Fui a la recepción, me sentía asfixiado, todo a mi alrededor me provocaba dolor. No podía decirle eso a mi padre porque ya me imaginaba su reacción: "Compórtate como un hombre".

No necesitaba una discusión con él, no estaba de ánimos. Tras unas tres horas me levanté dispuesto a irme, ya no podía soportar estar un minuto más en aquel salón rodeado de personas felices mientras yo sentía que mi corazón estaba a punto de romperse.

-Ya cumplí, no creo que se vea mal que me vaya ahora -dije cuando me fui a despedir de mis padres.

Papá no me dijo nada, salí del lujoso hotel donde fue la recepción. Pensé en irme a casa pero me di cuenta de que no me haría ningún bien así que di la vuelta y me fui a la zona de bares más exclusiva de Gangnam, entré al primero que vi. Era un club masculino exclusivo pero no dejaba de ser un lugar para conseguir a una mujer por una noche.

El lugar estaba a media luz, la música aunque fuerte no llegaba a los niveles de un antro, había un par de jaulas sobre la pista principal donde un par de chicas bailaban con poca ropa.

Las meseras usaban vestido ajustados, sin llegar a ser vulgares, todas ellas eran lindas pero nada más.

Me senté en una de las mesas más alejadas. Inmediatamente después se acercó una de las meseras.

-¿Qué se le ofrece? -preguntó provocativamente.

-Una botella de whisky, por favor –dije serio.

-En un momento.

Noté que algunas de esas chicas se dejaban manosear por los clientes, de pronto una de ellas llamó mi atención, parecía incómoda con el vestido, miraba a todos con desagrado mientras iba por las bebidas pero ponía una sonrisa falsa en su rostro cuando las entregaba en la mesa correspondiente.

-Aquí tiene -dijo mi mesera sacándome de mis pensamientos-. ¿Se le ofrece algo más?

Tocó seductoramente uno de los vasos que llevó con la botella, era obvio que estaba insinuándose pero yo no estaba interesado en lo que ella ofrecía, en primera porque estaba más que triste y en segunda no iba a involucrarme con esa clase de mujeres.

-Gracias, la llamaré cuando la necesite –respondí con firmeza.

Ella pareció decepcionada pero no me importó, tenía demasiados problemas como para preocuparme por una mesera.

Comencé a tomarme el whisky solo, me ardía el estómago pero lo soporté, quería olvidar ese maldito día y no pensar en el futuro que me esperaba sin HeeJoo en él.

El alcohol comenzó a hacer efecto, pedí otra botella y me la terminé igual de rápido que la primera, en cierto momento ya no era capaz de conectar dos ideas.

-¿Está bien? –preguntó una voz femenina que escuché lejana.

Eso fue lo último que recuerdo antes de perder el sentido.

POV HA YOO JIN.

Nunca me imaginé que terminaría trabajando en un lugar lleno de hombres libidinosos que por el solo hecho de pagar por una botella se sentían con el derecho de toquetearme.

Cada vez que volvía a casa del trabajo me sentía humillada y sucia pero no tenía otra opción, debía trabajar en ese lugar para poder pagar el tratamiento de la pequeña HyeWon, ella no tenía la culpa de los errores de su madre, mi hermana, Eun Seol.

Mi hermana y yo nacimos en el seno de una familia unida, mis padres se amaban y nos amaban demasiado. Lamentablemente murieron en un accidente de auto dejándonos a mi hermana y a mí completamente solas.

Money Can't BuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora