〔 ◌ Cᴀʀɢᴀɴᴅᴏ Pᴀɴᴛᴀʟʟᴀ ◌ 〕
¡Jugador, bienvenido a "Oɴᴇ Pɪᴇᴄᴇ Gᴀᴍᴇ"
¡Hazte fuerte, cumple los objetivos y ten grandes recompensas. Pero sobre todo ¡Encuentra el gran tesoro!
Tal vez... Tu vida depende de ello.
¿ʟɪsᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴊᴜɢᴀʀ...
Abrimos la trampilla con precaución y lo que encontramos me dejó sin palabras. Montones de cofres y bolsas rebosaban de joyas, monedas y objetos de valor que seguramente habían sido robados. Era un pequeño tesoro escondido, un botín para piratas codiciosos.
Pero lo que más me llamó la atención fue una pequeña jaula en un rincón, apenas lo suficientemente grande para una criatura pequeña y temblorosa. Dentro, una nutria marina de ojos brillantes nos miraba con una mezcla de miedo y curiosidad. Su pelaje mojado y brillante parecía demasiado delicado para ese encierro.
Caelum frunció el ceño al verla. —¿Quién en su sano juicio mantiene encerrada a una criatura tan bonita? —dijo, sin dudar ni un segundo. Abrió la jaula con cuidado.
La nutria saltó libre al instante, pero en lugar de huir, corrió directo hacia mí y se subió a mi pecho, sentí cómo la nutria se acurrucaba contra mi, su respiración rápida y temblorosa contrastaba con la calma que poco a poco me invadía acurrucándose como si me reconociera. Sentí su pequeño corazón latiendo rápido contra mi piel, y un calor extraño se extendió dentro de mí. Era como si, en medio de todo aquel caos, ese pequeño ser me recordara que no estaba completamente solo.
Caelum me observaba con una sonrisa suave.
—No todos los días te encuentras con un pequeño aliado en medio de un barco pirata —dijo, rompiendo el silencio.
—¿Crees que debería quedarme con ella? —pregunté, acariciando suavemente su pelaje húmedo.
Caelum asintió sin dudar.
—No la dejes atrás. Una compañía así puede marcar la diferencia en momentos difíciles.
Con la nutria acurrucada en mis brazos, Caelum y yo emprendimos el camino de regreso al barco. El ambiente en cubierta era mucho más calmado; los marines estaban terminando de asegurar a los piratas y revisaban el botín que habíamos encontrado.
—Parece que todo está bajo control —comentó Caelum, echando un vistazo rápido a los prisioneros—Buen trabajo cubriéndome la espalda allá abajo.
—No fue tan difícil —respondí, acariciando a la nutria que se había quedado quieta, como si también sintiera el cansancio del combate— Pero gracias.
Cuando saltamos de vuelta a nuestro barco, una brisa fresca me golpeó la cara y me hizo sentir un poco más vivo.
Caelum me dio una palmada en el hombro, como una señal de aprobación. —Descansa un poco, hoy fue un día movido para un novato.
Mientras me acomodaba, la nutria se enroscó en mi cuello, y sentí que, quizás, no estaba tan solo en este viaje como creía.
К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.
La penumbra de la noche llenaba la habitación, iluminada apenas por la luz de una lámpara de aceite que oscilaba suavemente con el movimiento del barco.