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Capítulo 16

                  

Lauren's POV

Los entrenamientos cada vez eran más intensos y largos, cosa que a mí me desgastaba físicamente de una manera terrible.

-A ver, chicas, al centro. –Llamó el entrenador, y pude ver detrás de él un grupo de chicos enfrente con los brazos cruzados, en medio de ellos, Austin. –Hoy haremos un partido chicos contra chicas.

-¿¡Qué!? ¡Eso no es justo! –Dijo Hailee abriendo los brazos, mirando a nuestro entrenador que cerró los ojos suspirando.

-Es verdad, no es justo. No es justo que vayamos a reventaros en el partido. –Todas las chicas rieron, y los chicos también pero con ironía.

-¿Reventarnos, tú, a nosotros? –Dijo Austin acercándose a mí.

-¿Quieres probarlo? –Me acerqué a él pero el entrenador puso un brazo en nuestro pecho, apartándonos a los dos a la vez.

-De inicio empezarán Jauregui, Hailee, Mitchell, Keana... -Y siguió la lista, pero no escuché, porque en mi cabeza la imagen que se repetía era yo reventándole la cabeza a patadas a Austin. –Jauregui, tú cubrirás a Mahone.

-Vaya, me toca bailar con la más fea. –Escupí escuchando todas las risas del equipo, y Austin sin haber empezado el partido ya quería matarme.

Sacamos del centro del campo y corrí hacia el frente, con Austin detrás de mí, yo esperaba de espaldas el balón, me movía, lo esquivaba, pero los toques de aquél imbécil me estaban desollando los tobillos con los tacos de las botas.

-¿Defensa, Austin? –Dije caminando hacia atrás, porque nuestra portera iba a sacar de portería.

-¿A quién se la has chupado para acabar titular? –Solté una risa ante aquél comentario.

-Defensa, wow. Debe ser porque no sabes dónde hay que meterla. –Corrí porque el balón venía por los aires y lo bajé con el pecho, conduciéndolo por la banda y sintiendo los codazos fuertes y sin dilación del gilipollas aquél, que me estaban haciendo daño. Me giré con el balón pasándolo entre sus dos piernas que no llegó a atrapar, y corrí todo lo que pude mirando la portería, el balón y a mis compañeras a la vez, justo cuando iba a pasarla Austin me pisó el gemelo. El gemelo. El maldito gemelo, ni siquiera era la bota, era una patada a la altura del gemelo que me había dejado en el suelo con una mano en la pierna.

-Los defensas también hacemos daño. –Se agachó para decírmelo al oído, separándose para irse corriendo.

-¡Lauren! ¿Estás bien? –Hailee se agachó a mi lado, y me bajé la media dejando ver cómo la piel estaba levantada por los tacos de sus botas, pero decidí no quejarme más aunque me dolía, cojeando un poco para acabar asintiendo.

-Estoy bien. –Cogí el balón, porque la falta era obvia aunque ni siquiera vio tarjeta. –Déjame tirarla.

Puse el balón justo donde se había hecho la falta, en el pico derecho del área, y miré a Austin en la barrera. Se cogió la entrepierna y vocalizó con los labios un "chúpamela", lo que me hizo reír, porque justo en el momento en que mi bota tocó el balón supe que era gol. Y seguí la trayectoria de la pelota, que se colaba por la escuadra izquierda de la portera acariciando la red.

-¡Nos ha marcado una chica! ¡Nos van ganando las chicas! ¿Sois inútiles o qué? –Gritaba Austin, que se giró para mirarme con el rostro inundado en rabia. –Si para lo único que servís es para pintaros los labios.

-Uy, es verdad, mira. –Levanté el dedo corazón haciéndole un corte de mangas e hice como si le quitase el tapón al dedo, simulando una barra de labios. Luego pasé la yema por mis labios para "pintarlos" y volví a colocar el tapón. –Que te jodan, cabrón. –Sonreí corriendo hacia el centro del campo.