Michael sonrió, esta vez más cómodo.
—Para mí también.
Giselle cruzó los brazos por un segundo, observando a ambos, y luego sonrió con calidez.
—Bueno, si están estudiando, no los molesto. ¿Quieren quedarse a cenar más tarde? Voy a preparar algo rápido.
Lilith abrió los ojos, sorprendida.
Michael se giró hacia ella, como si le pidiera permiso sin mover los labios.
—Yo puedo ayudar con la mesa después —dijo él, intentando sonar todo lo respetuoso posible.
Giselle lo observó... y asintió, claramente encantada con su actitud.
—Perfecto, Michael. Y me alegra verte de nuevo.
Él rió bajito.
—Lo mismo digo, señora.
Giselle salió hacia la cocina.
En cuanto se perdió de vista, Michael dejó caer los hombros discretamente.
—Ok... pensé que solo me "reconocería", no que recordaría TODO —murmuró él, rojo de vergüenza suave.
Lilith se cubrió la boca intentando no reír.
—La verdad... sí se acordó harto —dijo ella.
Michael se pasó una mano por la nuca.
—Qué vergüenza... —susurró—. Espero no haber quedado como un psicópata la otra vez.
—No lo parecías —mintió Lilith un poquito, solo para molestarlo.
Michael la miró con una expresión ofendida y divertida al mismo tiempo.
—Oye, que yo intenté ser súper respetuoso.
—Lo sé, lo sé —dijo ella sonriendo.
Michael suspiró y se dejó caer otra vez en la silla.
—Bueno... ¿seguimos estudiando... o tomamos un descanso antes que vuelva tu mamá y me haga más preguntas?
——————————————
El olor de la comida llenaba la casa cuando Giselle los llamó desde la cocina.
—¡Lilith, Michael, vengan a la mesa!
Lilith y Michael se miraron, cerraron los cuadernos y fueron a sentarse.
Giselle ya estaba sirviendo, mientras Olimpia contaba algo que claramente solo ella encontraba gracioso.
Cuando Michael entró al comedor, Giselle sonrió como si lo hubiera estado esperando.
—Siéntate donde quieras, Michael —dijo ella, con ese tono amable que igual intimidaba un poco.
Él se sentó al lado de Lilith, intentando verse relajado pero moviendo la servilleta entre los dedos.
—Gracias por invitarme, señora —dijo él, con esa educación que le salía más fuerte cuando estaba nervioso.
—Ay, no me digas señora, que me siento vieja —respondió Giselle, riendo.
Lilith casi se atragantó al escuchar eso.
Michael también se rió bajito, como si no supiera si tenía permiso para hacerlo.
Comieron un rato, con Olimpia contando historias de su colegio, Lilith empujando la comida con la cuchara y Michael respondiendo cada pregunta de Giselle.
—¿Y tú, Michael? —preguntó Giselle de repente—. ¿Siempre tan aplicado para estudiar?
Michael parpadeó.
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𝓐t͟a͟d͟o͟ a t͟i͟ ┆ M͇i͇c͇h͇a͇e͇l͇ ͇a͇f͇t͇o͇n͇ ͇
FanfictionTodos los personajes son propiedad de fnafokei
