Capitulo 12

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Una gota fría caía por la frente de Mar hacia su nariz, mientras que el calor abrazaba su cuerpo pidiendo a gritos un poco de frío. Sentía como si sus pulmones se quemaran, en busca de aire. Los músculos de sus brazos, tensos, deseaban descansar y sus piernas comenzaban a temblar del cansancio.

-Listo! Terminamos por hoy, Tractorcito.-dijo Terremoto con una sonrisa y chocando el puño de su hija.-Buen entrenamiento.

-Gracias viejo!-dijo Mar sonriendo con cara de cansancio. Había sido un entrenamiento duro, pero ella estaba acostumbrada a eso. Había hecho boxeo junto a su padre toda la vida y si algo le había enseñado Terremoto era a no rendirse y seguir adelante por más cansado que estés. Mar se sacó sus guantes rojos de boxeo y se bajó del ring en el que estaba con su papá.-Te vas para casa ahora conmigo o te quedas acá?

-Tengo otra clase, Tractorcito. Nos vemos más tarde-Mar saludó a su padre, agarró su bolso y salió del salón donde estaba. Antes de ir a los vestuarios para ducharse y cambiarse, decidió dirigirse hacia el bar del club. Su cuerpo necesitaba algo de agua fría y era mejor ingerirla ya si no quería deshidratarse.

-Tito, te saco un agua.-le dijo al dueño del bar que estaba detrás del mostrador. El hombre le asintió con la cabeza y siguió con lo suyo. Sabía que Mar después le pagaría, la conocía desde muy chica y "Tito" ya era como un abuelo para ella. Mar sacó el agua de la heladera que estaba allí y enseguida tomó un sorbo. Sintió su cuerpo relajarse y enfriarse un poco, mientras que veía como León venía en su dirección.

-Qué haces boncha?-le dijo León cuando llegó al lado de Mar. Desde chico él se había acostumbrado a decir las palabras al revés, sin razón alguna.

-Con el motor un poco fundido después de entrenar.-le contestó Mar queriendo decirle que estaba cansada.

-Sí, yo recién salgo también y no doy más.-Mar lo miró extrañada y dejó de tomar de su agua.

-Discúlpame, me dijiste que recién salís de entrenar?-le preguntó.

-Sí, por qué?-dijo León sin entender.

-Vení, acércate un poquito.-León la miró más extrañado pero se acercó como Mar le había pedido. Mar se acercó al cuello de él y lo olfateó.- Ah no!!-gritó alejándose.-Desde cuándo León Benitez sale de un entrenamiento tan perfumado y bien vestido?-León rió.

-Desde que después de un entrenamiento voy a salir con una nami.-dijo con una sonrisa refiriéndose a que iba a salir con una chica.

-Qué? Cómo no me contaste nada?-le reprochó Mar a su mejor amigo.

-No me acordé.

-Ah pero con esta chica parece que se te empasto la bujía enserio porque el León que yo conozco no le importaba que saliera con alguien, después de un entrenamiento iba a salir oloroso, transpirado, despeinado, dest...

-Básicamente como estas vos ahora, boncha.-le dijo León interrumpiéndola y Mar lo fulminó con la mirada.

-Ey! Que malo que sos. No se le dicen esas cosas a una mujer.

-Es que para mi no sos una mujer.-Mar levantó una ceja mirándolo aún peor.-Sos mi hermana, no te veo como una nami.-dijo riéndose.

-Y vos sos mi hermanito tonto y pesado.-le dijo ella riéndose también y golpeándole un poco el hombro. León se llevó una mano a su hombro, frotándose.

-Seré pesado pero vos tenes la mano pesada.

-Ay pero que nenita resultaste ser! Apenas te toque, fratacho.

Casi Ángeles 5: Un nuevo mundo.Where stories live. Discover now