Radio Curly. #1 Styles.

32.

Harry estaba feliz esa nueva mañana ya que había logrado conseguir el patrocinio de otro negocio. Tendría que quedarse hasta tarde para grabar las publicidades, pero eso no le importaba. Mientras más patrocinadores, más dinero para él y para la emisora.

Por otro lado, Sophie le había bajado a la presión de que Harry tuviera que llevarse a Elmo para la emisora todo el tiempo, y luego de que su hermano le explicara que no "moriría por soledad", la pequeña niña había accedido a que permaneciera en casa hasta que alguien llegara.

El rizado subió las escaleras que lo llevaban a la emisora, cuando abrió la puerta principal soplando su café para no quemarse la lengua, vio que estaba vacío, excepto por la rubia que se encontraba dentro en la cabina. Frunció el ceño y luego de quitarse el abrigo caminó hasta donde se encontraba su nueva compañera.

—Buenos días.

—Hola Harry—respondió Hayley atareada con el panel de control.

—¿Qué sucede? ¿Y Josh?

—No sé por qué aun no llega, tenía la esperanza de que tú supieras algo—él negó tomando de su café y acercándose a ella para ver qué hacía. —Estoy medio atareada arreglando todo para el programa de hoy.

Harry frunció el ceño.

—¿Para el programa de hoy? Se supone que eso está arreglado con días de antelación.

—Se borró la información, ni siquiera están las canciones, menos mal que traje el pendrive conmigo donde las tengo—aclaró ella mientras seguía concentrada.

—¿Necesitas que te ayude en algo?

—No, no, está bien, puedo lidiar con esto.

Harry hizo una mueca. Se notaba que la chica estaba nerviosa, lidiaba con todo eso y además, hoy era su primer día en la nueva sección que tanto esfuerzo les había costado construir.

Trataba sobre un espacio para adolescentes. Un día ella daba consejos, recomendaciones y colocaba música para chicas, y al día siguiente se concentraba en darle consejos, recomendaciones y colocar las canciones predilectas por y para los chicos. Al tercer día volvía con las chicas y así sucesivamente.

Como no se sabía la reacción que tendría la audiencia, la tensión que en esos momentos debía estar cargando no era fácil. Aunque los tres tenían mucha fe en que llamarían la atención de los adolescentes con ese nuevo segmento, nunca podían dar nada por sentado. La audiencia era un arma de doble filo, de la misma manera que apoyaban y te hacían ganar popularidad y ranking, podían destruirte con un solo comentario. Hoy día los comentarios por las redes sociales se regaban como pólvora, y como el conformismo cada vez se hacía más presente, las personas ni siquiera se tomarían la molestia de escuchar el programa por su cuenta para ver si lo que decían era cierto o no.

—No, vamos, te ayudaré, debemos pedirle a Joshua que llame a alguien para que revise el panel, no es la primera vez que pasa—Hayley le dio las gracias y mientras él sacaba el guión para organizar las cortinas y canciones de su programa, la rubia seguía sus indicaciones y acomodaba todo.

(...)

—Ahora vamos con publicidad y volvemos con mucho más de Estudio Trendy.

La rubia le hizo una seña para que supiera que ya no estaba al aire y el ojiverde aprovechó para ingresar a Twitter.

HarryCurly: Hey! Chica misteriosa, hoy no has llamado y me tienes preocupado(;

Los minutos pasaban y Harry no recibía respuesta.

—Harry—levantó la cabeza al escuchar su nombre. —Tienes una llamada en línea—él asintió.

—¿Cuántos minutos?