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—Así es, estos son los precios de las cuñas* por duración y repetición.

El hombre frente a Harry asintió observando la hoja que contenía una breve sinopsis de su programa, el horario, el target para el que iba dirigido y la lista de precios con respecto a las cuñas.

—Quiero helado, Harry—pidió su pequeña hermana mientras le daba un apretón a la mano del mayor que la mantenía sujeta.

—Espera, Soph, estoy hablando—la niña hizo un puchero, pero asintió desviando la mirada.

—Bueno, últimamente he tenido muchos gastos porque estoy remodelando la tienda, pero me quedaré con esta información y lo pensaré, no me vendría mal algo de publicidad ya que estamos reaperturando—el rizado sonrió ampliamente para después asentir.

—Eso está bien, mi número de celular está al final de la página.

—Muy bien, te llamaré en el transcurso de la semana, un placer.

Harry sacudió la mano del hombre y luego de desearle feliz día se dio la vuelta para dirigirse a la salida del centro comercial.

—Gracias por esperar, ya podemos ir por ese helado.

—Está bien, ¿ese señor te pagará?

—Eso espero—suspiró. Bajó la mirada para ver como su hermana lo miraba con una sonrisa y los mismos ojos verdes que él poseía.

Entre la emisora en las mañanas y su trabajo de mesonero por las tardes, no había tenido tiempo para pasar con su hermanita. No era justo que la pequeña se la pasara entre el colegio y la casa todos los días. Además, para eso trabajaba duro junto a su madre, para que a ella no le faltara nada y pudieran tener momentos como aquel.

—Hay que comprarle la comida al lorito, Harry.

—Sí, lo haremos de regreso a casa, ¿te parece? —ella asintió.

—¿Le pondrás nombre?

—Veré que se me ocurre.

—Si necesitas ayuda solo llámame, soy buena inventando nombres—Harry rió mientras asentía.

—Mientras Soph, ¿qué sabor de helado quieres?

La pequeña de seis años, colocó un dedo debajo de su barbilla y ladeó un poco la cabeza meditando su decisión.

—¿Qué sabor quieres tú, Harry?

—Te pregunté primero.

—Pero quiero saber yo primero—el mayor soltó una risita y asintió al ver la cara disgustada de Sophie.

—Chocolate.

—¿En serio? Porque yo también quiero de chocolate—concluyó la pequeña balanceado su mano y la de su hermano. Harry sonrió negando con la cabeza.

Cuando ambos estuvieron en la heladería sentados de lo más cómodos y saboreando sus postres. El ojiverde pudo reconocer a una persona que entraba a la heladería.

—Sophie, no te muevas, voy a saludar a una amiga.

—Tráeme una servilleta cuando vuelvas—Harry asintió y se levantó para llegar hasta la chica.

—Elena, hola—la aludida pegó un salto en su lugar al escuchar el nombre de parte del rizado. —No creas que te olvidé, eres la chica de las donas, ¿cómo estás?

Ella asintió en respuesta.

—¿Vienes mucho por aquí? —la chica bufó realmente bajo mientras negaba con la cabeza.

Nunca más volvería a pasar por esa heladería, aunque tuviera que sacrificar el único lugar donde podía comer su sabor de helado preferido.

—¿No piensas hablarme? Porque sinceramente, parezco un estúpido hablando solo.

Harry no entendía a esa chica, ¿por qué no podía hablar como una persona normal?

—No... tengo nada que decir.

—¿Disculpa? —había hablado tan bajo que se le fue imposible escucharla. Además, ni siquiera lo estaba mirando, seguía embelesada observando los sabores de helado.

Aunque ella ya sabía perfectamente que sabor iba a pedir.

—Estoy apurada—habló más alto. Harry frunció el ceño.

—¿Y por eso no puedes hablar conmigo mientras esperas tu turno? —preguntó confundido por su actitud. Elena, por su parte, quería irse.

—Lo siento... No soy buena socializando.

—Me doy cuenta—dijo con un toque de humor. —Bueno pues estoy dispuesto a ayudarte, la primera lección, hablar alto, ¿por qué escondes tu voz?

—Tengo problemas en mis cuerdas vocales.

Ajá.

—Oh—el chico asintió y guardó sus manos en los bolsillos echando una ojeada a la mesa que compartía con Sophie. Ella seguía allí, embarrando su cara con el cremoso postre. —Escucha... ¿puedo comprar tu helado? —ella iba a hablar, pero él no la dejo. —Es mi manera de remendar el desastre de la otra vez.

Ella suspiró, pero asintió con una débil sonrisa sobre su rostro.

—¿Te gusta escuchar la radio? —preguntó el rizado luego de haber estado unos minutos en silencio, la chica asintió.

She Bad de Cameron Dallas comenzó a invadir el local. El ojiverde siguió la melodía con sus dedos golpeándolos suavemente sobre uno de sus brazos cruzados.

—¿Por qué la pregunta? —él alzó las cejas sorprendido de que le continuara la conversación.

—Tengo un programa en una, ¿tal vez hayas escuchado hablar de ella?

—Buenas tardes, ¿cuál es su pedido? —ambos le prestaron atención al joven que atendía.

—Pide lo que quieras—ofreció Harry sacando la billetera del bolsillo de su jean.

—Me da una barquilla de mango, ¿por favor? —el rizado frunció su nariz con desagrado.

—¿Mango? —ella asintió con las mejillas rosas. Harry la observó con curiosidad.

Vaya que esa chica sí que era peculiar. Tanto como...

—¿Tienes hermanas? —preguntó él después de pagar por el postre. —Porque hay una chica que llama a mi programa que...

—¡Harry! —el chillido de su hermana puso en alerta al chico el cual comenzó a retroceder.

—No vayas a irte—la señaló con su dedo índice y ella asintió terminando de recibir su helado.

En cuanto el ojiverde se dio la vuelta y se arrodilló frente a la pequeña niña, Elena aprovechó para irse lo más rápido que pudo del local.

—Maldición Emma, eso estuvo cerca—murmuró temblorosa sosteniendo su cono con ambas manos.

Nada de eso podía volver a repetirse.

******

*cuñas: formato radiofónico publicitario para marcas, tiendas, restaurantes, etc.

Sé que muchas no entienden por qué Emma no quiere conocer a Harry, pero ya más adelante sabremos. Ella tiene sus razones.

Algunas de ustedes tienen mascotas muy... peculiares. lel.

Pregunta-tas: ¿Tienen algún hobbie? Yo... escribo y canto en la ducha con los shampoo como testigo. lol. 

¿Saben decir trabalenguas? Yo sí. Soy buena afsdgk.

¿Cuál es su sabor de helado favorito? Chocolate :P

¿Cuántos años tienen? Yo 19 y no lo divulguen. Shh.

Pao xx. 

Radio Curly. #1 Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora