La luz al final de tus ojos

Capítulo 2

Una noticia inesperada

Mmm hay mucha luz, que alguien apague el sol por favor, este sitio es tan agradable; el olor a lavanda, la suavidad de las sábanas, la ropa de Thomas en el suelo; espera ¿Que?, no importa necesito cerrar los ojos un poco más...

...Maldita sea me quede dormida y ahora muero de hambre; el olor a desayuno llega hasta mi olfato, y me levanto para ir a la cocina.

—Lisa esperó que te quieras comer de la lasaña de ayer —Me dice Thomas con su dulce voz— por ahora es lo único que te puedo dar.

—No te preocupes, no hay problema ¿Porque dormí en tu casa? Estoy confundida.

—Ok, primero come y después pregunta —dice Thomas señalando la generosa porción de lasaña

—Esta bien —Lo digo un poco sonrojada y haciendo puchero.

<Maldita sea me porque hice eso, que ridiculez>

—Jajaja que tierna eres.

<Seguramente Thomas ha tenido muchas novias, no puedo imaginarlo intentando conservar la especie... y a pesar de que es un acto completamente natural, no me hace precisamente feliz pensarlo>

—¿Estas bien? Te noto muy distraída.

—Es que es raro mi mamá nunca me había dejado dormir en otro lugar —respondo tratando de desviar mis pensamientos.

<Es cierto mi mamá, siempre fue muy sobreprotectora con eso de salir. Nunca me podía quedar a dormir en otro lugar que no fuera mi casa>

—Llame a tu madre, para avisarle que te habías desmayado, y me dijo que lo mejor era dejarte en mi casa, además pesas mucho era imposible cargarte —Dice mientras empieza a reír— también dijo que se irían de viaje y me pidió cuidarte, así que desde hoy vives conmigo.

<Maldita sea, esto no puede estar pasando no entiendo esta decisión de mis padres, cómo es que me dejan con un hombre, hormonas y todo eso>

—Dime que por lo menos puedo ir, por mis cosas aquí no tengo nada. Y ni creas que voy a usar cualquier cosa —Digo con cierto tono de superioridad.

—Jaja lo se, por eso iré yo por ella —no, esto no puede estar pasando, mi maldito diario casi lo olvido si lo lee estoy perdida, trataré de persuadirlo para ir por mis cosas— si no tienes ningún problema con eso.

<Estúpido diario debí haberlo quemado o por lo menos escribirlo en mi celular, ahora no me estaría preocupando por que alguien más lo leyera en especial Thomas, todas esas estupideces de "anoche soñe que Thomas me abrazaba" "soñe que Thomas decía que me quería mucho" menuda porquería de pensamientos deberían ser algo así como "anoche soñe que Thomas iba conmigo al parque de diversiones... nos subimos al kamikaze y de miedo Thomas se vomito, porque le tiene miedo a las alturas" eso si seria genial>

—No, no hay problema ¿puedo acompañarte? —digo tratando de sonar natural, casi que ni pareciera que necesito ir.

—Muy bien, vamos —contesta Thomas sin darle mayor importancia a mis palabras.

El camino a casa ha sido demasiado incómodo, Thomas no dicho una sola palabra lo veo pensativo. Trató de romper el silencio.

—Tierra llamando Thomas, quiero saber si aún hay vida en ese cerebro —digo mientras paso mi mano por el rostro de Thomas.

—Creo que de momento si —mientras me sonríe— mejor ve por tus cosas, y por favor no te tardes mucho.

No me había percatado que la casa de Thomas y la mía, no están tan lejos. Meto la llave y veo mis cosas perfectamente organizadas en la sala, parece que mamá tuvo mucho tiempo antes de irse, dejó todo limpio. Y una carta con su perfecta caligrafía. En el sobre leo que la carta la debo abrir en casa de Thomas, es raro pero nunca he desobedecido a mi mamá.

≈∆≈

Ya he desempacado casi todo lo que traía, excepto por mis libros, creo que mamá se pasó con la cantidad de libros. Y Thomas no ha dejado de molestarme por eso.

—Jajaja tu mamá siempre exagerando, te empacó libros hasta para el fin del mundo.

—No molestes y ayudame.

—Muy bien, señorita —Mientras hace una pequeña reverencia— como usted ordene.

Mientras Thomas me ayuda a organizar los libros recuerdo la carta de mamá así que decido descansar un poco y leer esa extraña carta.

<Hija mía.

Sólo quiero despedirme de ti, ya que no pude ayer no pude. Te amo con todo mi corazón, quiero decirte que pase lo que pase tienes que ser fuerte. Así no estemos, se fuerte ya que nunca sabes cuando la vida va a probar tu fuerza de voluntad o a darte una increíble sorpresa

Te amamos papá y mamá>

Esta carta realmente me desconcertó a pesar de que siempre son las mismas palabras que mamá me dice cuando se van de viaje. Hay algo en ellas que me inquieta, algo esta mal y no me gusta para nada.