Out of orbit

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¡Publicación doble!
Lo que pasa es que no podré publicar hasta el próximo lunes, espero que les guste este capítulo, aunque entiendo si me odian xD

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Las manos le seguían temblando contra el volante, las lágrimas secas pegadas en su rostro se negaban a hacer las cosas más fáciles. No entendía por qué le dolía tanto el hecho de haberlo perdido.

La reja de Anderson Park se abrió por segunda vez ese día y a Blaine se le estrujó el corazón pensando en lo que le esperaba adentro. Nina vería a través de él cómo cristal y no tenía la fuerza de discutir con nadie. Ni siquiera se molestó en estacionar bien el coche, se detuvo y se quedó ahí, esperando. ¿Qué? No lo sabía con exactitud.

Pasaron varios minutos donde intentó quedarse dormido y olvidar todo sin lograrlo, entonces sintió los brazos delgados de Nina rodearlo, y se dejó llevar.

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Flashback

Después de superar lo que le había dicho Cooper, se había enfocado en la cita de esa noche, y el simple hecho de la idea de ver a Kurt en menos de tres horas lo había levantado en segundos. Fueron dos horas bastante largas, se puso a practicar en el piano hasta que el reloj marcó la hora apropiada para llegar puntual a Lima, a Kurt. Nina había visto su estado de ansiedad y le pidió a Paulino, el encargado del mantenimiento de los coches, el favor de acompañarlo, no quería lidiar con algún accidente o algo así.

Así que para las siete con cuarenta y cinco minutos Blaine se estacionó en una esquina cercana a la dirección que Kurt le había dado, se sentó esperando que los últimos diez minutos pasaran con rapidez. Cuando al fin lo hicieron, encendió el auto de nuevo y se detuvo en frente de ese edificio elegante donde las cortinas del tercer piso se cerraron con fuerza; sonrió y se bajó del auto, caminó hasta el intercomunicador y antes de tocar con fuerza, pasó suavemente su dedo sobre el delicado "Hummel, K" en la lista de departamentos. La voz que le contestó le puso la piel chinita.

- ¿Blaine?

- Sip, soy yo.

- Ya bajo- contestó.

Blaine contó los segundos, treinta exactamente, y cuando la puerta se abrió y dejó ver a la más hermosa criatura en la faz de la tierra, Blaine no pudo más que sostener el aliento. Kurt llevaba un pantalón azul, endemoniadamente ajustado, una camisa blanca con los primeros botones sin abrochar y un blazer con un estampado militar. Y eso no era todo; estaba diferente a como lo recordaba, mejor, pero diferente. Sus ojos reflejaban más astucia y sus labios parecían mantener escondida una sonrisa, de esas que le quitaban el aliento.

No pudo evitar que sus ojos vagaran libres por las marcadas líneas de su cuello blanco, sus hombros, sus brazos, hasta su cadera, donde el pantalón se ceñía con fuerza; casi podía ver las líneas del abdomen pálido y la fuerte "V" que lo guiaría hacia abajo, justo donde quería estar...

De acuerdo, alto tigre. Te estás pasando. Susurró una vocecilla en la cabeza del moreno. Asustado de cómo sus pensamientos habían logrado desviarse tan rápido, puso especial cuidado de no pegarse demasiado a él cuando la ansiedad se desvaneció y fue remplazada por la emoción del reencuentro. Se abrazaron y se aferraron el uno al otro cómo si su vida dependiera de ello. Blaine, olvidando lo que quería evitar, rodeó su torso con sus brazos y Kurt no tardó nada en hacer lo mismo con su cuello; el moreno puso tanta emoción en ese pequeño gesto que ambos trastabillaron hacia un lado, haciéndolos reír. Se separaron una fracción de segundo, donde Blaine bajó sus manos a los costados, acariciando a su paso sin en realidad notarlo, y sostuvo durante un momento las caderas de Kurt, se sonrieron mutuamente y los ojos de Kurt se prendaron a los labios del moreno, que tuvo que reprimir un escalofrío por toda la columna cuando vio otra vez esos ojos. ¿Habían cambiado? Ahora eran violetas. Sexy.

Dress and tieWhere stories live. Discover now