Pokémon, Guerra de Legiones I: Tormenta.

Capítulo 8 "Inspiración"

Acabo de despertar en un lugar oscuro y frío, me duele la cabeza y aún más el cuerpo. Cuando vuelvo en mí me doy cuenta que estoy en una celda, no puedo creer que fracasé la misión y ahora no sé que hacer, algo que queria evitar y que por lo que veo nunca logré.

Escucho otras personas pidiendo liberación y justicia, siento yo que éste lugar es para quien lo merece y estoy seguro que yo no debería estar aquí así como otras personas que quizas pasaron algo por alto y están aqui por equivocación.

Cuando empiezo a desesperarme por el hecho de que no había tiempo para ésto, escucho el rechinar de una puerta y veo unas sombras alargadas acercarse por el pasillo. Un soldado y un señor de tamaño medio, con un bigote rectangular negro y una boina que en su frente tenía una placa con el símbolo de la Jhoto Military Company proceden a abrir mi celda y me piden que los acompañe. No se nada de Treecko ni Alpha ni de el Squirtle que nos acompañaba y La verdad no quiero que nos separen tan pronto, si mis padres estaban en esto es porque creían en que era posible un mundo mejor y yo quiero corresponderles.

Salimos afuera de la prisión, algo que nunca esperé de momento, el sol ya está cayendo y siento que con él se van todas las esperanzas de ver a mis amigos porque a pesar de que me hayan liberado si es que eso hicieron, la oportunidad de volver a estar con ellos es casi nula.

-Gracias...- Dijo el sr del bigote. -Tu gran coraje con el de tu compañera lograron evitar que nuestro segundo camión fuera una gran baja si ubiera atravesado el MT Moon, solo asegurate que la próxima ves tu salida sea más "profesional", ya que mis soldados te confundieron con un enemigo, me imagino que eres nuevo así que toma mi consejo, no te quito mas tiempo, te esperan en aquél auto y disculpa nuevamente por lo sucedido.

Arrivo a una Hummer que se encontraba al frente de la prisión y en ella un joven de cabello rubio me recibe. -Hola mi nombre es Henry, ¿este es también tu primer día en la academia?, me parece raro que te hayamos pasado a buscar en la prisión de Ciudad Celeste, ¿Que hicistes?.

-Bueno... es complicado, mi nombre es Jake y para serte sincero no se adonde nos dirigimos, solo sé que tengo que completar una misión y ya me he atrasado mucho, la verdad he perdido mucho en este tiempo y solo quiero acabar con esto.- Le contesté un tanto desesperado.

-Waoo, ya tuviste tu primera misión que cool, bueno aunque por lo que veo se te ha hecho muy difícil y pues si tuviste tu primera misión ya deberias saber que vamos para la academia de la Organización Mundial de Inteligencia, ¡que grande suena!, disculpa estoy emocionado.- Dijo Henry con sobresalto.

-¿Enserio? me imagino que ahí es donde me decía el señor de Ciudad Plateada que debía entregar el recado, debe estar el Comandante Randy.

-¿Conoces al Comandante Randy?, chico eres impresionante, debes de tener un rango alto y todo, ya quisiera ser como tu, dime ¿cuál es tu Pokémon? el mio es este...- Henry saca de su bolsillo una Pókebola y de esta un pequeño charmander un poco asustado y tembloroso. -Bueno ya sé-. continúa. -Se ve un poco débil, asi es él pero es buen amigo, se llama Dracko, lo encontré afuera de una base de la Jhoto Military Company todo golpeado, ningún soldado lo quería, quizás pensarán que no daba la talla así que lo curé, cuidé y protegí y acá nos volveremos fuertes y seremos grandes, ya lo verás Jake.

El auto bajó la marcha y entró en un viejo hangar, después de un momento empezó a descender el piso y llegamos a un amplio estacionamiento subterraneo. Al bajar un señor con un rostro tranquilo pero que imponía respeto, vestía con saco y corbata y en su saco tenía una placa con el símbolo de la pokébola roja nos estaba esperando.

-Señor Jake Lafallete y señor Henry Landcaster bienvenidos a la oficina central de Kanto de la Organización Mundial de Inteligencia, señor Henry puede pasar por este lado mientras que el sr Jake me acompañara por aca.- Dijo aquel señor con tono elegante. Me despedí de Henry y procedí a seguir al señor hasta un gran despacho.

-Señor Jake, me gustó su gran aparición en escena, propia de un Lafallete pero debe tener más cuidado, casi compromete la misión de la señorita Elizabeth. Por suerte ella ha avanzado enormemente a pesar de que no tenga tanto tiempo y gracias a usted superó su primera misión.- Dijo en tono alegre pero indiferente.

Bajé mi cabeza y suspire lentamente, me sentía más seguro donde estaba, aunque de mi mente no apartaba lo sucedido en este tiempo, mis padres, Charizard, mis amigos Pokémon, Liz...

-Espere, ¿me dijo que Liz... digo Elizabeth superó su misión?, ¿quiere decir que esta viva?.- Dije con el tono de voz más alegre que había escuchado de mí en mucho tiempo.

-Porsupuesto, como te dije ha superado las espectativas, cuando su misión era solo espiar y evitar a ultima estancia que los soldados de la Armada de Unova destruyeran el Monte Moon, tu interrupción logró ponerla en un estado de reacción rápida entre salvarte y no fallar su misión y su respuesta fue digna de admirar, al detonar los explosivos por accidente no solo logro persuadirte para que salieras del lugar sino que eliminó la amenaza, evitó que el segundo camión pereciera y se salvó a si misma cavando un tunel con su Sandlash.

Mi rostro se iluminó por un instante, el saber que estaba viva alivianaba mis penas.

-Bien Jake, sé que pasó, tus padres fueron grandes personas y sé que de ti hicieron un gran hombre, la misión de tu padre fue muy grande para él ya que no estaba preparado ni tenía un equipo que le respaldara, algo que negó rotundamente. A pesar de su lamentable baja su misión paso de mano y hoy tu vienes aquí como un legado de que podemos seguir creyendo en los Lafallete, dime ¿lograstes traer el paquete sano y salvo?. Por cierto disculpa que no me haya presentado, mi nombre es Randy, El Comandante Randy.

De momento sentí un alivio al estar frente al hombre del que tanto había escuchado y al cual mi misión tenía destino, Aunque nunca lo imaginé de esa forma. Pensé que sería un hombre fornido, con cabello recto en la parte superior, con uniforme militar y una gran arma, en este caso el se veía más bien como un empresario o un socialité.

-Disculpe señor me alegra poder conocerle, si le tengo el paquete-. Se lo entregué.- Sabe, quizás suene insolente pero lo imaginé de otra forma-.Dije tratando de que lo que había dicho no fuera a ofenderle.

-Sabes...-Dijo con una sonrisa agradable.- No eres el primero Jake, mi puesto aunque tu no lo creas me fue concedido con esfuerzo y dedicación, la cosa no está en la fuerza que se emplea sino en la estrategia que planteas, en este mundo debes más ser táctico que físico. Eso es lo que queremos en cada uno de nuestros agentes. Esa es la filosofía de esta organización.

El Comandante Randy me llevo a caminar mientras me explicaba algunas cosas. La manera de expresarse me mantenía prestandole atención ya que era más digerible entender la información que él me comunicaba.

- Bien Jake te explico que gracias a ti hemos podido atrasar la amenaza que impone la Armada de Unova en la región de Kanto, las otras regiones ya se han comunicado conmigo para efecto de cortar lo más pronto posible el avance de esa potencia. Por ahora lo que queremos es que tu rindas al máximo y por eso deberás entrenar desde mañana a primera hora, de nada te servirá tener el apellido si no tienes el conocimiento correcto, ¿estás dispuesto a luchar por un mundo mejor?.

-¡Sí señor!-. Dije casi sin pensar, el hecho de formar parte de algo tan grande me daba esperanzas de poder ayudar a cambiar el mundo este seco y sombrío en el que vivimos y corresponderle a mis padres cumpliendo lo que ellos no llegaron a hacer. Estoy inspirado.

-Pues Jake es bien sabido que no vas a hacerlo solo, por eso quiero que recibas a tu equipo una vez más-. Dijo abriendo la puerta de un salón en donde estaban sonrientes, con mirada de dedicación y ganas de apoyarme hasta el final: Treecko, Alpha y Squirtle, vistiendo unos Chalecos e indumentaria con el logo de la Pokébola Roja. Estabamos listos para comenzar a dar lo mejor de nosotros, el día de mañana trazaríamos el rumbo de cambiar esta realidad y estabamos dispuestos a darlo todo en nombre de quienes aspiran un lugar mejor.