—Eso fue duro, Hamilton —levanté la vista sorprendido ante el tono de voz que me hablaba al otro lado de la barra.

— ¿Renny? —Negué con la cabeza al tiempo que veía que colocaba una cerveza enfrente de mí — ¿Qué haces metida en un bar?

Esta soltó una carcajada tirando la tapita al bote de basura. Esto definitivamente no me cuadraba. Tenía puesto la blusa blanca tallada que enseñaba el estómago completamente marcado, los pantalones cortos eran demasiado cortos y sus brazos enseñaban los tatuajes en todo su brazo derecho. Incluso lograba ver una frase en su hombro izquierdo.

Observe los aretes que resaltaban en toda su oreja derecha, como si fueran pequeños brillantes. Renny realmente era todo lo opuesto a mí, llena de tatuajes y aretes.

— ¿Qué parece que estoy haciendo? Supongo que viendo alguna serie tonta en la televisión.

—Renny tu y yo...

—Ahórratelo, Race. Estoy en el trabajo y definitivamente no quiero hablar, no con un vulgar como tú.

¿Trabajo? ¿Por qué diablos trabaja en un bar? ¡Carajo! Tomé la cerveza dándole un trago bastante largo. No me gustaba pensar en Renny trabajando en un bar, uno en el que todos estos borrachos le estarían viendo ese culo de campeonato. Me preguntó si va al gimnasio, de ser así ¿A cuál? Me gustaría verla más seguido. Podría cambiarme a... Oh no, Hamilton. No me gusta la manera en que mi cabeza está trabajando en estos momentos. Es una pesadilla.

— ¡Race! —Kyle entro meneando su cabello rubio para quitar el exceso de agua. ¿Agua?

— ¿Está lloviendo? —pregunté sin poder ver afuera, el bar era completamente tapado y oscuro.

—Claro que está lloviendo ¿Qué creías? Que me tire una botella de agua para entrar haciéndome el dramático. Estas en Londres, idiota ¿Qué esperabas?

Sí, bueno, estaba acostumbrado a que empezara a llover de la nada. No sé porque todavía se lo preguntó a este hombre que tiene cerebro de manilla. Quitándose la chaqueta, la colocó en el colgador, donde sería bueno ir a colocar la mía, ni siquiera me la he quitado.

Regrese mi atención a la barra, donde Renny hablaba con otro de los trabajadores que cargaba una charola de botellas de cerveza vacías. Ella reía de la misma manera que estaba riendo conmigo en China Town. Entrecerré los ojos, no me gustaba ver que ella estuviera disfrutando de las palabras de otro ¡Jesús! No me gustaba para nada.

—Vamos Race, quita esa cara. Estas a un segundo de que haga una intervención antes que Ren vea tu cara.

—Solo... ¿Por qué esta coqueteando con él? no es como si fuera alguien —lo señale con de forma dramática —. Vamos, míralo.

Kyle le dio una mirada al chico. Tenía su camisa polo con el logo del bar, su bandeja ahora vacía y su cara de saber exactamente lo que quería de mi chica, como si fueran íntimos. Hasta este momento, lo poco que sabía de Renny era casi una nada, ella era un misterio completo.

—Tiene un mes trabajando aquí, el casi un año. Son amigos nada más. Tienes que controlarte un poco, voy a empezar a pensar que te estas enamorando de Scott.

— ¡Enamorarme! Vaya mierda, Kyle. Sí que eres ocurrente. Eso nunca pasara y lo sabes.

Una parte de mi me gritaba que estaba loco, que ya estaba en picada con esta mujer, pero la parte cuerda de mi cabeza me decía que todo estaba bajo control. No iba a caer por ella, solo tenía que salir de la duda de quién era Renny Ren. Quitarle el encanto del misterio que la rondaba.

— ¡Renny! —gritó Kyle —. La más fría que encuentres.

Estaba a segundos de preguntarle a que se refería con fría y que le estaba pidiendo a ella. No le estaba especificando nada ¿Cómo diablos iba a saberlo? A pesar que yo estaba perdido, Renny entendió a la perfección. Tomando una cerveza fría, la destapó y entrego a Kyle con una sonrisa en el rostro. Esté se la agradeció regresando su atención a mí. Este debe de ser lenguaje de bar, uno que en mi vida había escuchado antes.

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