El Hobbit: un mago, trece enanos, un hobbit y una princesa humana

Capítulo 1: ¡No queremos aventuras aquí!

Holis! He aquí mi primer fanfic del Hobbit, van como a revivir la película pero obviamente va a haber cambios, ¿cuáles? Los verán mientras vaya actualizando y tranquilos quizá me tarde un poco debido a los estudios pero no la dejaré incompleta JAMÁS.

A veces me saltaré unos diálogos no tan importantes o que no me acuerde con exactidud, además de que agregare obviamente unos nuevos. Ya saben que The Hobbit pertenece a J. R. R. Tolkien y las películas a Peter Jackson (mi director de cine favorito :3) los personajes no reconocidos son de mi imaginación (son pocos), sin más preámbulo, ... ¡el capítulo!

Capítulo 1: ¡No queremos ninguna clase de aventuras aquí!

El hobbit estaba sentado en su banca afuera de su agujero que tenía por casa, Bolsón Cerrado, fumando tranquilamente cuando es interrumpido, por alguien, que no era Hobbit para nada.

-Buenos días- dijo educadamente Bilbo Bolsón hacia la persona enfrente de él, puesto que estaba un poco desconcertado.

-¿Qué quieres decir con buenos días? ¿Me estás deseando buenos días yo lo quiera o no? ¿o quizás estás diciendo que te sientes bien en este día? O estás diciendo que este es un buen día para estar bien?- preguntó quien parecía ser un mago, vestía de todo gris y con un sombrero punteagudo también gris y sosteniendo un callado como bastón de color marrón, como una rama de un árbol y tenía larga barba blanca medio gris.

-Creo que... todo, al mismo tiempo.-respondió el Hobbit- ¿puedo ayudarle?

-Eso espero... estoy buscando a alguien en busca de una aventura- respondió el mago arqueando una ceja como si el Hobbit fuera a entender o captar la idea del mago.

-¿Una aventura?, no se me ocurre a nadie al este de Bree, que quiera ir a una aventura- respondió el Hobbit parándose de su banca- son cosas temibles, incómodas y feas- abrió su buzón y sacó su correspondencia mientras la revisaba hasta que se sintió incómodo y decidió entrar a su agujero- buenos días.

-¿Quién diría que viviría para ver que el hijo de Belladonna Tuk me dijera "buenos días"? como si yo fuera un vendedor de botones. Haz cambiado y no tanto para bien Bilbo Bolsón.

-¿Disculpe nos conocemos?

-Pues recuerdas mi nombre pero no recuerdas que le pertenezco, soy Gandalf, y Gandalf significa...bueno yo.

-Oh, Gandalf ¿eres el mago que fabricaba esos excelentes fuegos artificiales? El viejo Tuk los encendía en el solsticio de verano, no sabía que aún trabajaras.

-¿Y qué otra cosa iba a hacer... bueno, por lo menos algo se te viene a la mente de mi, aunque solo sean mis fuegos artificiales, si... está decidido, sería bastante bueno para ti, y muy divertido para mí, les avisaré a los otros.- sentenció Gandalf el Gris.

-¿Qué?- preguntó Bilbo desconcertado- no no no no, no queremos ninguna aventura aquí, muchas gracias, le recomiendo buscar al otro lado del río o ... en otro lugar, ... buenos días- se encerró en su agujero, pero escuchó un ruido raro del otro lado de la puerta y se asomó por la ventana pero el mago también se asomó, lo que hizo que Bilbo se escondiera detrás de una pared, luego se asomó por otra ventana y vió al mago irse y suspiró.

(...)

Bilbo se preparaba su cena en la noche tranquilamente pero algo interrumpió, el timbre, el Hobbit frunció el ceño y fue a abrir la puerta para encontrarse a un enano con mucha barba y calvo en la cabeza.

-Dwalin- se inclinó el enano- a su servicio.

-Ahh, ... Bilbo Bolsón- se terminó de abrochar su bata- al suyo,... ¿disculpa nos conocemos?