༺☆But I'm a mess☆༻

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Seong je POV

—¿Qué...? ¿¡QUÉ PUTAS DIJISTE, PENDEJO DE MIERDA!? —grité con furia, sintiendo los músculos tensarse. Le largué otro golpe.

El idiota casi lo esquivó, pero la mano le rozó la costilla y le dolió.

—Claro que soy... un hombre, ¿no? —dije, clavándole la mirada a Beom Seok.

Mis ojos estaban cristalinos por la frustración y la furia; no entendía nada de lo que me pasaba adentro.

—Seong je, calmate —me pidió Beom Seok, acercándose, intentando poner paz.

—¡Decime la verdad! —rugí, la voz quebrada—. ¿SOY UN HOMBRE? ¿O SOY UN MARICÓN?

Quise contener las lágrimas, pero salieron igual; no podía frenarlas. No quería que me viera nadie así, vulnerable. La puta madre.

En mi cabeza sonaba la vocecita de mi vieja: "Los hombres no lloran. Los hombres no son débiles. Los hombres no necesitan a nadie." Cada frase me pegaba como un latigazo.

—Te voy a demostrar que soy un hombre —dije, alzando los puños, dispuesto a pegarle a ese boludo para probarme algo que ni yo entendía.

Lo miré y él me devolvó una mirada con lástima. ¿Por qué me miraba así? Eso me caló hondo, me calentó más la sangre. No quería que me viera así, humillado por dentro.

Mis lágrimas empezaron a ahogarme. No podía mantenerme de pie.
Bajé la cabeza; las manos me temblaban, las piernas también. Todo me pesaba.

De golpe, se me fueron las fuerzas. Caí al suelo, las rodillas contra el pecho, intentando respirar, intentando calmar el temblor que me sacudía por dentro.

El ruido de mi respiración era lo único que se escuchaba. Cada intento de tragar aire me dolía.

Él... él me miró con lástima y se acercó despacio.

—Ey... ¿estás bien? ¿Qué pasa? —dijo, tocándome el hombro con cuidado.

No podía hablar. Sentía un nudo en la garganta tan apretado que me quemaba. Las palabras se me quedaban atoradas, el pecho me ardía.

El cuerpo me temblaba como si tuviera frío, pero no era frío. Era miedo. Era vergüenza. Era todo lo que venía cargando desde que tengo memoria.

—Yo... —alcancé a decir, con la voz quebrada—. Yo quiero ser un hombre...

—Lo sos —dijo Beom Seok, acercándose despacio, con esa voz suave que solo usaba cuando se rompía todo alrededor. Me abrazó sin dudarlo.

Me escondí en su cuello, con el cuerpo hecho un ovillo. Hundí la cara en su piel como si pudiera desaparecer ahí, como si abrazarlo fuera la única forma de seguir respirando.

—Los dejo solos —dijo Su-ho desde atrás.
¿Su-ho? ¿Desde cuándo le digo así?

Beom Seok solo asintió sin mirarlo, y yo seguí llorando. No podía parar. Cada sollozo me salía con un temblor nuevo, como si el cuerpo estuviera sacando todo lo que me guardé por años.

—Soy un hombre... ¿verdad? —dije, levantando apenas la cabeza. Lo miré a los ojos, con las lágrimas corriéndome la cara, con la voz rota.

Él me sostuvo la mirada. No dijo nada al principio, solo me acarició la mejilla con el pulgar, como si las palabras no le alcanzaran.

—Sí... —susurró por fin—. Sos un hombre, Seong je. Sos más hombre que todos los que te hicieron creer que no lo eras.

Y ahí... se me quebró todo.

Lloré hasta que ya no me salieron más lágrimas, hasta que solo quedaban los temblores en el pecho y el ruido de mi respiración cortada.

—¿En serio? —pregunté con una sonrisa chiquita, temblorosa, mientras las lágrimas seguían cayendo igual.

Beom Seok asintió despacio, sin decir nada, con esa mirada que no juzgaba, que no pedía explicaciones.

Lo abracé más fuerte, hundiendo los dedos en su espalda, como si pudiera quedarme ahí para siempre.
No sabía cuánto me hacía falta un abrazo, un poco de cariño...
No sabía que lo necesitaba tanto hasta ese momento.

Y por primera vez en mucho tiempo, no quise soltar.

Beom Seok POV

Empecé a llorar también.
No sé si por él, por mí o por todo lo que veníamos cargando, pero las lágrimas salían solas.
Los dos estábamos igual de rotos, remendados con pedazos, pero seguíamos ahí. Seguíamos de pie.

—No sé qué mierda te haya pasado... —dije entre sollozos, con una risa torpe escapándoseme entre las lágrimas—, pero ojalá la persona que te hizo sentir así se muera.

Seong Je soltó una risita cansada.
—Ojalá —dijo, y su sonrisa se veía tan triste que me dolió mirarla.

Me quedé en silencio un rato, todavía con los ojos húmedos.
—¿Sabías que soy adoptado? —le conté de golpe—. Ni siquiera conozco a mi viejo biológico... y los adoptivos, bueno, aparecen solo para recordarme que existo.

Él me miró, serio, con esa mezcla rara entre bronca y ternura que solo él tiene.
—Mi vieja siempre me tuvo repudio por ser bisexual —dijo con la voz baja—. Nunca la vas a ver abrazándome. Ni una vez fue amable conmigo.

Nos miramos, y de repente, sin pensarlo, los dos empezamos a reír. Esa risa que sale cuando ya no sabés si llorar o seguir viviendo.
Nos abrazamos otra vez, más fuerte, como si estuviéramos sosteniendo al otro para que no se rompa.

No sabíamos cómo íbamos a sanar todo eso, ni cuándo.
Pero en ese momento, entre lágrimas, risas torpes y silencios compartidos, los dos entendimos algo:

Tal vez no estábamos tan solos.

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VROSS gracias por los comentarios bonitos 😭💗💗 todos los días cuando me levanto sonrío por los comentarios

Ya están sanando nuestros papis pero todavía falta para la detonada y para el noviazgo 🔥🔥

Hago como un canal de mi comunidad? Que opinan por tiki toko o por wasap 🔥🔥