Me reí. Esta pequeñaja era un genio. La puerta se volvió a abrir y entraron mis otros dos hermanos.

- ¡Ostras! -exclamó Rick mirando la puerta con los ojos como platos- ¡Que está abierta!

- Bien, ya me he dado cuenta-contestó Dave mirándolo molesto-, no ocupes la entrada. Déjame pasar.

Rick se giró hacia él con una sonrisa y le cerró la puerta en la cara.

- ¡Eh! -gritamos Gema y yo, levantándonos de la cama.

Dave abrió la puerta enfadado.

- Estoy bien -nos dijo y luego se giró hacia su gemelo-, pero tú no lo vas a estar dentro de nada.

Conseguí separarlos como pude, ya que los dos eran ya casi de mi altura a pesar de tener cuatro años menos.

- Ya vale - les regañé, con mis labios apretados-, si venís aquí a pelearos prefiero estar sola.

- Lo siento -dijo Rick, aunque parecía que lo sintiera de verdad.

- Yo lo siento por haberte molestado -me dijo Dave y luego se giró hacia Rick con los ojos entrecerrados - , a ti no.

Negué con la cabeza y nos sentamos los cuatro en la cama , Rick en una esquina y Dave en la otra.

- Los papás se han pasado un poco con tu castigo -opinó Rick cuando ya se había calmado el ambiente.Gema asintió, de acuerdo con lo que había dicho.

- Yo creo que no -afirmó Dave -. No me parece bien que te escapes con ese noviete tuyo toda la noche después de lo que ha pasado. Además, a saber lo que habéis hecho toda la noche juntos.

Me puse roja como un tomate y cuando iba a contestarle, Gema habló.

- ¿Tú qué crees que han hecho? Pues dormir. ¿Qué otra cosa podrían haber hecho?

- Claro que sí.- dijo Rick aguantándose la risa. Gema no le hizo caso.

- Y ese noviete suyo se llama Darwin y es el mejor del mundo. Siempre me regala chuches. -terminó con una sonrisa.

- Te tiene demasiado mimada -comenté mirando la bolsa de chuches.

- Al igual que papá -dijo Dave rodando los ojos.

- Como es la pequeñita de la casa -añadió Rick con sarcasmo fingiendo una voz tierna.

- De todas formas - Dave me miró como si fuera mi padre- , tened cuidado vosotros dos. No quiero ser tío con doce años.

Si pudiera estar mas roja de lo que estaba, lo estaría.

- ¿Por qué iban a llamar a la cigüeña tan jóvenes? -preguntó Gema, extrañada.

A los demás nos entró la risa floja y estuvimos cinco minutos enteros sin poder para de reír.

- No entiendo que es lo que ha tenido gracia - Gema parecía cada vez mas confundida.

- No pasa nada -conseguí decir a través de la risa- , no es nada.

Pero cuando me giré hacia ella, se había quedado dormida.

-¿Cómo es posible que se haya dormido si hace un segundo estaba hablando?

- Es un don que tiene. - declaró Rick.

- Pues ahora que lo veo -comenté bostezando-, yo también tengo bastante sueño.

No sé como lo hicimos, pero nos quedamos los cuatro dormidos en mi cama, espatarrados de cualquier forma.

Frozen fireNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ