La chica común y el boxeador imponente.

Irene:

Estoy sola en casa y preocupada. Dos combinaciones espantosas. Cedric ha desaparecido y Declan no ha venido desde la mañana, además, Kalinda ha llamado preguntando sobre el paradero de mi hermano. Se supone que estaba con ella y luego le ha dicho que iría a casa. Él nunca vino y se lo comenté. Ambas empezamos a sacar conclusiones de en donde podría estar hasta que me dijo que se había cruzado con un conocido hoy, uno el cual no le caía bien. Éste tenía una pelea esta noche y fue todo lo que necesite saber para deducir donde se encontraba Declan. Mi amiga también lo supo ya que era una de sus opciones pero no quiso pensarlo.
Ahora espero a que Kalinda llegue para salir. Aunque sea día de semana mañana no tiene clases por una capacitación de los profesores.

- ¡Ya voy, ya voy! -tomo mi bolso y me dirijo rápido hacia la puerta.

- ¿Segura de esto? -pregunta al verme salir.

- No... no lo sé. -beso su mejilla.

Debido a que me rehúso por completo a tomar un taxi por razones personales, he convencido a Kalinda de ir caminando. El cobertizo en donde se celebran las peleas no queda lejos, según explicó. Va a ser la primera vez para mí ahí. Estoy nerviosa y furiosa con esos dos. Se muy bien que Cedric debe estar con mi hermano ya que no lo dejaría solo. Lo cual aprecio y me enloquece cuando no me dicen al respecto. De todas formas descubriré lo que sucede, por lo tanto, deberían ser honestos conmigo.

- ¿Por qué sigue haciéndolo? -pienso en voz alta.

- ¿Hacer qué? -quiere saber.

- Pelear. -la miro de reojo- ¿Por qué lo hace?

- No lo sé.

- Creí que el estar contigo lo cambiaría. -susurro.

- Irene, una persona no cambia en poco tiempo. -asegura- La primera vez que vi a Declan fue en una pelea. -confiesa y me sorprendo- Es impresionante, realmente imponente pero entiendo tu postura. Él es un boxeador, aunque la idea no guste. A mi me da miedo saber que alguien pueda herirlo.

- ¿Se lo has dicho? -entrelazo nuestros brazos.

- No. Ese tema no ha salido a colación. Sin embargo, a veces quiero descubrir como tú el porqué lo hace. Pero creo que eso no me corresponde a mí sino a ti.

- ¿Qué? -brinco asustada al oír la bocina de un auto- ¿Qué dices? -vuelvo a prestarle atención.

- Eres su hermana y si hay alguien con quien debería hablar es contigo. Él te aprecia demasiado, pero le tiene miedo a algo.

- ¿Miedo? ¿A algo? -confusión al máximo- ¿Cómo sabes?

- Cada vez que habla de ti es como si recordara algo que le duele. -comenta con la vista baja.

Callo ante la falta de palabras. ¿Le duele? ¿Es que recuerda algo de cuando eramos niños o qué? No entiendo lo que dice Kalinda, mas parece saber de lo que habla. Esta chica... es muy intuitiva cuando se lo propone y observa detalles en la gente que otro no vería. Fantástico.