Él se quitó los auriculares despacio. Me miró fijo, y en ese momento entendí que no había vuelta atrás.
—No trates de caerme bien. No acepto tus disculpas —dijo con la voz dura, mirándome a los ojos antes de darse vuelta e irse sin más.
Yo me quedé parado ahí, con las manos apretando fuerte la mochila, sintiendo cómo me ardía el pecho.
Lo vi alejarse, caminando lento, con esa forma suya de no mirar a nadie. No sé por qué, pero mis piernas se movieron solas y lo seguí hasta que salió del colegio.
De golpe, vi a un grupo de chicos acercarse. Entre ellos estaba Yeong Bin... creo que sí, era él. Sentí cómo se me helaba la sangre.
Se pararon frente a Si-eun, y antes de que pudiera reaccionar, uno de ellos le dio un cachetazo seco. El sonido me retumbó en los oídos.
Yo me quedé paralizado, con la mochila apretada contra el pecho. Ellos se rieron, lo empujaron un poco, y después se fueron caminando, llevándoselo a no sé dónde. No tenía idea a dónde, pero no era un lugar bueno.
El corazón me latía tan fuerte que me dolía. Entré en pánico. ¿Había estado ayudando a un sociópata? ¿Qué carajo estaba pasando?
"Mierda, mierda, mierda..." me repetía en la cabeza. Tenía que actuar rápido, pero mis piernas no me respondían. Sentía que me iba a desmayar ahí mismo,
Cuando por fin pude mover las piernas, salí corriendo al salón. Tenía que hacer algo, no podía quedarme de brazos cruzados. La única persona en la que pensé fue Su-ho. Si alguien podía ayudarlo, era él.
—Su-ho... —dije, tocándole el brazo para despertarlo.
Nada. Ni se inmutó.
—Eu... —insistí, empujándole un poco más fuerte el brazo. Esta vez, recién abrió un ojo.
—¿Qué querés? —murmuró con voz dormida.
—¡Yeong Bin se llevó a Si-eun! A algún lado, no sé dónde —le solté de golpe, con la voz temblando de la preocupación.
—¿Eh? —dijo, medio confundido mientras se enderezaba.
—¡QUE YEONG BIN SE LLEVÓ A SI-EUN! —repetí más fuerte, casi al borde de los nervios.
Él me miró con cara de piedra y dijo, despreocupado:
—¿Y a mí qué o qué?
Me quedé duro.
—¿Mmh? ¡Vos tenés que ayudarlo! Creo que vos sabías pelear o algo así... —dije, la voz quebrada de la desesperación.
Su-ho bostezó, frotándose un ojo como si nada.
—Ni siquiera lo conozco.
—¿Tenés que conocerlo para ayudarlo? —repliqué rápido, casi rogándole.
—Decile a un profe, yo tengo que laburar. Chau.
Mi corazón se me cayó al piso. Pero antes de que se fuera, lo solté de golpe:
—¡Yo puedo pagarte!
Se detuvo.
—¡Te pago el doble! —dije con menos miedo en la voz, pero con la urgencia marcada en la cara.
Su-ho se giró despacio y me clavó la mirada. Sentí un escalofrío recorrerme la espalda.
De repente, sonrió
—A su servicio, señor —dijo inclinándose apenas en señal de agradecimiento —. Vamos, dale.
Su-ho me dio un casco para irme en su moto, espero que tal vez sea mi amigo, es gracioso.
—¿Qué? Subí —Me dijo con una sonrisa cálida.
Me agarré de sus hombros y nos fuimos en busca de Si-eun.
Llegamos a un... ¿almacén? Algo así, pero estaba todo abandonado. Me quedé afuera porque no quería meterme,tenía miedo.
Me asomé un poco y vi a Yeong Bin pateando a Si-eun mientras agarraba una botella y la rompía contra el piso.
Mierda... tengo que hacer algo.
—Tsk —gemí, dolorido, y lo empujé con el cuerpo.
—¿Y ese quién es? —dijo Yeong Bin, como si no me conociera. ¡Yo lo ayudé a casi matar a Si-eun y encima ni se acordaba!
—Carajo —murmuró uno de sus amigos, sorprendido.
—Eh, estuvo bien eso —dijo Su-ho con una sonrisa cansada, como si nada.
—¿No sienten vergüenza de atacarlo todos juntos? —agregó Su-ho, con fastidio.
—Si fuera ustedes, yo me moriría de vergüenza —escupió Su-ho con molestia.
—¿Y vos qué esperás? —dijo Yeong Bin alterado—. ¿Ya no vas a hacer nada?
—Eh, ¿a vos tampoco te da vergüenza? —le respondió Su-ho, hablándole al jefe o al que parecía el líder de esos chicos.
—Bueno, fue todo por hoy, vámonos —dijo el tipo, que era más grande que todos nosotros, creo.
—Él ya se va... ¿y vos no te vas? —le tiró Su-ho a Yeong Bin, desafiante.
—Yeong Bin, ya pará —dijo Si-eun, cansado.
—Olvidate de todo esto, dejá de joder —agregó
Yeong Bin nos quedó mirando mal, con esa mirada de mierda.
—Vámonos, dale —dijo Su-ho, firme.
—A ver... te pegaron fuerte, ¿verdad? —preguntó Su-ho a Si-eun entre risas cansadas.
—Eh, toda esa pelea me dio hambre. ¿Vamos a comer? Conozco un lugar —dijo, como si nada, mientras nos alejábamos.
———————————————————————
Perdón por el relleno pero ahora se van a hacer amiguis los tres 🔥🔥😳
STAI LEGGENDO
༺☆But I'm a mess☆༻
Storie d'amore-Beom seok... ¿de verdad soy un suficientemente hombre para vos? ⊹₊⋆ ☾⋆⁺₊⊹╔══ஓ๑♡๑ஓ══╗⊹₊⋆ ☾⋆⁺₊⊹
•.•*•.07.•*•.•
Comincia dall'inizio
