Experiment | Newt

V

Thomas se levantó con cuidado y tocó el hombro de Newt y Violet, la pareja más cercana. Ambos se incorporaron de golpe, desorientados, y vieron cómo Thomas despertaba al resto. Cuando todos estuvieron en pie, señaló hacia las luces distantes. En ese momento, un trueno potente retumbó detrás de ellos. Una tormenta se acercaba, y los relámpagos caían peligrosamente cerca.

—Tenemos que irnos —dijo Thomas, dándole una palmada en el hombro a Violet antes de agacharse a recoger su mochila. Los demás lo imitaron rápidamente y echaron a correr hacia las luces.

Los relámpagos iluminaban el cielo, cayendo cada vez más cerca mientras corrían. Thomas los animaba a no detenerse, gritando que ya estaban cerca. Pasaron junto a varios autos abandonados, oxidados en medio de la nada, y siguieron avanzando con la tormenta pisándoles los talones. Violet tomó la delantera, empujando suavemente a Teresa para que no se quedara atrás. Las dos corrieron juntas hacia un edificio que se veía a lo lejos.

Iván corría al lado de Minho, mirando con preocupación el cielo cada vez más enfurecido. En un destello cegador, vio un rayo cayendo directo hacia su amigo. Sin pensarlo, se lanzó contra Minho, empujándolo con fuerza fuera del camino. El rayo cayó donde Minho estaba un instante antes, e Iván recibió toda la fuerza de la descarga. Minho cayó al suelo, aturdido, con un zumbido en los oídos. Cuando logró levantarse, vio a Iván tendido e inconsciente a su lado.

—¡Iván! —gritó Minho, arrodillándose junto a su amigo y tomándolo de los hombros.

Thomas llegó corriendo, también aturdido por el estruendo, e intentó ayudar a levantar a Iván. Newt y Aris se unieron rápidamente, y entre todos cargaron al rizado hacia el edificio. Thomas y Minho corrieron detrás, mientras Violet y Teresa ya habían llegado a la entrada. Sartén se quedó en la puerta, esperando a que todos estuvieran dentro para cerrarla rápidamente.

Una vez adentro, la oscuridad los envolvió por completo. Newt y Aris depositaron a Iván en el suelo con cuidado. Minho fue el primero en acercarse, tomándolo de la chaqueta y sacudiéndolo suavemente.

—¡Oye, despierta! —le decía, golpeándole levemente las mejillas.

Teresa encendió una linterna y alumbro el rostro de Iván, mientras Newt se arrodillaba al otro lado. Todos formaban un círculo alrededor del chico, conteniendo la respiración.

—¡Iván! —gritó Newt, sacudiéndolo con más fuerza.

Justo cuando empezaban a temer lo peor, Iván jadeó profundamente, y sus ojos se abrieron lentamente.

—¿Todavía estoy vivo? —bromeó con voz débil, moviendo la cabeza con dificultad.

Minho soltó un suspiro de alivio, con una sonrisa temblorosa.

—Por desgracia —respondió, ayudándolo a incorporarse.

—¿Estás bien? —preguntó Thomas, sosteniendo la cabeza del rizado, quien parecía aún aturdido.

—Me cayó un rayo —dijo Iván, como si fuera la cosa más normal del mundo, lo que arrancó sonrisas incrédulas entre los demás.

—Levántenlo —indicó Thomas, tomándolo de la chaqueta. Con la ayuda de Minho y Newt, lograron ponerlo de pie. Teresa se acercó entonces y lo abrazó con fuerza, haciendo que el chico soltara otro jadeo, esta vez de sorpresa.