22

20 3 0
                                    

Estaba dispuesta a hacerlo cuando escuché la melodía de nyan the cat, esa melodía que mi hermano y yo bailábamos a veces descontroladamente y recordé que era el tono de llamada que había asignado a mi teléfono.

Fui a mi cuarto maldiciendo a quien me llamase justo ahora. Distinguí mi móvil encima de mi cama y leí el nombre de la pantalla: Mikey. Lo cogí y pensé que había colgado porque no se escuchaba nada al otro lado.

-¿Hayls?

-¿Mike?

-Oh estás ahí, genial, bueno te quería preguntar que si te gustaría ir al cine.

-Claro, ¿cuando?

-¿Mañana domingo?

-Perfecto.

-Vamos y ya decidiremos cual vemos ahí ¿te parece bien?

-Si, claro. ¿A las 5?

-Vale, pasaré a por tí, nos vemos mañana.

-Adiós Michael.

Decidí ponerme mi pijama (que consistía en una camiseta de tirantes roja con la cara de un gatito y debajo ponía: cute y unos shorts deportivos muy pero que muy cortos), cojí el portátil y los cascos y me puse a ver tokyo ghoul, un anime que me encantaba.

Cuando empezé a tener sueño cerré la tapa del ordenador, lo dejé en la mesa y me tapé con la sábana

Al día siguiente recordé que habia quedado con Mike (imposible olvidarlo, obvio, duh) y sonreí porque me apetecía mucho pasar tiempo con mi mejor amigo.

Pasé la mañana jugando con mi hermano hasta que me enfadé con él por algo que no recuerdo, alguna tonteria supongo.

Después de comer un plato de espaguetis y dejarme la mitad, me dirijí a mi habitación para ver que me pondría, y eso que yo no era de esas chicas afeminadas que se pasaban toda la tarde arreglándose.

Me decidí por unos shorts vaqueros (ya que hacía calor) y una camiseta de manga corta gris con el logo de the rolling stones.

Respecto a mi peinado, solo me pasé el cepillo ya que no me gustaba hacerme coletas (en mi opinión me quedan mal).

Por último cojí el único lápiz de ojos que tenía y pinté unos pocos milímetros del final de la raya de cada ojo, de forma que parecía que tenía más volumen y que no me había puesto nada.

Esperé diez minutos hasta que mi reloj azul, el cual llevaba en mi muñeca izquierda, marcó las 5. Unos segundo después oí el timbre. Baje corriendo y cojí la mochila que había preparado con las llaves, el móvil, el monedero, una botella de agua y una chaqueta por si tenia frío.

-¡No abras Josh! ¡Yo abro, yo abro! -grité

-Está bien... igualmente no me iba a levantar del sofá, que pereza.

-Vale, te veo luego peque -le dije mientras abría la puerta de casa para encontrarme con un Michael vestido con vaqueros, una camiseta lisa negra y una camisa de cuadros rojos y negros (la cual yo tenía una igual en mi armario)

-Hola -le saludé con una sonrisa.

-Hola, ¿vamos? -me preguntó, a lo que le respondí asintiendo. No era la primera vez que quedaba con él, había quedado un par de veces después del accidente con Jamie, pero no se...

Fuimos caminando y cómodamente hablando hasta el centro comercial, que era donde se encontraba el cine, y miramos la cartelera.

-¿Qué quieres ver? ¿Ciudades de papel, ant-man, los minions, pixels...?

-¡Uh, ant-man, ant-man! -le dije poniendo mis manos en forma de súplica.

-¿Seguro que no prefieres ver ciudades de papel? Es más romántica.

-¿Pff, estás de broma? ¡No hay comparación con los superheroes! -le dije.

-¡Genial! Porque yo también quiero ver esa, la verdad es que no me apetecía ver una romántica, bueno ni ahora ni nunca.

-Amén -le dije riéndome, igual que él al escuchar mi respuesta.

-Vamos a comprar las entradas antes de que empiece -me ordenó.

Me cogió de la mano a causa de que había algo de gente y se dirigió a las taquillas.

Mi mejor amigo, Michael CliffordМесто, где живут истории. Откройте их для себя