|CAPITULO 1|

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Desierto Sahara
8:25 p.m.
Skarllet

El estruendo mecánico de las hélices girando mientras atravesaban el oscuro cielo inmaculado del desierto era lo único que alteraba la inquietante paz de la zona. Una paz que se vería perturbada dentro de muy poco sin que nadie estuviera al tanto. Solo estallaría y eso sería todo. Punto. No había vuelta atrás. Cientos de personas inocentes serian abrasadas por llamas y asfixiadas con gases tóxicos hasta la muerte mientras dormían ¿Por qué? Todo para demostrar el poder y avances militares que el gobierno de la Coalición Central tenía, difundiendo así el miedo entre sus naciones rivales en esta guerra sin fin; heredada de abuelos a nietos, llenos de dolor por sus infancias robadas y por las que están por caer. Decían que no era justo, ellos no habían pedido esto, solo querían regresar a los tiempos en que era seguro salir a tomar el sol, a charlar con los vecinos o charlas con amigos en un café comercial; pero no podían hacer nada, se enfrentaban a fuerzas mayores, despiadadas, de temibles intenciones que causarían daño a quien se interpusiera en el camino de los gobiernos de cada nación, los mismo que con tal de conseguir dominio sobre las otras naciones harían hasta lo inimaginable, incluso pasar sobre los inocentes civiles si fuese necesario. Total, solo eran vidas insignificantes, sin sentido alguno en este mundo. Un nuevo mundo pintado con la sangre de sus guerrilleros y construido con el sudor de los familiares. Fragmentado y dividido en 4 jóvenes regiones: la Coalición Central, que abarcaba lo que antes se conocía como Europa y parte de Asia; Las Cordilleras Occidentales, antes conocida como Asia occidental; La Republica Unida, lo que antiguamente era el continente americano;

Vida o muerte.

Eran las únicas dos opciones que se conocían en esta era de la humanidad.

Eran las únicas opciones que se le habían dado a Skarllet desde que tenía memoria. Como agente secreto de altamente capacitada su vida estaba en constante peligro. A la corta edad de 19 años, Skarllet formaba parte del secreto mejor guardado al ojo público por parte de la Republica Unida. La fantasía más descabellada con la que cualquier científico aficionado podría tan solo soñar y que solo se concebía como real en los antiguos libros de ciencia ficción.

Súper humanos.

Cuatro chicos alterados genéticamente con el único propósito de servir como As bajo la manga. Ellos formaban lo que se conocía como el Equipo X por un minúsculo y selecto grupo de científicos, agentes de alto rango y el gobernador. El arma perfecta para los casos más delicados y confidenciales de la Republica. Nadie sabía aun porqué la Republica era tan poderosa o cómo misteriosamente sus rivales desaparecían de la noche a la mañana sin dejar rastro, solo sabían que debían derribarla lo antes posible a como diera lugar pues representaba un peligro latente. Un peligro gracias a ellos cuatro, los únicos súper humanos en el mundo.

Skarllet. Trouble. Demon. Delta.

A primera vista eran jóvenes normales, atractivos y de constitución sumamente atlética y desarrollada para su edad. Ya a segunda vista, tras detenerte a analizarlos podías notar sus portes erguidos que daban un aura de autosuficiencia e intimidación a la vez, de ágil caminar y movimientos tan perfectos que casi parecían mecánicos. Pero lo que más alteraba a cualquiera que tuviera la suerte de topárselos -al punto de dar escalofríos- eran sus miradas tan penetrantes y profundas; podrían quitarte el alma de un simple vistazo, miradas de ojos vacíos, sin vida, gracias a todas las atrocidades que habían presenciado y de las cuales, la mayoría de veces, habían sido sus autores. Ojos de colores brillantes y llamativos como consecuencia de las modificaciones genéticas; los científicos creían que era por la sobreproducción de proteínas, otros argumentaban que se debía a su alto grado de desarrollo neuronal. Escarlatas. Azules. Verdes. Ámbar. Eran intensos, abrasadores, sofocantes, hermosos y misteriosos; todo a la vez. Sin embargo no valían nada sin una chispa de vida que los acompañara. Se limitaban a ser ojos con objetivos fijos, cuya única utilidad era analizar, atacar y destruir. Nada más.

Equipo X: Mortal GameWhere stories live. Discover now