Gato gris

2.4K 234 31
                                    

Notas de autor: ¡Yay! Martes de actualización. Me he decidido que los martes actualizo

Y por fin una portada no tan fea. ¿A quien engaño? ¡Es horrible! Pero màs decente que la anterior

♥●♥●♥●

—Levi... ¿Levi, estàs ahì?— preguntò Eren en un susurro, mientras entraba al departamento con cautela.

—¿Cómo entraste?— la respuesta de Levi no se hizo esperar. Estaba recostado sobre un pequeño sofà leyendo cómodamente.

—La señorita Hanji me diò la llave. Me dijo qué has estado comiendo comida congelada todo este tiempo, asì que decidì traerte un poco de lo que ha sobrado— el alemàn le sonriò amistosamente al niño mientras le entregaba un recipiente con una porciòn de comida. Levi, que no habìa alzado su mirada ni una vez, le dirigiò una mirada desaprobatoria a la comida.

—No quiero— pronunciò con desdén y bajò su vista de nuevo a la lectura. Al castaño se le quebrò el corazòn: ¿como un niño de 10 años podìa ser tan temible? Claro que este niño habìa sufrido mucho y tal vez por eso era asì. ¡Pero ya no! Eren Jaeger cambiarìa el mundo de su pequeño vecino.

—Vamos Levi, tal vez te guste mi comida alemana. No puedes comer comida ràpida o congelada toda la vida. Prueba un poco— volviò a intentarlo. Destapò el recipiente para que Levi pudiera disfrutar el olor que emanaba del platillo.

—Ya te dije que no quiero tu comida. Vete, no te quiero volver a ver— esta vez, Levi hablò màs irritado. Esto molestò a Eren, un chico impulsivo de naturaleza.

—¿COMO QUE NO QUIERES? ¡ES MENTIRA QUE TE TRAJE LO QUE SOBRÒ! TE PREPARÈ ESTO. ¡No tienes porque ser tan rudo conmigo!— los ojos de Eren empezaban a ponerse llorosos y su voz sonaba quebrada. Fue cuando Levi dejò su lectura. Se habìa alejado de la sociedad para no dañar a nadie y tal vez habìa dañado a aquel chico con su indiferencia, una parte de èl sentìa culpa.

—Escucha chico alemàn— hablò Levi, tratando de recordar el nombre del castaño, pero nunca se lo habìa dicho.

—Eren, me llamo Eren— dijo Eren limpiándose la nariz con la manga de su sudadera.

—Eren, solo quiero que te alejes de mi. ¿No entiendes que puedo hacerte daño? Ayer hablaste con Hanji, deberìas de saberlo. Ella te dijo, ¿no? Que yo... soy como un talismàn que atrae la muerte— el castaño le sonrìo dulcemente para tranquilizarte.

—La señorita Hanji me advirtiò. Y estoy dispuesto a asumir los riesgos, quiero que seamos amigos—

—¿No te importa morir?¿Morir solo por ser mi amigo?— Levi estaba desconcertado con la repentina calidez de Eren.

—La señorita Hanji ha sido tu amiga y no le ha pasado nada desafortunado. Yo no creo que seas un talismàn, creo que solo son una serie de coincidencias demasiado desafortunadas— el niño pestañeò varias veces. A parte de Hanji, èl serìa su único vínculo afectivo humano. A pesar de que tenìa un carácter difícil, la excéntrica mujer habìa logrado ganarse su confianza. ¿Què tal si pasaba lo mismo con Eren? Si no morìa, pensarìa un poco la posibilidad de volver a tocar la pura luz del sol. Despuès de todo, Eren podìa tener razòn: tal vez solo eran terribles coincidencias. Accediò con frialdad, no querìa que el alemàn se tomara tantas confianzas como entrar a su casa cuando quisiera. Eren sonriò feliz y tratò de abrazar a su nuevo amigo, pero Levi era un poco huraño.

—Hay algo que me tiene curioso... ¿porquè la señorita Hanji te protege tanto? Ese dìa recuerdo que llegò gritando 'Levi, corazòn, ¿donde estàs?'— preguntò Eren mientras comìa un poco de la comida del recipiente que habìa traìdo. Levi tragò la comida que mascaba para despuès encogerse de hombros.

TalismánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora