Pokémon, Guerra de Legiones I: Tormenta.

Capítulo 3 "Escape"

Mi madre estará bien, tiene que estarlo... un sentimiento de soledad triste invade mi alma, mi corazón late sin ritmo como si solo lo hiciese para sobrevivir, falta poco pero adelante diviso un treecko, un pokémon difícil de encontrar en Kanto, está cojeando y muy mal herido pero aún así se niega a rendirse contra dos Braviary que si de verdad quisiesen matarlo ya lo hubieran hecho por su imponente poder. Tengo que ayudarlo, pero no se como y mi mente se turbia aún más, siento ganas de rendirme de dejarme matar si es que ese es mi destino pero mientras corro y me ahogo en sentimientos una luz cegadora y repentina proveniente del cielo en forma de rayo perturba mi vista y me detengo, al alzar la mirada me parece extraño ver un remolino de nubes y pequeños destellos de luz zigzagueantes color azul claro, un Pokémon Negro Desciende de entre las nubes lentamente con aura de superioridad y varios helicópteros aparecen aleatoriamente en todo el cielo,
veo como descargan soldados por doquier.

No hay que ser tan listo para deducir que nos están invadiendo... en mi cumpleaños... en día de tregua, no me doy tiempo de responderme y observo que los Braviary alzan vuelo como si el pokémon negro así les ordenase, el Treecko se desploma y corro en su ayuda. Lo tomo entre mis brazos y el me lanza una mirada mezcla de desconfianza y cariño, siento que se pondrá bien, casi lo puedo sentir pero recapacito, los soldados pronto podrían toparse conmigo y eso sí seria fatal, me levanto con Treecko entre mis brazos pero de repente suena una voz con eco posiblemente de un auto-parlante.

-SEÑORES DE PUEBLO PALETA DE LA REGIÓN KANTO, SIRVANCE DE DOLOR Y SUFRIMIENTO POR EL HABER FALTADO A NUESTRO ACUERDO DE UN DÍA DE TREGUA, DE AHORA EN ADELANTE NUESTRA GUERRA SERÁ CONTINUA, LO QUE OCURRIÓ ESTA NOCHE ES FRUTO DE SU PROPIA DESOBEDIENCIA NUESTROS BRAVIARY FUERON SOLO UN ABREBOCAS PARA SU GRAN INSOLENCIA, ESPEREN PRONTO DE NOSOTROS...

La gran Armada de Unova se retira enojada y satisfecha, o al menos eso creo yo, termino quizás por ahora, aprovecho volver a correr de nuevo para llegar a mi hogar con el Treecko desmayado entre mis brazos.

Lo que veo es algo horroroso y terrible, mi refugio está totalmente destruido, veo la puerta de madera podrida a metros de su embone, no puede ser... Alguien intentó derrumbar mi refugio apropósito... ¿por qué? mi familia no tiene nada que ver con esto... bajo las escaleras de cemento la mesa destruida, todo irreconocible y mi pequeño pastel de cumpleaños embarrado en todo el piso, veo a mi madre en el suelo... corro hacia ella, pido al cielo que esté bien, aun respira y me da una sensación de alivio que no termina de ser, ella toma mi rostro y lo acaricia con delicadeza y amor, su ojo derecho derrama una lágrima que recorre su hermoso semblante y mientras me observa con paciencia me dice:

-Hijo nunca te rindas... recuerda las palabras de tu padre... guardame en tu corazón... Escapa... Lucha por un mundo mejor...

-Pero... mamá que estas diciendo... por qué hablas así... no me dejes solo por favor... papá ya no está, Charizard tampoco... que sera de mi...

-... ¿Ese Treecko que llevas es tu nuevo amigo?, está muy golpeado, dentro de la despensa hay algunas medicinas Pokémon que eran de Charizard, cura a tu amigo, se que ustedes se protegerán mutuamente... no necesitas nada más, ahora escucha...- Su voz empieza a perder fuerza y precisión- ...En ciudad Celeste pregunta por el Comandante Randy, el te dirá que pasará de ahora en adelante... Te amo hijo... nunca lo olvides...

Su mano que acariciaba mi rostro cayó violentamente sobre su pecho y cerro lentamente los ojos su respiración se apagó y su semblante se tornó pálido. Ya no estaba ahí esta claro pero ¿qué es lo que paso? ¿por qué no puedo entender nada?, mi dolor se convierte en enojo y mi mente exige respuestas, ¿que tuvo que ver mi familia con lo que paso? ¿por qué mi mama conoce a un comandante en una ciudad a la que nunca eh ido?. Treecko despierta a duras penas, lo observo y recuerdo la despensa, cierto es que debo salir de allí, agarro una bolsa vieja que tenía cerca de mi supuesta recamara y guardo de todo lo que pueda necesitar, siempre listo decía mi madre.

Le doy una hierba amarga a Treecko, el con gesto de desprecio la tomó sabiendo que no habría de otra, casi al instante pudo recuperarse por completo y ponerse de pie, me mira como si ubiecemos tenido un largo tiempo juntos y preguntara que haríamos ahora, esperanza, valor y recuerdos... estoy empezando a saber a que se refería, lo cierto es que debo emprender mi viaje y descubrir que está pasando, no sé donde quede ciudad celeste y los peligros que encontraré en el camino pero Treecko me inspira seguridad y me impulsa a pensar que si estamos juntos seremos invencibles, debemos salir de aquí, no se cuando volverá la Armada de Unova, debo escapar, debo por fuerza emprender mi propio viaje Pokémon que por mucho diferencia toda historia que alguna vez escuché.