ASTRONAUTA- KAISOO

Preparándome.

Jongin tenía miedo de besar a Kyungsoo. Era un miedo que recorría desde su cabeza a sus pies, pero ciertas veces se detenía en su corazón y se quedaba justo allí, haciendo que este latiera rápidamente, y sin control.
Jongin pensaba en las noches lluviosas, justo como ese día, se tiraba en su cama y por su mente recorrían miles de pensamientos, primero se posicionaba la pregunta del millón, ¿Por qué Kyungsoo querría besarlo? Es que, era su mejor amigo, y que tú mejor amigo te diga que quiere besarte ¡qué horror! O ¡qué pesadilla!, ¡qué dicha!, ¡gran fortuna y felicidad para Jongin! Cuando terminaba de hacerse preguntas absurdas, porque así las llamaba, y dejaba de gritarse en su cabeza, sonreía y se imaginaba besando a Kyungsoo.
Esos labios rojos, apetecibles y deseados por todos. Porque sí, Kyungsoo tenia muchos admiradores, tanto hombres como mujeres. No faltaba un día que llegara sin ninguna carta, o alguna flor, manillas, cadenas, chocolates, en fin, era muy popular. Y ciertamente Jongin temía a que su amigo lo dejara y se fuera con un cualquiera, por eso trataba de estar con él la mayor parte del día; y no, no eran celos, solo que a Jongin le gustaba estar con Kyungsoo, y viceversa.

~

Ese día no vio a Kyungsoo, él se fue con su familia de paseo a donde su abuela, Jongin estaba solo como un satélite, como en el pasado. Pero no le importó, porque hablaba con Kyungsoo por mensajes, y sentía su presencia a su lado, tocando su cabello, sus cejas y pestañas.
- ¿Cómo andas por allá, hyung?- envió Jongin.
- Aburrido. Quiero estar contigo, me imagino que estas acostado. -respondió Kyungsoo.
Y comenzaron los latidos.
- Oh, claro que no, ¿cómo crees eso de mi? Si yo soy muy activo los domingos a las 4:30 de la tarde. Me extraña que pienses así de mi...
- Soy un perfecto idiota ¿no?
- Lo eres.
- ¡Idiota! ¡haz algo productivo por alguna vez en tu vida! Ya levántate de esa cama.
- Pero sí estoy haciendo algo productivo, Soo.
- ¿A sí?- preguntó Kyungsoo es su mensaje.
- Estoy hablando contigo, es algo muy productivo para mi.
- Llego en dos horas, esperame. Tengo un regalo para ti.

~

Después de cuatro horas fue que llegó Kyungsoo. Le explicó que en el camino, una llanta del carro explotó, tuvieron que empujar hasta llegar a un mecánico.
Ahora los dos estaban acostados, con sus piernas enredadas y el brazo de Jongin pasaba por debajo de Kyungsoo.
- Quiero mi regalo.- exigió Jongin.
- Cuando me vaya te lo daré - sonrió Kyungsoo.
- Que malo eres.
Kyungsoo le contaba de todo a Jongin. Desde lo más mínimo, como que el día anterior se cortó en su dedo anular por estar jugando con las cebollas; hasta los temas más personales, como que le estaba gustando masturbarse día por medio.
Jongin quedó asombrado con lo último, no es que no se masturbara, pero así de seguido como Kyungsoo, no se imaginó haciéndolo tantas veces.
Ya había pasado una hora desde que Kyungsoo llegó, su madre quería dormir temprano, así que lo llamó. Pero antes de irse a su casa, Kyungsoo volteó su cabeza y juntó su nariz con la de Jongin.
- Ayer soñé con las estrellas. Soñé que las tocaba y viajaba a su lado. Ellas me iluminaban con su luz, yo me maravillaba porque eran muy hermosas. Tan simples, y a la vez radiantes. Pequeñas de lejos, pero eran grandes a mi lado.
Cuando pasamos por la luna, te ví, Jongin. Te pedí que viajaras junto a mí, pero no quisiste. Dijiste que te quedarías allí, estancado, y que serías parte de ella, como una roca. Te rogué, y negabas con tu cabeza. Lloré, y dejaste que mis lágrimas cayeran, cuando tu nunca dejas que ellas caigan.
Iba abrasarte, y huíste. ¿Por qué huías de mi?
- No lo sé.
- Desperté y tuve miedo de que volvieras a la luna y me dejaras solo. ¿No te irás, verdad? - Jongin negó.
- Si te vas no sé, me volvería loco, porque me gustas mucho, y no puedo dejar que las personas que me gustan se vayan. Y tú tampoco dejarás que yo me vaya, ¿sabes por qué?
- Porque tú también me gustas. -respondió Jongin en un susurro.
- Exacto. Nos gustamos demasiado, y míranos, aún seguimos siendo amigos. Mis labios esperan por ti, mi cuerpo y mi mente reaccionan hacia ti. Mi regalo era un beso, nuestro primer beso, pero mejor te lo doy mañana. En el lugar que te vea te lo daré, espero que te encuentres en este cuarto, para tirarnos en la cama y besarnos todo el día. Adiós Jongin. - Kyungsoo movió su nariz rozándola con la de Jongin, se levantó un poco y le dio un beso en su mejilla.

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¡Gracias a todas por leer!
Espero les esté gustando :)