Thomas los observaba con curiosidad, pero la atención de todos se desvió cuando Violet los llamó.

—Oigan —dijo, pero nadie parecía escucharla.

La chica sacó una linterna de su mochila y la encendió, alumbrando directamente frente a ella. Allí, encadenado y con los brazos extendidos, había una de esas criaturas humanoides que los habían perseguido días atrás. La cosa intentó alcanzarla, pero las cadenas le impidieron llegar más lejos.

Violet retrocedió de golpe, chocando con Thomas. Su hermano la tomó de los brazos y la puso en el centro del grupo, que rápidamente formó un círculo defensivo. Otras criaturas, también encadenadas, surgieron de las sombras, rodeándolos. Newt buscó la mano de Violet y la atrajo hacia sí, protegiéndola. Estaban rodeados, pero las cadenas los mantenían a salvo.

De repente, una luz se encendió en una puerta a su derecha. Una mujer de cabello corto apareció en el marco, caminando con total naturalidad entre las criaturas como si no fueran más que muebles. Se detuvo frente al grupo, los miró de arriba abajo con desdén y arrugó la nariz.

—Están hechos un asco —comentó con voz seca—. Vengan, síganme.

La mujer dio media vuelta y comenzó a caminar, pero al notar que nadie la seguía, se detuvo y miró por encima del hombro con una sonrisa burlona.

—A menos que prefieran quedarse con ellos —agregó, señalando a las criaturas.

El grupo la siguió con recelo, lanzando miradas de disgusto a los seres encadenados

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El grupo la siguió con recelo, lanzando miradas de disgusto a los seres encadenados. La mujer los llevó por un pasillo y abrió una pesada puerta metálica, revelando un espacio vasto y bien iluminado, lleno de gente.

—No se preocupen —dijo la mujer, subiendo unas escaleras—. Jorge se muere por conocerlos.

—¿Quién es Jorge? —preguntó Thomas, siguiéndola de cerca.

—Tranquilo —respondió ella sin volverse—. Hace mucho que nadie logra salir del desierto. Tiene curiosidad —agregó, lanzándole una mirada rápida—. Yo también.

Mientras avanzaban por el pasillo, la gente que los observaba comenzó a seguirlos, formando una pequeña multitud a sus espaldas. Newt fue el primero en notarlo y, preocupado, tomó de la mano a Violet para ponerla frente a él.

—¿Soy el único que tiene un mal presentimiento sobre esto? —preguntó en voz baja, colocando una mano protectora en su cintura.

—Solo vamos a ver qué tienen que decir —respondió Thomas, que había escuchado el comentario.

Finalmente, llegaron a una habitación amplia en la parte más alta del lugar. Había sofás, estanterías llenas de objetos y un hombre sentado de espaldas, escuchando una radio. La mujer de cabello corto se sentó en uno de los muebles, mientras el grupo se colocaba frente al escritorio.

Experiment | NewtWhere stories live. Discover now