— ¿Mantequilla y mermelada para tus tostadas?
Definitivamente podía acostumbrarme a esta vida.
—Sí, por favor.
Ayudándola a llevar los dos platos completamente llenos a la mesa, nos acomodamos frente a frente, hablando acerca de la carrera G8 que iniciaba la próxima semana, una que ni loco me perdería. Era motocross, pero las carreras de velocidad no empezaban hasta dentro de un mes.
Tenía que debatirme con mis patrocinadores a cual carrera asistir, estaba la G8 en el reino unido y la International 88 Racing que se desarrollaba en España, Italia y Francia. Sería la segunda vez que iría a esa carrera, pero ellos creían que aún era muy joven en esa carrera a pesar que quede en quinto. Este año estaba seguro de ganar. No podía volver a perder, esa palabra no está en mi vocabulario.
—Tienes que ir a la 88 IR, Race, es tu oportunidad —Renny estaba más que emocionada cundo le comente que era una gran posibilidad.
—Lo sé, no quiero dejar de ir, siempre es una experiencia única competir contra los grandes, más que quedarme en estas mierdas de la G8.
Era verdad, quería volver a competir contra los grandes y demostrar mi capacidad.
— ¡Vaya! sería un sueño verte ganar, Race —algo en Renny había cambiado, hablaba como una autentica fan.
Verla de este modo, sin maquillaje y del modo en que hablaba, me recordaba a una chica, mortal, con la que pasábamos mucho tiempo de pequeños. Su papá era el abogado legal de la élite y su mamá una buena asesora política. A mi padre le gustaba trabajar con ella.
No sé qué fue de ella después del accidente que tuvieron sus padres junto al primer ministro en la caída de ese avión. Ver a Renny de ese modo tan natural me hizo pensar en esa chica que había dejado de ver hace unos seis, siete años, ya no recuerdo bien.
—Me gusta verte de ese modo —le bese la mano antes de enfocarme en mi comida.
— ¿Qué modo? —preguntó mordiendo un pedazo de bacón.
—Relajada, siendo tú misma.
Pensé que lo negaría o me sacaría la madre pero fue todo lo contrario. Me sonrió con ese rubor en las mejillas que hizo que algo dentro de mi estómago diera un giro inesperado. Regresando la atención a mi comida, nos metimos a una plática eterna donde finalmente paramos viendo una película de acción, donde zombis atacaban la tierra.
—Increíble —Louis observaba mi Honda como si no se lo creyera.
Habían pasado semanas desde que papá me la obsequio y no había tenido el tiempo de enseñársela a Louis, cada vez veía nuestra relación más lejana. Sus días en el hospital se volvían largos y desesperantes, su tiempo libre se lo dedicaba a Holly y yo quedaba fuera del cuadro hasta que tuviera un poco de tiempo para mí como ahora.
—Es una nave —dije tocando el sillón de cuero —. ¿Tendrás vacaciones?
Era mi única esperanza de pasar algo de tiempo con mi mejor amigo, lo extrañaba demasiado para dejar que las cosas pasaran, muchas veces rogaba por que Holly estuviera en una audición o en alguna mierda para platicar con él, necesitaba sus consejos desesperadamente. Aunque no me los tomaría literal, de ese modo estaría haciendo una boda sorpresa para Renny donde la asustara de por vida.
—No, que va. Tengo que empezar las prácticas el mes que viene, nada de vacaciones, ya verás cómo es la vida en la universidad.
Fruncí el ceño pensando en la universidad, no me emocionaba como al resto, sabía la responsabilidad que venía de la mano. Negando con la cabeza, me cruce de brazos para ver a Lou terminar de escanear la motocicleta.
— ¿Almorzamos? — ¡Dios! Sonaba como si le estuviera rogando a una mujer.
—Sí, me parece bien la idea, Holly no regresa hasta las siete, podemos pedir comida y tomar un par de cervezas en casa. Algo tranquilo por ser miércoles.
Dos largos días en los que solo le había hablado a Renny por mensaje. No sabía que había pasado en su casa, pero estaba arreglando unos problemas con su hermana que sigo creyendo no es su hermana, Lucy.
Optamos por las alitas de pollo picante de Chicken Grill, eran ricas y tenían servicio a domicilio, lo cual era una gran ventaja para lo flojos que estábamos esta tarde. Sentándonos en el balcón de la casa de los Montgomery, comimos y bebimos un par de cervezas. Aun no hablamos de Renny, estaba tomando un poco de valor antes de hacerlo.
No era miedo ni nada por el estilo, pero pensar en que mi mundo estaba de cabeza por una mujer era algo que aún no quería admitir.
—Vas a tener que hablarme de ella, sé que eso es lo que te tiene tan tenso — ¡Vaya mierda! Que bien me conoce Louis.
—No estoy tenso —tenía que defenderme.
—No, para nada, solo tienes esa cara de idiota porque te encanta, vamos Rees, escúpelo.
—No voy a escupir, Lou eso es asqueroso —haciendo cara de asco me enfoqué en la plaza frente a nosotros.
—Idiota.
—Me han llamado peor.
Estaba evitando la conversación, ya lo sé, tengo que trabajarla porque me estoy cagando del miedo si no la tengo hoy con Louis. Necesitaba saber que esta mezcla de sentimientos era real o solo una pala para algo extraño y extremo. Mi corazón sentía cosas por Renny, eso no era un secreto pero ¿amor? No lo creo.
—Bueno, solo digo que si vas a hablar que sea antes de media hora, Holly viene en camino.
— ¡¿Pero porque?! —Ah, no, aun no Holly Marie.
—Porque es su casa ¿Por qué no iba a venir?
—Ya lo sé, no soy mula. Lo que sucede es... Renny. Lou, no sé si siento cosas por ella.
— ¿Cómo es que aún lo dudas? —Louis comenzó a reír de una manera escandalosa.
Si lo dudaba, pero de algo estaba seguro, no era amor. Era ese sentimiento fuerte que me hace pensar en ella la mayor parte del tiempo.
Me embarqué en contarle a Louis detalle tras detalle de Renny los acontecimientos ocurridos. Vi su reacción al contarle que ella era virgen, no es un secreto que se había sorprendido, incluso a mí me paso.
—No lo sé, tú dices que no es una reacción tan fuerte pero... ¿Cuándo fue la última vez que te enamoraste?
Su pregunta me saco de orbita, nunca en mi vida me había enamorado. ¿Por qué pide comparación?
—Tu bien sabes que nunca me he enamorado.
—Exacto, Hamilton ¿Cómo saber si esta es la primera vez que te estas enamorando?
Me di cuenta que estaba atrapado en un sentimiento innato, uno nuevo. Que no conocía. Quizá el amor era extraño en todos los aspectos posibles, quizá está hecho para ser destruir, manipulado.
—Creo que estoy jodido —no había más que decir, estaba jodido.
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SOLO TÚ
General FictionTERCERA PARTE DE LA SERIE "Los Hamilton" Un corazón roto no es la razón para una destrucción nuclear, mucho menos para cerrarse a las nuevas oportunidades que trae la vida. Rees Hamilton es un ejemplo de élite, con un futuro prometedor en el gobiern...
Capitulo 11
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