The portrait

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Happy saturday ♡

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Era extraño que las piernas le temblaran, él no fue el que tuvo miedo de la reacción de Kurt esta mañana, pero la simple posibilidad de verlo en menos de cinco minutos le hacía sudar las manos. ¿Por qué? Sólo era su mejor amigo, con el que había compartido un sinfín de cosas. Porque ni siquiera Cooper, su hermano, había sido tan cercano con él. Sólo era Kurt.

"Exacto", pensó con alegría. Se trataba de Kurt Hummel, ese chico de ojos azules que jamás le mentía, el que lo apoyo cuando tenía problemas, el que le ponía la piel de gallina cuando cantaban todas esas noches de insomnio, el primero en felicitarlo cuando los de la disquera decidieron promocionar su música.

Pisó el freno impacientemente cuando llegaron al edificio, y de repente sus nervios florecieron por toda su espina dorsal hasta su nuca.

- ¿Vamos?- Le preguntó a Quinn mientras la veía de reojo intentando parecer valiente. Vio cómo su prometida se le quedaba viendo a la puerta mientras su respiración se agitaba.

- Mejor te espero aquí, cariño.

- ¿Segura? Creo que sería mejor que le digamos juntos. Somos un equipo después de todo, nos vamos a casar.

- Lo sé, y créeme que no puedo ser más feliz,- Quinn de verdad no podía, aunque lo intentara- pero será mejor que esto lo hagas tú solo. Además lo conoces mejor que nadie, no va a ser tan malo.

Blaine sabía que no sería malo en absoluto, así que se armó de valor para salir de su auto, cruzar la calle y abrir esa puerta de cristal.

Entró y todo lo que alcanzó a ver en ese momento lo abrumó de tal forma, que tuvo que detenerse y recordar como respirar. La forma del taller, la perfecta distribución de las cosas y cada uno de los colores (perfectamente combinados) gritaban "Kurt".

Se le quedó viendo a una chica detrás del escritorio y se sorprendió un poco de no reconocerla, así que supuso que se trataba de alguien nuevo o no tan importante como para salir en la foto.

Era linda, pero había algo en sus facciones que te decían que la tenías que tomar en serio, y por eso le tomó por sorpresa a Blaine que su voz fuera tan suave y agradable.

- Hola, mi nombre es Marley, soy la asistente del Sr. Hummel, - dijo después de estudiar a Blaine tan concienzudamente que éste no tardó en cohibirse.- ¿en qué puedo ayudarlo?

- En realidad estoy buscando a tu jefe.- le contestó con una sonrisa comparable con el sol, pero aun así opacada un poco por los nervios- ¿Kurt esta por aquí?

Marley parecía maravillosamente deslumbrada por todo él y le costó algo poner a su cerebro trabajar en sincronía con su boca mientras esos ojos avellana estaban fijos en ella.

- Amm, lo- lo siento, ¿qué?- logró tartamudear al tiempo que su piel expuesta por la ropa se volvía roja. Blaine estaba halagado, pero le molestaba profundamente que no le dijera donde estaba su jefe.

- Te está preguntando por Lady Hummel, Marley.- la voz marcadamente latina que le hizo pegar un salto a Blaine provenía detrás de él y reconoció de inmediato a una de las socias que le estaba extendiendo la mano.- Santana López, soy la encargada de las relaciones públicas. No pude evitar escuchar que buscas a Kurt, y debo decir que me sorprende que lo llames por su nombre. ¿Familia?- la mirada inquisitiva de Santana era como para asustarse, pero Blaine no tenía por qué mentirle.

- Casi como hermanos.- dijo ofreciéndole una franca sonrisa pero ella parecía reacia a confiar en ese hombrecito de chinos color azabache, así que Blaine le explicó sin dejar de sonreír.- Viejos y muy buenos amigos.- y con esa respuesta los hombros de la morena se relajaron notablemente, hasta que lo que para ella era un ángel cruzó la puerta buscando a su prometido.

Dress and tieTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon