Casi Ángeles 5: Un nuevo mundo.

Capitulo 8

-Rama, Rama! No sabes!!-gritó Aleli emocionada mientras entraba a su casa junto a su madre. Rama, que estaba lavando los platos en la cocina, se dio media vuelta y miró a su hermana pequeña que lo miraba con un brillo especial en su cara.

-Qué pasa enana?

-Mamá me va a anotar en clases de danza! Estoy muy contenta.-le dijo con una sonrisa radiante que cubría su cara y reflejaba lo que estaba diciendo. Rama automáticamente miró a su madre. Si bien ellos no eran pobres tampoco gozaban de una situación económica demasiado buena como para pagar las clases de Alelí y a Rama le preocupaba que su madre haya ilusionado a su hermana en vano. Su mamá, Rosalía, asintió con la cabeza, demostrándole a Rama que lo que Alelí le contaba era cierto.

-Que bueno hermana!! Te felicito.-le sonrió sincero Rama.-Sé que hace mucho querías ir, vas a ser la mejor bailarina de todas.

-Ay ojala!! Espero que me vaya bien.

-Y por qué ahora se te dio por anotarla?-preguntó Rama mirando a su madre.

-Nos cruzamos una señora hoy-empezó a relatar Rosalía pero Alelí la interrumpió.

-Ay una abuelita canosa divina!-acotó Alelí recordando a la señora que se habían encontrado.

-Como te decía-retomó la mamá de ambos-Nos cruzamos a esa señora y nos dio este folleto.-dijo sacándolo de la cartera y dándoselo a Rama.-Nos contó que es un lugar donde enseñan diferentes actividades a un bajo costo ya que no lo hacen por fines lucrativos, es más, un hogar de niños funciona ahí.

-Hogar mágico: un lugar donde podes ser lo que quieras ser.-leyó Rama del folleto y se mareó un poco, desestabilizándose y agarrándose de la mesada de la cocina.

-Rama! Qué te pasa? Estas bien?-dijo su mamá preocupada.

-Sisi, me mareé un poco pero ya está.-le contestó Rama cuando se estabilizó de nuevo. "Hogar mágico" se repetía una y otra vez en su cabeza, como un eco.-Seguime contando.

-Seguro que estás bien?

-Si mamá, termina de contarme.

-Bueno, la señora nos dijo eso y...

-Y adivinó que me gusta bailar!-volvió a interrumpir Alelí.

-Cómo que adivinó? Esto me suena raro, mamá.-dijo Rama preocupado.

-No adivinó, tu hermana exagera. Nos dijo que hacían diferentes actividades y le dijo que seguro a ella le encantaba bailar, algo obvio porque a qué nena de la edad de Alelí no le gusta bailar?

-No soy una nena!

-No interrumpas, enana.

-No soy enana! Ay siempre me van a tratar como un bebé, chau.-dijo Alelí y se fue enojada a su habitación cerrando con un portazo. Rama y su mamá rieron.

-Como te decía, nos dijo eso y obviamente Alelí se ilusionó enseguida entonces le pregunté a qué se refería con un bajo costo y me dijo que una cuota mínima. Que vaya al lugar, la dirección está en el folleto, y hable con una tal Cielo Mágico, ella es la dueña del lugar y la que da las clases de danza.

-Cielo Mágico?-preguntó Rama confundido por el cosquilleo interno que sentía.

-Sí, por qué? La conoces?

-No, solo que el nombre....no lo sé, me resulta raro.

-Bueno, sí, es raro. En fin, le agradecimos a la señora y Alelí me insistió tanto que quería ir y la vi tan ilusionada que fuimos hasta el lugar ya que no estábamos tan lejos. Es una mansión gigante, no sabes.