My music teacher

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Bajaron de la camioneta negra de Kurt, y Rachel echó un vistazo a su bolso para ver si tenía todo lo que necesitaba para un largo (y sorpresivo) día de compras.

Entraron primero a la tienda favorita de Rachel, que aunque venía acompañando a Kurt fue la primera en probarse vestidos y comprar un par de calcetas amarillas con moñitos negros.

- Pensé que habías pasado por tu etapa de calcetas, Rach.- comentó Kurt mientras analizaba la opción de hacer el campamento de modas para su amiga, de nuevo.

- Son sólo para dormir, Kurt.- contestó inocentemente.

- La policía de la moda, - dijo mientras se señalaba a sí mismo- debería arrestarte "sólo" por eso.

- Kurt, vamos. No son tan malas.

- No como tus antiguos suéteres con renos.- comentó fingiendo un escalofrío

- ¡No te metas con mis suéteres! Déjalos descansar en paz, no puedo creer que hayan pasado ya siete años desde que los usaba.

- Que Audrey Hepburn los tenga en su fashionista gloria.- contestó mientras sonreía plenamente ante el intento de golpe que Rachel le dio.

- De acuerdo, oficial. Vamos a buscarte ropa para la cita de tu vida.- gritó mientras daba saltitos.

Kurt gimió entre dientes, le encantaba comprarse ropa, mirarse en el espejo y pensar en que habría hecho él con esas prendas, para después planear hacerlo en cuanto llegara a casa; pero entonces recordaba para quién se estaba vistiendo y todo ese proceso de "maestro en moda" se derrumbaba.

Blaine y Kurt siempre habían tenido un estilo muy bien definido, el primero con sus camisas o playeras de polo y corbatines de moño, pantalones hasta los tobillos y cárdigans; el segundo con jeans ajustados de colores brillantes y camisas de todo tipo, de vez en cuando acompañadas por algún chaleco, pañoletas de seda o broches con formas extrañas. Se complementaban a la perfección, todos lo podían ver. Excepto Blaine.

Kurt se vio en el espejo de nuevo y giró un poco para verse mejor, los pantalones azul índigo de verdad le gustaban, se verían bien con su camisa blanca y su blazer de estampado militar. Se puso de nuevo su ropa y justo cuando salió se golpeó con un chico que iba a probarse algunas camisas.

Kurt no se dio cuenta la forma en que éste lo miró, simplemente murmuró una torpe disculpa y salió con paso firme de los vestidores. Lamentablemente Rachel había decidido probarse más ropa, por lo que tuvo que esperarla en lo sillones. Después de un largo rato ahí, se puso de pie para seguir viendo algunas cosas y se quedó admirando con tal envidia el trabajo de bordaje tan limpio en uno de los suéteres, que no se dio cuenta de que alguien lo miraba fijamente.

- Es una prenda muy linda, pero siento que no es tu estilo.- dijo una figura alta de cabello castaño y ondulado cuidadosamente peinado hacia atrás. Kurt se le quedó viendo con la boca abierta por una fracción de segundo, antes de controlar su expresión y sonrojarse delicadamente.

- Solo estaba admirando la pieza.- contestó el castaño soltando el suéter y vagando unos pasos más por la tienda. El hombre lo siguió con unos pasos rezagado, con el ceño un poco fruncido hasta que conectó algo en su cerebro.

- ¡Ah!, - dijo de repente con una mueca maliciosa.- ¿Experto en la materia?- comentó mientras se comía con los ojos (más que observar) la figura de Kurt, que no pudo evitar una risilla nerviosa.

- Algo así.

- O eres más pequeño de lo que te ves y sigues en la escuela, -comentó el hombre con playera negra pegada a su pecho al castaño con cejas levantadas- o eres modesto en lo que respecta a tu carrera.

Dress and tieWo Geschichten leben. Entdecke jetzt