Capítulo 10

80 10 7
                                    

Dame y te daré

—¡Ay¡ Victoria me duele, me estás jalando mucho —digo, nunca imagine estar con la perturbada hermana de Steven arreglando mi cabello.

—La belleza nunca ha sido gratis, querida —me dice Vicky muy entretenida rizandome el cabello.

Ya ha pasado bastante tiempo o a mi se me ha hecho una eternidad, Steven intento entrar pero Victoria lo sacó casi a patadas de su propia habitación, me reía a carcajadas; viendo como Steven intentaba entrar y su "amada" hermana le machacaba los dedos con la puerta. Steven se rinde y se va, y el rostro de Victoria asusta ya no esta sonriente, esta muy sería como si le hubieran dicho que sus padres habían muerto.

—¿Tu que sientes por mi hermanito? —eso sí que fue inesperado, no se que responder. Él me gusta pero no de esa forma, el amor es demasiado complicado— sabes, Él esta loco por ti, todos los días sólo habla de ti, de los hermosa que eres, de cómo tu sonrisa lo enamora más; por favor contestame. Steven es muy importante para mí, más de lo que te imaginas.

<Parece que a todo el mundo le dio por enloquecerse, Victoria sería eso es imposible. Sigo esperando a que se ría y todo eso>

El silencio se torna demasiado un incómodo y a pesar de que mi cabello esta casi listo, y ella no parece rendirse.

—Lisa no es chiste, contesta —Steven me gusta, y hasta para mi suena raro; pero Thomas ya no me importa, al final no era tan importante, sólo me gustaba; no estaba enamorada de el.

—Él me gusta —dije sonrojandome, sintiéndome feliz de decirlo— es demasiado especial conmigo, por muy raro que suene siento algo que nunca había pasado estoy feliz y algo asustada —no como amigo, sino como algo más.

—Supongo que esta bien —me dice dedicándome su linda sonrisa, tan perfecta; que solo se puede lograr con dos insufribles años con frenos— cuidalo mucho, no quisiera volver a verlo triste.

—No te preocupes, queda en las mejores manos —lo digo con un tono de voz poco convincente no se porque dije eso, si no soy capaz de cuidarme a mí misma.

Al parecer Vicky termino de peinarme, ya que no siento más molestos jalones.

—Gracias, quedaron geniales —Le digo a la perturbada, que lo único que ha hecho es peinarme.

—Muy bien vete que Steven debe estar muriendo del aburrimiento —antes de irme Vicky, me entrega un paquete; juró que en este momento la mataría, pero en un futuro puedan ser útiles. Fue demasiado perturbador.

≈∆≈

Este día no puede ser más raro, por que Dios controla el mundo, no se como rayos la "salida de amigos" se convirtió en una "cita" no se como expresar lo que siento; supongo que asi se siente el enamoramientos. Todos están locos, mis padres por dejarme con el idiota de Thomas, Steven por aparecerse en mi vida así como Pedro por su casa y yo, solamente les sigo el juego sin derecho siquiera a protestar, sin preguntarme si quiera que es lo que realmente deseo

—Lisa estas bien, estas muy seria ¿Quieres algo o prefieres irte? —gracias Dios, si me quiero ir y tener la salida de amigos que prometimos tener, estar sola con Steven me pone nerviosa. Tengo el extraño presentimiento de que hoy Él hará lo que tanto temo que pase.

—Q-quiero irme, este lugar no me agrada —me libere de un peso muy grande, Steven es demasiado extravagante y es el único que usa su apellido para entrar a un restaurante ultra exclusivo, con la ropa menos adecuada y también omitiendo el pedir una soda.

—Muy bien linda, tu mandas.

<Awww me dijo linda, es demasiado tierno y adorable siempre las espere de Thomas y nunca llegaron, tal vez en el fondo sólo estoy con Steven para llenar el vacío que Thomas dejó en mi, t>

Salimos de aquel asfixiante lugar para volver al parque de diversiones, el plan inicial. Este parque es realmente grande no se si podamos subir a todos las atracciones; este día promete ser inolvidable.

—¿Estas lista?

—Yo nací lista.

≈∆≈

Han pasado un tanto más de tres horas de muchas risas y un susto de muerte; después de que Steven se ahogó con el hueso de una de las alitas que estaba comiendo con tantas ganas. Esta ha sido una de las mejores citas que he tenido.

<Espera ¿¡QUE!? cita no, sólo es una salida de amigos nada mas>

No quiero que este día acabe, parece obra de un mago todo es demasiado perfecto excepto las grises nubes que amenazan con descargar toda el agua que llevan. No quiero que esto termine sólo quiero estar con Steven y que ninguna zorra lo mire, me molesta tanto como lo miran, se lo devoran. Acabo de darme cuenta de algo innegable esas tipas son unas depredadoras y no se van a rendir hasta sacarle algo más que su número.

—Te he dicho hoy lo hermosa que te ves —me dice Steven al oído haciéndome estremecer.

—G-gracias supongo —le respondo sonrojandome a más no poder.

Justo cuando pensé que el día sería perfecto y empieza a llover, en otra ocasión no me importaría, pero justo ahora no llevó nada puesto bajo mi camisa; intentó correr hacia un refugio pero ya es demasiado tarde, estoy empapada y dos pequeños pezones sobresalen en mi camisa. Steven mira mi cuerpo con mucho detalle sobre todo mi pecho; hace que mi cara tomé un escandaloso color carmesí se acerca con mucho cuidado detrás de mi oreja y me susurra.

—Ven que te voy a enseñar algo que nunca olvidarás —después de decir eso, muerde mi oreja y me produce un cosquilleo difícil de describir.

Después de eso me arrastra fuera del parque no para de llover y el frío sólo empeora la situación, haciéndola más escandalosa y vergonzosa; por que ya no es sólo Steven el que me mira.

≈∆≈

Después de un largo camino llegamos a casa de Steven, estoy cansada ha sido un día de locos pero no me arrepiento de nada.

—Ayy Lisa cariño mira nada más como estas —me dice la loca de Victoria— y tu cabello, parece como si te hubieras escapado de una tribu caníbal, ven quiero darte algo.

Esas palabras no me inspiran confianza pero mi ropa esta empapada y tengo mucha sed, tanto que mataría por poder beber agua. Vicky me lleva a la cocina y me prepara una rica limonada de cereza.

—Mira es para ti —me dice Vicky, pruebo un poco sabe delicioso e inmediatamente desaparece, esta tan deliciosa que podría tomar esta limonada toda la vida.

Después de unos pequeños bocadillos siento sueño, pero no es normal me pesan los párpados y...

La luz al final de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora