Cuando anunciaron la premiación, ya tenía la segunda botella a la mitad, iba a emborracharme esta noche, era justo y necesario después de tanto esfuerzo. Lo necesitaba desesperadamente. Después de meses de práctica, después de tanto estrés necesitaba un buen trago y a mi chica en la cama.

Antes de subir al podio Daniells volteo su teléfono revelando a mamá en un mar de lágrimas. Le sonreí tirándole un beso a la cámara. Mamá giro su teléfono revelando a papá y mis hermanos. Holly también lloraba y si no estoy mal creo que Louis estaba a punto de soltar un par también pero a la distancia no podía ver bien.

Desviando mi vista al podio, vi cómo le ponían la medalla de tercer lugar a Mark Benson, el segundo a Moretti y al momento de llamar mi nombre, subí como si no hubiera mejor corredor que yo en el mundo. Me pusieron la medalla dorada como esas porquerías de competencias de gimnasia. Levanté mi puño gritando la victoria esperando al gran trofeo que me darían.

Welch, el representante de Race internacional Company, levantó la copa antes de entregármela, la gente estallo en gritos al mismo tiempo que el confeti negro, blanco y rojo llenaba todo el ambiente.

-Race Hamilton ¿Qué se siente ser el máximo triunfador?

Le sonreí a la bella periodista de CNN, tenía su micrófono en mano y un vestido pegadito al cuerpo color rojo bastante sensual. No tenía intenciones de perder mi reputación de seductor, ni el atractivo que Race tenía. A pesar de ser un hombre comprometido, aún tenía que ser esa figura pública. Amaba ser Rees Race Hamilton.

-Veras, hermosa, esta sensación es mejor que todo el chocolate del mundo. Es como caminar en el maldito cielo.

- ¿Qué dirá la familia Hamilton? Lamentamos horriblemente que no pudieran estar aquí.

-Yo también Quiera, pero sé que están en casa, sintiéndose muy orgullosos de mí.

-De eso no hay duda. Gracias Race, por esta breve entrevista, esperamos verte mañana en el canal. Y a todos ustedes en casa, no se pierdan cada detalle de este momento histórico, donde un chico de diecinueve años logra conquistar la carrera más difícil de todas, en la que ciento cincuenta corredores participan cada año. Volvemos contigo al estudio Bryan.

Cuando el botón rojo de la cámara se quitó, le di un beso a Kiera en la mejilla antes de correr a los brazos de Renny.

-Sabes bebe, quiero hacerme un tatuaje.

Renny levanto la mirada como si se preguntara de qué diablos estaba hablando. Le sonríe comentando que efectivamente quería un tatuaje. Uno que representara todo esto. No podía creerlo, hoy pasaría a la historia y eso me emocionaba enormemente.

- ¡Oh Dios! ¡Si! Será increíble. No duele tanto. Te lo haces en el costado, es un lugar sexy y no tendrás problemas con... bueno, con la política y eso.

Sé que ella se refería a la élite, pero Louis tenía tatuado el nombre de su padre en el corazón y el viejo Harry, tenía casi todo el cuerpo tatuado. Una cosa pequeña no le haría daño a nadie.

Pasamos al menos media hora averiguando donde hacerme el tatuaje, el mejor lugar de Francia era en L'amutatu, en el centro de parís. Pedimos al chofer designado que nos llevara, en todo el camino Renny y yo discutimos acerca de esto. Quería tatuarme algo pero al mismo tiempo quería que ella se hiciera algo conmigo, algo que nos conectara. Pero ella se negó.

-Race, los tatuajes de pareja siempre salen mal. Te separas de la persona y quedaste marcado de por vida aunque te tatúes algo encima nunca sería lo mismo.

Tenía un buen punto en eso. Más cuando no estaba segura si ella sería mi esposa algún día.

-Que tal algo que nos represente a los dos pero que este atado a nosotros, como una doble R. no es como si fuera por Rees y Renny, será más un Rees Race en mi caso y en el tuyo un Renny Ren. R R -dije con la esperanza de convencerla que se hiciera uno conmigo. Esto sería histórico.

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