Capítulo 8

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Recuerdos dolorosos

Estamos en un hotel cualquiera, miró en todas direcciones buscando un salida, es ridículo el idiota de Thomas es más fuerte que yo ni en un millón de años podría igualarlo, esperó que aparezca alguien a salvarme en este momento. Thomas habla con la recepcionista, parece que se conocen. Odio este lugar mientras más rápido nos vayamos será mucho mejor.

Me acercó a Thomas y trató de decirle que nos vamos pero lo único que hace es dedicarme una linda sonrisa y decir casi entre dientes.

—Que ni siquiera, se te ocurra irte —dice y su expresión tiene un cambia drásticamente, me quiere matar con su mirada.

≈∆≈

Después de casi dos horas de esperar a Thomas, mientras yo moría lentamente de aburrimiento. Fuimos a una habitación; yo de muy mala gana y mucho miedo de lo que me pudiera pasar. Llegamos a la habitación un lugar bastante ordenado; no de mi gusto, pero si muy ordenado.

—¿Qué te parece? —me pregunta Thomas sonriendo, no lo entiendo él es tan cambiante que estoy al borde de la desesperación y la locura.

—Esta bien —dije con desgano, este lugar no me gusta para nada. Empiezo a odiarlo sin razón o tal vez mi sensor de peligro se activó.

—No, tu estas mejor —mientras de muerde el labio y me mira como un depredador —Me gustas

<PERO QUE... si en la mañana me decía que sólo amigos y ahora le gusto, este tipo me pone furiosa no puedo pensar con claridad, me siento una completa perra igual que Isabel por hacer lo que hice. Esta no soy yo no me entiendo , estoy muy confundida, Steven y Thomas, mi padres todo pasó tan de repente que aún no lo digiero todo>

—Oye no crees que deberíamos irnos a casa, tuve un día bastante agotador y me imaginó que tu tambien —digo muy nerviosa, siento el peligro, pero el miedo me paraliza.

Thomas deja de mirarme como a una presa pero ahora se ve más peligroso,como quisiera que Steven me rescatara. 

—Lisa ¿Estas bien? —me pregunta el, yo sólo asiento estoy demasiado sorprendida como para articular palabra —Y tu idiota espero que tengas seguro porque te voy a moler a puños, ademas parece que no pierdes la costumbre con este lugar  —le dice a Thomas muy enojado.

—Claro, ya quisieras tu volver a estar conmigo, inténtalo fracasado. ¿Te vas a meter en una pelea por alguien que sólo siente cariño por ti? No me hagas reír pobre iluso —dice Thomas con aires de superioridad —ella está enamorada de mi y no de ti. No entiendo por qué tratas de convencerte de que te querrá —la situación se torna muy incómoda, ¿Thomas me ve como un objeto? ¿Le gusto? Y si Thomas me quiere podré querer a Steven. Realmente no sé, sólo sé que las cosas se pondrán feas.

—Puede que sienta eso por ti, pero ella se cansara de estar rogandote cariño y en ese momento yo la haré mía —¿Ellos dos se conocen? ¿Por qué se odian? —O ya te olvidaste de Emma —La cara de Thomas es una mueca incomprensible.

—Ella se ilusionó sola, yo no le pedí enamorarse de mí —dice Thomas; ambos están muy enojados y yo me empiezo molestar, siento que ellos están peleando por un objeto y no permitiré ser llamada o tratada como tal.

—Suficiente no permitire que sigan discutiendo sobre mi como si fuera un trofe, nadie les pidió su patética opinión dejen de ser ridículos o es que acaso piensan que soy un objeto por el que se tiene que competir —los dos me miran sorprendidos.

Salí de ahí, tomé el primer taxi que vi y me encamine a casa de Thomas. No quería ir allí pero no tenía otra opción, estoy muy cansada mañana tengo clases y tengo que volver a verle la cara a la infeliz de Isabel hay algo peor, no sé sólo quiero descansar hasta nuevo aviso.
Llegó al edificio donde vive Thomas que por cierto es bastante alto, entro y subo hasta el último piso buscó el número del apartamento y me dispongo a entrar; esta rutina empieza a aburrirme pero no puedo irme, me voy a mi lugar de descanso realmente estoy muy cansada me quitó mi uniforme como puedo y me voy a dormir.

≈∆≈

Thomas esto es maravilloso —señalando este hermoso y verde campo, el sol brilla y el cielo se ve espléndidamente azul, esto es muy perfecto.

Claro pequeña hay que celebrar nuestro primer año juntos —esto parece casi un sueño —O creíste que lo había olvidado —mientras me regala una de sus hermosas sonrisas, me derretire

No claro que no.

Esto es tan divertido y perfecto es casi como salido de un sueño o película muy cliché. No importa en este momento soy tan feliz que nada más importa.

¿Me amas? —Le preguntó a Thomas no quiero ilusionarme pensando otras cosas.

-Yo yo...Beep Beep Beep Beep.

Maldita alarma la aborrezco con toda mi alma, como se atreve a sacarme de hermoso sueño. Es raro ya no se que siento, estoy confundida.
Salgo de lo que se podría decir es mi cama, con mucho frío y trató de caminar directo a la ducha y veo a Thomas, con la persona que menos esperaba ver, Victoria. Esta desnuda como todas la mujeres que pisan este lugar ¿Que tienen en contra de la ropa? No pueden tener una visita normal donde no se revuelquen como conejos, parece que está muy cómoda hablando con Thomas; ahora todo tiene sentido lo de despertarme Él, yo regreso a mi punto de partida mi "habitación" me recuesto y esperó la hora para levantarme.

Parece que han pasado siglos desde que los vi no es como si me afectará mucho pero ver a Victoria me trajo esos de recuerdos de hace tres años, me duele el pecho y quiero llorar, quiero dejar de sentir estenudo en la garganta.

—Lisa ya es hora —Claro que oportuno justo cuando quiero desahogarme ahí si le da por levantarme —o piensas quedarte ahí toda la vida.

Me levantó de nuevo con menos ánimos que antes, ¿Por que me afecta? Thomas no quiere nada conmigo pero ¿Por que? Entró a la ducha; trató de no demorarme, pero no lo logró mi cabello es demasiado largo y me toma mucho tiempo lavarlo. Debería cortarlo. Salgo de la ducha, me visto como un rayo y me voy ni siquiera me despido de Thomas, no quiero volverlo a ver. Logró algo que pensé imposible, odiarlo, si lo odio puede que sea demasiado pronto pero el lo logró.

Estoy en el paradero del bus y esperó ver a Steven, para que me anime. El bus esta a punto de llegar y no veo a Steven, justo lo que me faltaba este día no puede ser peor.

—Entregame todo lo que tienes —Me dice una voz que me es familiar y no me da ni una pizca de miedo, sostiene algo punzante no muy intimidante. Unas llaves, sólo en volteo y digo.

—Bonita forma de empezar la mañana, ¿Te imaginas cuanto tiempo llevó esperandote?

El bus acaba de llegar, Steven sólo asiente y me hace señas para que me suba, eso hago y espero no tener que hablar de lo sucedido ayer.

La luz al final de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora