de Alex, mi piel se eriza pese a ese tacto.

Los tres salimos y nos adentramos en el coche, Jorge maneja con precaución y de vez en vez me mira por el espejo.

Quiero llorar, gritar, pero no debo, no frente a ellos. 

***Gracias por leer.

Mas Que Física(terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora