Money Can't Buy

Capítulo IV

Me dijo la cantidad, no era tanto, tomé mi chequera y le di un cheque por el doble de la cantidad que me indicó.

-Digamos que esto es un adelanto -dije sonriendo-. Compra un vestido y volveré por ti en tres horas para que vayamos a la fiesta.

Ella no había dicho nada, solo miraba el cheque como si fuera algo extraño.

-¿Me escuchaste? -pregunté.

-Sí, tres horas, un vestido -me sonrió.

La chica era bonita y cuando sonrió su cara se iluminó, sentí algo extraño en el estómago.

Salí del departamento sintiéndome raro, había algo en ella que no concordaba con la imagen del día anterior. Dejé de pensar en eso, lo único que importaba es que sería perfecta para mis planes.

POV YOO JIN.

No podía creer que él quisiera seguir con su propuesta a pesar de que yo tenía una pequeña. A él no le importó y dijo que podría estar con ella aunque viviera con él, no pude ponerme más feliz. Tuve que contener las ganas de abrazarlo.

Acepté su propuesta, hubiera sido una tonta si no lo hacía.

Me dijo que tenía que renunciar pero yo no podía hacerlo así nada más, tenía que pagar el hospital y no sabía hasta cuándo me daría mi primer pago.

Le dije que necesitaba dinero, él ni siquiera preguntó para qué lo necesitaba, solo me preguntó la cantidad y me dio el doble de lo que le pedí.

Me entregó el cheque y lo cierto es que me sentí extraña, él me estaba pagando por un empleo, la situación era rara pero con lo que me dio podría pagar el hospital de HyeWon y eso lo único que importaba.

Volví a prestarle atención cuando recordé lo de la fiesta, tenía que ir por un vestido.

Él salió de mi casa, cuando lo hizo sopesé lo que acababa de hacer, tenía que ser valiente por HyeWon. Antes de ir por el vestido llamé al bar, el gerente fue quién respondió.

-¿Hola?

-Gerente, soy Ha Yoo Jin.

-¿Qué pasa?

-No iré a trabajar esta noche -dije llena de felicidad.

-¿Por qué? Necesito que vengas, HaNa sigue enferma y alguien debe subirse a la jaula.

-Creo que no me entendió ya no iré a trabajar nunca más, le llamé para decirle que renunció.

-¿Estás loca?

-No, simplemente quería avisarle. Le agradezco por el tiempo que me dio oportunidad de trabajar ahí.

Dicho eso colgué, no quería escuchar más de él, ni saber de aquel maldito trabajo.

Tomé mi bolso, salí de casa y fui al banco para cambiar el cheque. Llegué al centro comercial, pasé por tres tiendas pero no encontraba el vestido que estaba buscando y nadie se tomó la molestia de acercarse a mí para ayudarme. Finalmente en la cuarta una de las vendedoras se me acercó.

-¿Está buscando algo en especial? –preguntó con una sonrisa.

-Necesito un vestido para una fiesta.

-¿Qué tipo de fiesta?

-Lo cierto es que no lo sé pero será esta noche y me urge encontrar un vestido.

-No se preocupe, la ayudaré a encontrar uno.

La seguí hasta la sección de vestidos, había muchos y muy bonitos, nunca pensé que podía usar ese tipo de vestidos. Al parecer la vida me estaba sonriendo y todo era gracias a la aparición de Choi SiWon.