El N-0 puesto a prueba

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—No importa, ahora lo que tenemos que hacer es darles la información necesaria para que ataquen una guarida rebelde. Necesitamos saber qué tan potente es esa arma.

—¿Piensa destruir a algunos de los nuestros para verificar el potencial del N-0? —preguntó angustiada.

—¿Dónde más pensabas probarlo? Tengo una dirección donde están reunidos varios cruzados aquí en Dallas. Se las haré llegar cuanto antes.

—¿Qué desea que haga yo, Excelencia? —preguntó intrigada.

—Te quedarás en el sótano. Haré un pedido de láminas de acero y construiremos un par de domos protectores para los demás hermanos que quieran refugiarse.

—Excelencia...

—¡Obedece mocosa! —ordenó autoritario—, regresaré al anochecer.

***

«¿Qué he hecho?", se incriminó con tristeza.

Jessica tenía la mirada clavada en una foto donde ambas estaban abrazadas para mostrar la fuente de poder; las dos sonreían orgullosas del prototipo, Jessica con el pulgar levantado en señal de aprobación, Mériac con el índice y el medio formaba una V de victoria, quien viera esa foto no podría decir que esa joven era un ser que se alimentaba de sangre humana para existir: un vampiro.

«Me he convertido en algo peor que aquello que combato", pensó Jessica con nostalgia.

Los dedos pasaron sobre el escritorio y se detuvieron en un reporte de avances. En ellos la joven vampira mostraba los efectos del N-0 en la piel.

«Debí haberte protegido más. No pude salvarte de ser convertida y que tampoco pude protegerte de tu extinción».

El teléfono sonó.

—Señorita Miller, se nos acaba de informar de una guarida de especímenes, en Gurley Ave, cerca del Texas Star.

—Reúnan a un grupo de asalto y vayan a probar el N-0. Destruyan a todos con el N-0. No quiero prisioneros, amplíen la zona de cobertura.

—Entendido.

Cerró la carpeta.

«Lo siento Mériac; ojala no te hubiera conocido nunca».

Rompió en llanto

***

—¿A donde va ese grupo? —preguntó con curiosidad.

—Alguien informó sobre una guarida de chupasangre y van a probar el N-0.

—Ah ya veo, sólo espero que tengan el mismo fin que su amiga—espetó con desprecio.

***

La noche cubría el cielo; desperezarse del letargo diurno siempre era molesto. Dan fue el primero en ponerse en pie. Caminó hasta el grupo de televisiones que formaban el sistema de seguridad. Cada pantalla mostraba diversas partes de la bodega, donde se refugiaban del sol.

Las veía una a una con tedio, cuando de pronto se detuvo en una. Oprimió un botón para acercarse. El zoom mostró lo que creyó ver de primera instancia. Al filo de una esquina, un pie sobresalía de la arista.

***

—¡Demonios! —exclamó molesto—¿Cómo se nos metieron?

—Eso no importa Carlo, debemos detenerlos —advirtió con temor.

Tomaron rifles de asalto, algunos de ellos se transformaron en armas sanguinarias.

—¿Cuál es el plan? — preguntó ansioso.

—Sencillo, tomaremos la salida norte y...

—¡Hey Dan! —rió uno de ellos—, son simples odres.

—¿Qué dices, Josh?

—Acabo de ver a un uniformado SWAP.

—¡Excelente! ¿Quién de ustedes pidió el almuerzo a domicilio?

La habitación se llenó de sonoras carcajadas.

***

—Aquí Rojo Uno, en posición.

—Entendido N-0 Azul ubicado y listo.

—N-0 Blanco listo.

—N-0 Negro listo.

—Recuerden, en cuanto los objetivos sea visible rádienlos.

***

—Hey Dan, ya vi a uno —señaló con la diestra— allá, detrás de esa caja.

—Bien, hagámoslo rápido, tengo hambre.

Los quince vampiros salieron de la bodega al mismo tiempo y cargaron contra los mortales.

***

—Objetivo en la mira, rádienlos ¡Ahora! —ordenó Rojo Uno.

***

Dan se relamió, la comida estaba lista; pero de pronto un dolor ingente lo dobló. Hincó la rodilla en el piso, miró alrededor y vio a los demás hacer lo mismo; escuchó un disparó y vio caer de espaldas a Josh.

—¿Qué está...

El dolor aumentó. Recordó esa angustia; la misma que sintió en el umbral de la muerte. Vio caer a todos.

—No es posible, son solo mort...

La frase no fue terminada, el disparo de un francotirador terminó con él.

***

Jessica se encontraba en su oficina cuando recibió una llamada.

—Aquí Rojo Uno; el objetivo fue eliminado.

Suspiró.

—¿Cómo reaccionó el N-0?

—¡Operativo y funcional! Tenemos otro objetivo —preguntó ansioso.

—Negativo, eliminen los cuerpos y regresen.

—Enterado.

Colgó.

«Al menos tu sacrificio no fue en vano».

MériacWhere stories live. Discover now